Además de celebrar su primer Día de la Madre junto a los pequeños Mía y Max, Marta y Julia también tiene un motivo para festejar esta importante fecha. “Celebraremos también el primer cumple de los niños, que justo coincide en ese fin de semana, así que lo haremos todo junto”.
Será, sin duda, un día de lo más especial que ambas recordarán siempre. Sobre todo por las ganas que tenían de ser madres. “Yo siempre lo he querido”, nos dice Julia. “A mí siempre me han encantado los niños. Somos tres hermanos en casa y siempre he dicho que quería tener de tres hijos p’arriba. Así que vi que se me iban pasando los años por la edad y dije: ¡venga ya!”.
Por su parte, Marta, tuvo que pensárselo más. “Quería ser madre, pero primero necesitaba viajar y hacer otras cosas, porque una vez eres madre todo cambia, al menos durante un par de años, y más si son dos”, explica.
Y llegó el momento en que ambas decidieron dar el paso. “Fue un poco duro, porque empezamos con inseminación artificial por la Seguridad Social, pero vino la pandemia y cerraron el centro, y viendo que no abrían decidimos irnos a una clínica privada y optar por la fecundación in vitro”, explica Marta.
Un proceso que duró cerca de dos años y que trajo a su vida a sus dos pequeños. Ambas esperan que Mía y Max “no tengan ningún problema de cara a la sociedad”, como dice Julia. Y también desean, tal y como nos explica Marta, que en el futuro “puedan ser quienes quieran ser”.
Una importante lección que no deberían olvidar nunca, sobre todo cuando se tengan que enfrentar a un mundo en el que, a pesar de los avances, aún existe injusticia, discriminación y un largo etcétera de problemas sociales que combatir.
Por eso son tan importantes testimonios e historias como la de esta familia, que representa, como todas las de este reportaje del ‘Día de las Madres’, la gran diversidad que existe. “Se van dando muchos pasos hacia adelante, pero aún queda mucho camino. Por ejemplo, deben mejorar todos los temas administrativos”, un problema con el que ya se han encontrado y que Marta nos explica. “Al rellenar los formularios de la guardería tuve que tachar ‘padre’ unas doscientas veces para poner ‘madre’, porque en ningún lado ponía ‘progenitor 1 y 2’. Por no hablar de toda la gente que nos pregunta quién es el padre… Pero bueno, a mí personalmente me da igual. La cuestión es que hay que normalizar todo esto”.
Esperamos que llegue ese día en el que resulte indiferente tener dos madres, dos padres, padre y madre, solo uno… Y entonces no harán falta reportajes como este, que apuestan por un futuro diverso, igualitario y más libre.
FOTOS: miguelangelfernandezphoto.com
MAQUILLAJE Y PELO: ÁLVARO SANPER PARA I.C.O.N. SPAIN