Relatos gais (des)conectados: "Todos buscamos lo mismo" (parte 1)

Temas: Erotismo, Mano Martínez, Pablo Paiz, Relato, Sexo gay

Capítulo 53

“Todos buscamos lo mismo” (parte 1)

Cuando llego allí resulta que son dos. Me ha abierto el mismo chico del chat, me ha llevado hasta su cuarto y al abrir había otro tío en calzoncillos sentado en la cama. Yo no sabía nada.

Doy un paso atrás, estoy a punto de pirarme porque no es lo que habíamos hablado, pero el que para mí es un desconocido me frena poniéndose de rodillas delante de mí. “Queremos chupartela los dos”, me dicen, y no hace falta más para convencerme. Me ha puesto cachondo la sorpresa, ya la tengo dura, y también cuenta que los dos están muy bien.

Le pregunto al que sigue de pie si el que está bajándome la cremallera del pantalón es el mismo con el que grabó el vídeo que me pasó. Los dos asienten y se ríen. Tengo al activo de esa peli sobándomela. Antes de poder decir nada más se la mete en la boca, el otro baja a su lado y empieza a acercar también los labios. Se besan mientras me la lamen, sus lenguas se encuentran mientras me la humedecen de arriba a abajo. “¿Tienes para los dos?”, me pregunta uno, el que no conozco. Yo asiento mientras me estremezco porque ha empezado a pajearme fuerte. “¿Nos vas a dar leche a los dos”? Vuelve a insistir. Esta vez verbalizo que sí, noto que es lo que quieren, que les hable. “Os vais a hartar de rabo”, le digo mientras le agarro del pelo y se la vuelvo a meter en la boca. El otro se levanta y agarra un espejo, lo pone junto a nosotros para que veamos nuestro reflejo y después vuelve a ponerse en el suelo. Su compañero le pasa mi polla como si le ofreciera un helado, agarrándomela desde la base y haciendo que lama la punta hasta que se la deja entera para que juegue él. Yo lo estoy flipando.

El desconocido es más dominante, le agarra la cabeza a su amigo para que se la trague entera, se la empuja para que llegue hasta el fondo y se mira a él mismo en el espejo mientras lo hace.

Tengo que pararles un momento. Estoy demasiado cachondo y casi me corro. Me quito las zapatillas y el resto del pantalón mientras uno va directo a la cama, se pone a cuatro patas ofreciéndose entero a mí mientras sigo desnudándome. Su amigo se acerca a él, le baja el calzoncillo mientras me mira y le abre las nalgas. “Esto es para ti”, me dice el más dominante mientras se humedece un dedo y empieza a rozárselo. El otro se estremece por el contacto de la saliva. Me están volviendo loco. “¿Y tú, le vas a dar polla también?”, le pregunto mientras me acerco y se la pongo muy cerca. El desconocido me la agarra: “No, yo hoy solo miro cómo te follas a mi novio”. Me la acerca hasta el otro chico, se mete casi sola y su gemido me hace cerrar los ojos.

ILUSTRACIÓN: CUENTASELOANTO