Pink Festival aplaza la celebración de los dos eventos previstos en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife en noviembre debido a la imposibilidad de garantizar el montaje de los diferentes espectáculos en tiempo y forma.
El importe de las entradas ya vendidas para los diferentes espectáculos en las dos provincias será inmediatamente devuelto.
Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife iban a acoger durante cuatro días de noviembre la primera edición del Pink Festival, un compendio de propuestas culturales desde la perspectiva LGBTIQ+ que se desarrollarán en las dos ciudades.
El festival tenía que recalar del 2 al 6 de noviembre en la capital grancanaria de la mano del Carnaval, exponente del respeto y la tolerancia ante la identidad de género, en un gran recinto de construcción exclusiva con elementos reciclados, con una marcada y original identidad, en el Parque del Estadio Insular de la capital.
En el caso de Santa Cruz de Tenerife, el área de Igualdad municipal iba a auspiciar la celebración de este encuentro diverso, en el recinto creado ad hoc en el parking del Palmetum.
Supondrá un crisol de propuestas artísticas teatrales, musicales, literarias y plásticas con el que descubriremos próximamente cuáles son las inquietudes que mueven a un colectivo tan diverso e inquieto.
Pink Festival recoge el testigo de la trayectoria de aperturismo que siempre ha identificado a Las Palmas de Gran Canaria y a Santa Cruz de Tenerife, y propone un nuevo evento que une a las dos capitales con un hilo arcoíris común, para ser escaparate de la diversidad creativa de la comunidad LGTBIQ+.
Pink Festival, muestra de la creación comprometida con la visibilidad del colectivo, es un proyecto que nace con objetivos de sostenibilidad y vocación de permanencia. Un modelo que articula un evento que cumple con los estándares planteados en la agenda 2030 en las dos capitales canarias. Y que, desgraciadamente, ha tenido que ser aplazado de momento.
Clapso Producciones lamenta los inconvenientes que el aplazamiento haya podido causar, debido a impedimentos que escapan de su control, y anunciará, en cuanto estén decididas, las nuevas fechas.
Informados los dos ayuntamientos, patrocinadores, colaboradores privados e invitados del festival, y tras explorar otras fórmulas que permitieran mantener las fechas para las dos citas, se ha llegado a la conclusión de que la solución es un aplazamiento que garantice la celebración de Pink Festival como el gran festival de cultura LGTBIQ+.
Todas las partes implicadas han puesto lo mejor de sí para conseguir llegar a tiempo, pero la insularidad ha jugado en su contra. Así que tendremos que esperar para descubrir lo que tiene que ofrecer la primera edición del Pink Festival.