Manu Blanco y Xoán Domínguez, ambos de 24 años, son los integrantes de Blanco Palamera, un dúo que apuesta por una sugerente fusión de estilos que incluyen el r’n’b, el neosoul y el chill pop. Su debut Promesas hizo honor a su título, y ahora han dado un nuevo paso en firme con Intimidade.
Aseguran que disfrutan volcando en cada nuevo proyecto unas sensaciones y un imaginario nuevos. Y confiesan que Intimidade supuso un gran reto. «Cuando terminamos Promesas, nos habíamos vaciado tanto que nos preguntamos ‘¿se puede hacer más?», recuerda Manu. No contaban con que llegaría una pandemia enseguida. «Vimos cómo estaba el mundo, y lo que hicimos fue mirar hacia adentro».
Regresaron a Galicia para vivir el confinamiento allí con la familia porque la idea de estar encerrados en Madrid en un piso, pudiendo aprovechar el entorno natural de Santiago de Compostela, les agobiaba. Y no dudaron en plantear ambos un trabajo de introspección y ver cómo plasmar lo que sentían en las nuevas canciones de Blanco Palamera. «El resultado es Intimidade«, refuerza Xoán. «Hubo momentos oscuros y otros más luminosos», continúa Manu, «pero pudimos ir currando mandándonos cosas cada uno desde su casa: beats e ideas, todo en plan supercasero, para ir dando forma al nuevo proyecto«.
«Lo malo de ser tan románticos es que luego nos llevamos unas hostias…»
Confiesan que uno de los grandes referentes del r’n’b y el soul para Blanco Palamera es D’Angelo, aunque Tame Impala también está siempre muy presente. «Nos encanta escuchar de todo para transmitir después en nuestra música una paleta de colores muy variada», dicen casi a una voz. Así se entiende que en Intimidade hayan incorporado tantos estilos distintos que dan forma al sonido de Blanco Palamera, que ya resulta reconocible.
Llamativa es su manera de transmitir una masculinidad que se aleja completamente de la toxicidad. Porque Manu y Xoán no tienen problema en compartir una sensibilidad y una fragilidad que enamora. «Menos en la portada, que salimos pegándonos», apunta Manu, y ambos se echan a reír. Xoán se pone serio: «Somos muy conscientes del mundo en que vivimos, y nuestra música nos identifica al cien por cien. Por suerte, por la educación que hemos recibido y la gente que nos rodea, tenemos una sensibilidad y una manera de ver la vida que es la que reflejamos. Y seguiremos aprendiendo».
«En la intimidad, sea con tu pareja o con un amigo, sale lo mejor y lo peor de cada persona»
Entre otras cosas, confiesan que tienen que aprender a abrirse más entre ellos. «Nos cuesta mazo», confiesa Xoán, «para eso somos más gallegos y más machos tradicionales que la hostia», y ambos ríen al compartirlo. «Pero cuando nos abrimos en canal, no es raro que terminemos llorando. Es un trabajo que vamos haciendo, porque ,al fin y al cabo, estamos viviendo un crecimiento paralelo, que para eso nos conocemos desde los catorce años y siempre nos tenemos el uno al otro«. Y ambos tienen en común que son muy románticos, algo que destila Intimidade. Lo confirma Manu: «Lo malo de ser tan románticos es que luego nos llevamos unas hostias…».
Y las hostias que, aparentemente, se dan en la –homoerótica– portada del álbum, ¿qué? «Somos muy cariñosos y nos damos amor a fuego todo el rato», explica Manu. «Y el amor es parte fundamental de Intimidade. Nos pareció superinteresante que la portada creara un contraste tan fuerte, porque pensamos que es en la intimidad, con un amigo, una pareja o quien sea, cuando sale lo mejor y lo peor de cada persona«.
También quisieron reflexionar sobre si se puede encontrar belleza en la violencia, a la que estamos tan expuestos a diario. «Visualmente ha quedado muy potente», añade Xoán. Y el nivel de exhibicionismo físico no pasa desapercibido. «Mi madre siempre me dice que por qué ando todo el día sin camiseta por ahí…», continúa entre risas. «Más que por exhibicionismo, aparecer así en la portada y las fotos de promoción es por un tema de pureza y crudeza. Y que Manu salga descalzo también tiene mucho de simbólico».
EL ÁLBUN INTIMIDADE ESTÁ EDITADO POR RASO.
BLANCO PALAMERA ACTÚA EL 20 DE MAYO EN BARCELONA (PUMAREJO); EL 27, EN SAN SEBASTIÁN (DABADABA); EL 28, EN MADRID (SHOKO) Y EL 4 DE JUNIO EN SANTIAGO DE COMPOSTELA (MALATESTA).
FOTOS: SHARON LOPEZ