Cuando la obra sigue llenando la sala principal del Lara de viernes a domingo y provoca auténticas peregrinaciones de fieles, que en muchos casos la ven una y otra vez, como si no hubiera un mañana o fuera a desaparecer de cartel –improbable después de tanto tiempo–, y tras el pelotazo que supuso en 2017 su versión cinematográfica, quisimos invitar a nuestros lectores a volver a sentarse en la butaca en una función exclusiva para ellos.
Después de haberse convertido en un auténtico fenómeno social, es momento para hacer balance y preguntarse: ¿Cuáles son los ingredientes del musical de Los Javis para mantenerse en tan buena forma? Lxs shangayers tienen más que clara la receta.
María (Nerea Rodríguez) es una joven en crisis vital que sospecha que Dios se le aparece y quiere decirle algo cuando le canta canciones de Whitney Houston. Susana (Lucía Gil y Marta Sango), su pizpireta amiga, tiene muchas inquietudes emocionales y está dispuesta a llevar hasta el final el lema de ambas: «Lo hacemos y ya vemos». Milagros (Erika Bleda y Roko) es una joven monja que no tiene claro si servir a los demás incondicionalmente es realmente su vocación. Y Bernarda (Marta Valverde) es una veterana sierva de Dios que nota que necesita reciclaje. A ellas, y a muchos más, de Richard Collins-Moore (Dios, nada menos) a los músicos involucrados en el proyecto, La llamada les ha cambiado la vida, de una manera u otra.