Cuenta Clàudia Cedó, responsable del texto, dirección y dramaturgia de Madre de azúcar, que la obra “nace de la experiencia durante dieciséis años en Escenaris Especials, un proyecto en donde hacemos teatro con actores y actrices con diversidad funcional (personas con autismo, enfermedad mental, parálisis cerebral, diversidad intelectual, física o sensorial)”.
En las clases, Cedó se dio cuenta de que el tema de la maternidad era recurrente, aparecían siempre en las improvisaciones una madre, un parto, una familia, unos hijos…
Así que Clàudia Cedó habló con algunas de las actrices sobre la maternidad. ¿Se habían planteado ser madres? Tres años después, la función Madre de azúcar es una realidad, en la que se han implicado de manera activa algunos de los actores que la protagonizan.
Entre los actores de Madre de azúcar está Andrea Álvarez. “Es un honor formar parte de ella, está siendo la experiencia más importante de mi vida”, asegura la actriz que da vida a Cloe. Andrea cree que “es importante que se conozca la historia de Cloe, una mujer que quiere ser madre, pero tiene discapacidad y no puede, por que está en un piso de una fundación… Hay muchísimas Cloes y muchas historias muy parecidas a la suya que se tienen que contar”.
¿En qué se identifica Andrea Álvarez con su personaje, que tiene 27 años, discapacidad intelectual del 65% y tiene el deseo de ser madre? “Nos parecemos en cuanto al viaje vital que hace. Yo antes vivía con mi familia, entré a vivir en la Fundación Ramon Noguera cuando tenía 23 años y ahora vivo con compañeros de piso y trabajo en un centro ocupacional».
Continúa Andrea: «Desde que tomé la decisión de trabajar para ser actriz profesional, parecía que no lo conseguiría, que sería muy difícil compaginarlo con mi día a día en la fundación. Pero lo he conseguido”, y no puede estar más feliz. “Siento que me he empoderado. Siempre había soñado con ser madre y me hace muy feliz este pensamiento, aunque a la vez me dé muchísimo miedo”.
Para Álvarez es muy importante que se dé voz a las personas con diversidad funcional gracias a obras como Madre de azúcar. “Invita a reflexionar”, afirma. “Y, quién sabe, quizá también pueda ayudar a que se modifiquen ciertas leyes”. Sin duda, una función que no deja indiferente.
Madre de azúcar tiene el honor de inagurar la temporada teatral en el madrileño Teatro Valle-Inclán del Centro Dramático Nacional.
Una función que habla de una realidad que toca a sus actores muy de cerca, y a ellos les hace muy felices que también invite a reflexionar a los espectadores que acudan a verla.
LA OBRA MADRE DE AZÚCAR SE REPRESENTA DEL 23 DE SEPTIEMBRE AL 9 DE OCTUBRE EN EL TEATRO VALLE-INCLÁN DE MADRID (PZA. LAVAPIÉS, S/N) DEL CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL