Cruz Sánchez de Lara: "No hay que avergonzarse de sentir"

Temas: Entrevista, Nueva York, Sexo en Nueva York

Pongámonos en situación: una suite de superlujo en París, un cuadro de Cy Twombly, cócteles con nombre, vertiginosos zapatos de tacón y una buena ración de pasión neoyorquina.

Es momento de que la autora de Cazar leones en Escocia, Cruz Sánchez de Lara, nos cuente más detalles sobre su nueva novela.

SHANGAY ⇒ ¿Es autobiográfica esta novela?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ Algún detalle, algunas anécdotas…, pero esencialmente no. Es la historia de una herencia de alguien cuya madre fallece, y afortunadamente, mi madre vive. No soy la protagonista ni me veo en ningún personaje, aunque algunos sí que están inspirados por amigos como Antonio Costa.

«La energía de la amistad de un hombre gay y una mujer está infravalorada»

SHANGAY ⇒ Antonio Costa es el mejor amigo gay de la protagonista…
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ Sí, Miranda tiene que encargarle un trabajo a algún amigo de mucha confianza en el peor momento de su vida. Y no duda ni un minuto sobre quién la va a acompañar en esa montaña rusa emocional. Y eso se comparte mejor con un amigo gay que con un amigo hetero, por lo menos en mi caso.

SHANGAY ⇒ ¿Es una reflexión reciente?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ Qué va, es así desde siempre. Sin saberlo, mi mejor amigo del colegio era gay. Siempre me quería sentar a su lado en el autobús por la mañana, porque teníamos una conexión especial. La energía de la amistad de un hombre gay y una mujer, ambos inteligentes, está infravalorada.

SHANGAY ⇒ ¿Qué tiene Nueva York que nos atrae tanto?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ Me dejo caer por Nueva York cuando necesito encontrarme conmigo misma; hay quien necesita el silencio de los monasterios, yo necesito a la gente. Nueva York es Sexo en Nueva York; conocí a Candance Bushnell a través de Omar (La Ranita) en un viaje. Pero más que eso, es la ciudad de los sueños. Un lugar cosmopolita en el que sientes que nadie te va a juzgar hagas lo que hagas, y que inspira cualquier sueño. Como es tu sitio especial, vas sonriendo por la calle y te parece que la gente te sonríe porque tienes algo diferente, pero no… ¡Te sonríen porque tú vas sonriendo!

SHANGAY ⇒ ¿Y París?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ Otro de los escenarios de la novela es la gran suite del Hotel Crillon, que cuesta entre 18.000 y 25.000 euros la noche. Solamente he estado una vez (y de visita), hace poco tiempo. Me senté en aquellos sillones… y era todo tal y como lo había imaginado documentándome en la web, ¿puedes creerlo? Me parece que es una magia potentísima; inventarte una historia y encontrarte con que realmente es así.

«El índice de la felicidad está en la satisfacción con uno mismo, y yo la encuentro ante mi ordenador»

SHANGAY ⇒ ¿Has conocido a alguna persona de mucho nivel que te haya inspirado?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ He sido muy privilegiada en mi vida, pero he conocido a gente muy famosa y muy infeliz, muy rica y muy infeliz, muy guapa y muy infeliz, y he conocido a gente sin nada pero muy feliz. El índice de la felicidad está en la satisfacción con uno mismo, y yo la encuentro delante de mi ordenador.

SHANGAY ⇒ ¿Qué importancia tienen la moda y el lujo en la novela?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ Como abogada y activista, he viajado mucho con proyectos sociales, pero como escritora he buscado (ya lo decía Truman Capote) que mis historias sean generosas en lo económico, que en ellas estén todas las necesidades cubiertas y tengan hasta un cierto marco de opulencia.

En la novela hay muchísima moda. La abuela de la protagonista había sido la primera clienta de Balenciaga, ¡esta historia tiene un armario que soñaríamos cualquiera! [risas]. El armario de la madre de Miranda es un resumen de las mejores revistas de moda del mundo, con todo lo que uno pudiera desear, y ahí están los zapatos de Dior, Jimmy Choo, los Louboutin y, claro, unos Manolos.

