La carroza Sol sigue imparable en su objetivo de completar las seis etapas de la ruta Hay ganas de Orgullo de pueblo, iniciativa con la que J&B reivindica los derechos y libertades de la comunidad LGTBIQ+ a lo largo y ancho de la España rural. La imponente carroza es todo un símbolo de libertad en sí misma porque su diseño está inspirado en el icónico traje que lució José Pérez Ocaña en el verano del 83 y con la que J&B quiere revivir el legado del artista y referente LGTBIQ+ durante la Transición.
Después de hacer su puesta de largo en el Orgullo de Madrid y pasar por pueblos como Cantillana (Sevilla), Algarrobo (Málaga) y El Barco de Ávila (Ávila), el pasado 20 de agosto Sol se detenía en la localidad valenciana de Guadassuar. Allí desplegó sus alas para convertirse en un gran escenario y ofrecer una verbena de luz y de color donde no faltó la música, gracias a los djs Aliseo y Roi Porto, los shows travestis, con las actuaciones de Vania Vainilla y Casa Futura, y hasta un divertidísimo bingo LGTBIQ+, conducido por la cómica Patricia Galván. Como plato fuerte la fiesta tenía reservados el pregón y la actuación de Choriza May, artista local que actualmente, y tras cautivar a la mismísima RuPaul en la tercera temporada de Drag Race UK, se ha convertido en toda una estrella internacional.
En su emotivo pregón la drag, que acaba de lanzar su segundo hit Feeling Fruity, nos habló de su amarga experiencia por sufrir sexilio, término que hace referencia a la realidad que sufren muchas personas del colectivo que se ven obligadas a abandonar su lugar de nacimiento por su identidad u orientación sexual; pero también rindió homenaje a su pueblo, Guadassuar, que desde entonces ha crecido en diversidad y del que Choriza afirma sentirse completamente orgullosa.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo ha sido formar parte de la iniciativa de J&B Hay ganas de orgullo de pueblo?
CHORIZA MAY ⇒ Una maravilla. No me imaginaba que pudieran hacer un Orgullo en mi pueblo, mi cabeza no lo computaba. Cuando me explicaron la idea, que estaba inspirada en Ocaña… pensé “esto es una fantasía, ojalá el Ayuntamiento quiera celebrarlo” ¡Y les dejaron! Les abrieron las puertas del pueblo de par en par. Ha sido un evento que ha marcado un antes y un después en Guadassuar, y también en mi vida.
SHANGAY ⇒ Ser la primera pregonera del Orgullo de Guadassuar habrá sido emocionante…
CHORIZA MAY ⇒ Un honor, la verdad. Para mí se cerró un círculo porque de pequeña sufrí, como la gran parte del colectivo, con el bullying, con la discriminación y recibiendo el constante mensaje de que todo lo que representaba era negativo, algo que no debía ser, algo que debía esconder. Ahora es un sueño volver a mi pueblo, con treinta años, y poder celebrar todas estas diferencias que se nos achaca al colectivo, especialmente en pueblos pequeños. Y sobre todo me encanta tener la oportunidad de mostrar que la lucha y la reivindicación por la igualdad no solo está en las capitales y en las ciudades grandes; en los pueblos existimos, somos muchas, somos visibles, ¡y tenemos ganas de Orgullo de pueblo!
SHANGAY ⇒ Por lo que cuentas no tuviste una infancia y una adolescencia fáciles…
CHORIZA MAY ⇒ De pequeña tenía la suerte de vivir muy cerquita del colegio – es que en Guadassuar somos 6000 habitantes– pero, a pesar de eso, lo pasaba fatal. Salíamos de la escuela todos a la vez, y los más mayores me gritaban «mariquita, mariquita, mariquita” desde la puerta del cole hasta la puerta de mi casa. Afortunadamente, como digo, esto no duraba mucho porque vivía al lado. Más tarde llegué al instituto donde también lo pasé fatal. En aquel momento sentía la necesidad de empezar una nueva etapa, de encajar en nuevos grupos en los que hacerme un poco invisible para que no se dieran cuenta de mi condición y no me dijeran nada. El instituto estaba en el pueblo de al lado y para llevarnos a los cuatro estudiantes que éramos de Guadassuar nos recogía un coche en la misma plaza donde ahora he dado el pregón. No fue hasta el mismo momento en el que estaba dando el pregón desde la carroza de J&B, cuando vi la plaza abarrotada y me di cuenta de que, ¡hostia!, era ahí donde lo había pasado tan mal, con un nudo en la garganta y en el estómago, porque no quería ir al instituto. De repente estaba en el mismo sitio, pero el sentimiento era el contrario: no quería ser invisible, no lo estaba pasando mal, estaba arropada por mi pueblo celebrando el Orgullo y siendo más visible que nunca. ¡La tortilla se había dado la vuelta!
SHANGAY ⇒ ¿Siempre tuviste claro que querías salir de tu pueblo para poder ser quien realmente querías ser?
