No es ningún secreto que bastantes personas del colectivo son miembros de cofradías y viven intensamente la Semana Santa. Participan en todos los procesos, desde hacer los trajes de las vÍrgenes, vestirlas, sacar los tronos y cargar con ellos por las calles. La Iglesia se beneficia de esta pasión, y no pone ninguna pega… siempre y cuando se mantenga en secreto su condición. En el momento en que alguien muestre libremente su condición sexual, será censurado o expulsado por la organización.
Esto es exactamente lo que le ha pasado a Antonio Muñoz, vecino del municipio cordobés de Doña Mencía. Escribió un artículo para la revista El Rezaor en el que pedía igualdad hacía las personas homosexuales.
El sacerdote Antonio Prieto, vicario general de Córdoba, prohibió que la revista saliera con el artículo y aplazó el acto de presentación de su último número, que se iba a publicar el 13 de marzo, y que fue posteriormente reimprimido sin dicho artículo. La primera impresión fue financiada en parte a través de dinero público; el ayuntamiento del municipio tiene un convenio anual firmado con la agrupación de cofradías, y entre los diferentes puntos del convenio se encuentra la revista.
La segunda impresión ha sido sufragada por la propia Iglesia. Antonio Muñoz ha recibido el apoyo del consistorio municipal, que apoya su publicación. Asimismo, afirma que la agrupación de cofradías siempre lo ha tratado con respeto y nunca lo han discriminado por su orientación sexual. Muñoz está casado, no esconde su orientación sexual y ha sido hermano mayor de la Cofradía del Cautivo durante más de veinte años.
Lo importante para ellos es no decir que eres gay
Al vivir su relación con naturalidad, sin esconderse, la jerarquía eclesiástica le ha impedido el acceso a puestos como hermano mayor. Antonio reflexiona: «¿Por qué no me puedo casar con mi marido delante de mi Virgen como cualquier otra pareja? ¿Por qué saltaban las alarmas cuando algunos pensaron que yo iba a ser propuesto para ser pregonero hace unos años? ¿Por qué no puedo volver a ser hermano mayor de una cofradía de la que lo he sido durante veinte años? ¿Por qué? ¿Porque antes ‘no era gay’, o es que lo importante es no decirlo? ¿Lo importante es mentir y ocultar cómo eres? ¿El mandamiento no decía ‘no mentirás’?».
Además, remarca que su intención con el artículo es “dar pasos para que los dirigentes de la Iglesia evolucionen y respeten a las personas que formamos parte de ella, pues es evidente que el colectivo gay está muy presente en el día a día de la Iglesia y de las cofradías”. “Si no comenzamos a dar pequeños pasos individuales, difícilmente podemos esperar un mejor futuro”.
Ante este suceso de hechos consumados, la asociación Libérate va a solicitar una entrevista con el nuncio de la Santa Sede en Madrid. Su intención es entregarle personalmente una carta para denunciar la discriminación y homofobia que ejerce el vicario de Córdoba ante los ciudadanos de Doña Mencía, y en la que piden su destitución inmediata.