SHANGAY ⇒ ¿Dirías que también contiene frivolidad?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ La frivolidad mal entendida y el glamour, o incluso la sofisticación, son armas buenísimas para encubrir las carencias. Pero todo es más bonito si entornamos los ojos y lo vemos como una película en blanco y negro de las de antes. Ojo, que los sentimientos son comunes a todos. La desgracia de una ruptura inesperada o de una muerte se viven igual con independencia del saldo de tu cuenta bancaria. En momentos en los que hay tanto sufrimiento como hoy en día, pienso que un pequeño tiempo que uno se dedique a sí mismo puede darte ratos maravillosos… Eso es la ficción.

«Todo es más bonito si entornamos los ojos y lo vemos como una película en blanco y negro de las de antes»

SHANGAY ⇒ ¿El momento más tórrido de la novela?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ [Risas] El más sexual. Hay una escena de sexo brutal, de pasión desatada, pero inesperada. Es una escena que yo jamás pensé que iba a escribir, pero claro, la vida es todo. La vida son lágrimas, sonrisas, carcajadas… y sexo. Y el sexo también hay que contarlo, porque si no, las historias se quedan incompletas. No hay que avergonzarse de sentir.

SHANGAY ⇒ ¿Te gustaría que fuera adaptada al audiovisual?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ Según me dicen, es una historia que toca el corazón, porque hay tres generaciones con limitaciones de expresión de sentimientos. El padre de Miranda, la protagonista, también es gay, nacido en una época en la que aún se tenían muy pocas posibilidades de vivir una realidad elegida. Y claro, a cualquiera le gustaría ver su historia en la gran pantalla, pero mi aspiración actual es llegar a muchas personas con estas palabras y poder escribir una segunda novela.

SHANGAY ⇒ Si se hiciera en cine, ¿a quién imaginas en los papeles protagonistas?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ Amaia Salamanca como Miranda, Kristin Scott-Thomas como Cata, Rupert Everett como Antonio… Y hay un papel en el que imaginaba a Pilar Bardem.

«Mi libro es de una pasión desbocada, y cuando algo fluye así, hay que entregarse»

SHANGAY ⇒ ¿Cómo surgió la idea?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ Cuando me la pidieron. Llevo escribiendo toda mi vida; de hecho, ahora todo el mundo me dice lo raro que es que no lo haya hecho antes… Había publicado libros, pero jurídicos. Un día una editora me lo propuso, y me dio miedo pero lo superé, porque este libro es de una pasión desbocada, y cuando algo fluye así, hay que entregarse.

SHANGAY ⇒ ¿Cuál ha sido entonces la verdadera motivación para escribirlo?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ Que quiero escribir más… No espero un beneficio económico importante, ni quiero ser más popular, porque he tenido oportunidad de acercarme a la popularidad y, sinceramente, no me seduce. Cualquier concesión que se hace para ser un poco más notorio y público es una pérdida de tiempo. Mi única motivación es volver a hacerlo, porque soy una mujer tremendamente feliz cuando escribo.

 

SHANGAY ⇒ Entre nosotros… ¿Qué es lo que más te atrae en un hombre?
CRUZ SÁNCHEZ DE LARA ⇒ A mí me seduce el ingenio, que es el punto de intersección entre la inteligencia y la voluntad. Soy más de sonrisa que de carcajada, aunque también me río a menudo. Una mujer que es muy de amigos gais como yo, me dijo un día: «Ten cuidado, porque te va a costar mucho volver al mundo hetero… Una vez que te metes y te conviertes en una mariliendre, no hay quien salga de ahí». Durante muchos años, me acordé de aquella frase, y tuvo que llegar alguien mucho más inteligente que yo para que volviera a comprometerme en una relación. Pero, como ves, sigo escribiendo sobre mis amigos gais.