Son 17 víctimas: Steven Hicks, Steven Tuomi, Ricky Beeks, Joseph Bradehoft, Jamie Doxtator, Richard Guerrero, Anthony Hughes, Oliver Lacy, Errol Lindsey, Ernes Miller, Anthony Sears, Konerak Sinthasomphone, Edward W. Smith, Curtis Straughter, David C. Thomas, Matt Turner y Jeremy Weinberger. 17 víctimas que tienen algo en común: eran invisibles en la sociedad del momento.
Cada uno de ellos tenía su historia, sus sueños, gente que le quería y que todavía le quiere. El primero de ellos, Steven Hicks, iba a un concierto de Pegasus en Chippewa Lake Park cuando se encontró con Dahmer. Nunca llegó. La serie Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer relata cada uno de los diecisiete crímenes cometidos por el asesino de Milwaukee.
Las personas asesinadas pasaron a ser recordadas como víctimas, como una masa de nombres sin individualidad, homogéneos, indistintos, olvidables. El protagonista de las muertes, en cambio, fue ‘fetichizado’, su modus operandi, su personalidad… ¿Por qué esta injusticia? Como siempre, no existe una única razón, pero tampoco la responsabilidad de las muertes es solo de un individuo.
https://www.youtube.com/watch?v=XGTrtPATyPs
La ceguera social y la negligencia policial de la época lo favorecieron, y en la serie se recalca la escasa atención policial a este caso. La iniciativa de Netflix es clara desde el principio. El racismo y la homofobia son las principales causas que permitieron al asesino matar a 17 personas. Bajo las identidades de negro, indio americano u asiático, y homosexual, las víctimas fueron categorizadas en una época conflictiva. La policía no los escuchó, nadie lo hizo a tiempo.
Con esta serie, la intención no es hacer daño al protagonista ni a su familia; es elevar las voces de las víctimas, que fueron silenciadas, y resaltar las injusticias raciales que permitieron a Dahmer seguir matando impunemente. Tratar de construir un homenaje; porque esto justamente es lo que hace el arte: construir memoria, como el que iba a ser un parque memorial de los asesinados por Dahmer allí en su casa de la calle Oxford, pero que nunca se construyó.
A falta de piedra y cemento, que sea la pluma la que se ocupe, o en este caso la cámara. Por supuesto, Netflix cuenta la historia de Jeffrey Dahmer, pero no empatiza con él. Desde el principio, se cuenta la historia de las víctimas y del proceso judicial que se cierne sobre él. Además del sufrimiento que pasan los familiares, tanto de unos como de otros, y también la ira y la tristeza de la gente que por su color de piel fue silenciada.
Una de las protagonistas más señaladas en la serie fue Glenda Cleveland, vecina del asesino durante años que experimentó el miedo por saber qué ocurría en el piso de al lado. Llamó numerosas veces al 911 pero nunca fue escuchada. La policía la silenció por ser negra. Su personaje se transforma después de que Dahmer fuera detenido, y se convirtió en alguien que luchó por que se recordara a las víctimas y, sobre todo, por elevar la voz de la comunidad negra en Estados Unidos.
“Es como si la nuestra gente no importara, no importa lo que hagamos, lo alto que gritemos… Ellos nunca nos escuchan”, dice en la serie al reverendo Jackson antes de romper a llorar.