CHORIZA MAY ⇒ ¿Sinceramente? Sí. Por eso llegó un momento del instituto en el que decidí centrarme en los estudios para sacar buenas notas, poder escoger una carrera e irme. Lo estaba pasando mal y necesitaba escapar. Guadassuar es un pueblo muy pequeño donde no hay ni autobuses ni trenes para ir al pueblo de al lado, menos aún para ir a una ciudad. Siempre me tenían que llevar a todas partes. Dependía mucho de un entorno que no me favorecía demasiado, así que en el momento que pude dije “me voy”. Me fui enfadado, con rabia, pero con el tiempo me prometí que no iba a dejar que ese niño enfadado y con rabia tomase las decisiones, el rencor no tenía cabida para ser quien quería ser. Cuando volví al pueblo, cuando me perdoné, y también perdoné al pueblo, me centré en ser visible y estar ahí para ayudar a las futuras generaciones del colectivo.
SHANGAY ⇒ En el pregón también estuvo tu abuela, que era la primera vez que te veía actuando en directo. ¡Qué momentazo!
CHORIZA MAY ⇒ Fue super bonito. Además, mis padres, que son unos cabrones, guardaron la sorpresa y no me dijeron que iba a estar allí. De repente llego y veo a mi abuela, con el carricoche que lleva porque no puede andar muy bien, llorando y llorando, y digo “la madre que la parió”. Yo cuando voy montada no lloro, porque el maquillaje cuesta mucho trabajo, pero ese día me harté a llorar. Fue muy especial. Mi abuela también lo pasó mal de joven porque su hermano era gay. Cuando llegó de la mili su padre lo echó de casa y se tuvo que ir a Madrid. Él fue otro ejemplo de sexilio. Mi abuela tenía mucho miedo de que a mí me pasase lo mismo y siempre fue muy dura con mi padre, repitiéndole que me quisiese, que me tratase bien y que no me hiciera lo que su padre le había hecho a su hermano. Por eso estoy convencida de que, gracias a mi abuela, mi padre siempre me aceptó más fácilmente. Durante mi pregón, mi abuela estaba disfrutando, yo creo que porque se dio cuenta de todo lo que han cambiado las cosas, y de lo que le habría gustado a mi tío abuelo estar allí para verlo.
SHANGAY ⇒ Qué bueno tener una aliada tan feroz.
CHORIZA MAY ⇒ Sí, es que mi abuela es una maravilla. Siempre se ha preocupado en escucharme y no ha dejado que su mala experiencia le condicionase en su relación conmigo. A veces el miedo y el exceso de protección hacia los que más queremos, hace que acabemos hiriéndoles. No ha sido nuestro caso. Verla en el pregón significó mucho, fue mágico.
SHANGAY ⇒ ¿Qué respuesta has tenido de tus paisanos?
CHORIZA MAY ⇒ Ese día fue guay porque entre que hice el pregón y actué estuve hablando y haciéndome fotos con mucha gente. Se me acercaron personas más mayores que yo, que no conocía aunque también eran del pueblo, y me contaron sus historias de sexilio, algunas terribles. Alguien me dijo: «hemos vuelto al pueblo hoy para ver esto, no nos lo podíamos creer». Mi madre también habló con muchas otras madres que le dieron la enhorabuena y le pidieron consejos. Fue un día muy bonito para todos.
SHANGAY ⇒ Vamos a ponernos en modo Ru Paul en Drag Race: ahora que has triunfado y que has podido conseguir muchas de tus metas, ¿qué le dirías a tu yo de la infancia, el pequeño Adrián?
CHORIZA MAY ⇒ Que se espere porque todo va a mejorar. También lo dije en el pregón: Si el pequeño Adrián pudiera ver por un agujerito en lo que se va a transformar su pueblo estaría muy orgulloso de sus raíces. Así que le diría que lo estará, que tenga paciencia; que estar fuera del pueblo le va a ayudar a entender que por cuatro gilipollas no tiene que renunciar de sus raíces, que sus raíces son suyas. Que aunque es un pequeño pueblo, no tiene que dejar de soñar grande. Que sueñe, que al final todo se le va a cumplir si trabaja mucho, le pone ganas e ilusión y consigue salir de esa rabia y enfado que tiene.
Tras el inolvidable pregón de Choriza May en Guadassuar, la carroza Sol de J&B sigue el viaje y hará su quinta parada en Pola de Allande (Asturias), el próximo sábado 27 de agosto, donde ejercerán de pregoneros de excepción los protagonistas del primer matrimonio homosexual que se celebró en España, Emilio Menéndez y Carlos Baturín que se casaron el 11 de julio de 2005 en Tres Cantos (Madrid).
Se habilitarán transportespara llevar a Pola de Allande a todos aquellos que quieran unirse a la celebración (bajo reserva previa en [email protected]). Quien haga uso de ellos estará invitado a una consumición. Estos son los detalles:
27 de agosto de 2022
BUS 1
17:00 Gijón – Gota de Leche
17:30 Oviedo – RENFE
18:30 Tineo – Estación de Autobuses
19:15/19:30 – Pola de Allande
BUS 2
17:00 Gijón – Gota de Leche
17:30 Oviedo – RENFE
18:45 Cangas del Narcea – Estación de Autobuses
19:15/19:30 – Pola de Allande
Hora aproximada de regreso: 01:30.
Para finalizar, la sexta parada será elegida de entre todas las peticiones recibidas en www.hayganasdeorgullodepueblo.com.