DE GOLPE Y POLLAZO
Nos veíamos bastante a menudo. De hecho, se podría decir que nos veíamos de un polvo para otro, porque siempre nos veíamos para eso. Teníamos muy poco en común, quizá lo único que nos unía era esa ansia incesante de seguir dándonos placer el uno al otro y sabíamos que, lo propusiera quien lo propusiera, la respuesta por parte del otro sería siempre sí. Posponíamos todo lo demás para vernos, fuera lo que fuera, pues no había nada más importante en ese momento, fuera lo que fuera… Pero como ocurre con todo, un día, de golpe y “pollazo” hubo algo más importante para él que el vernos. Me dijo que no podía ese día, que tenía “un compromiso ineludible”. No le di ni importancia ni vueltas a aquello. Soy experto en descifrar eufemismos y ese supe interpretarlo al segundo de leer el mensaje de texto que me envió. Aquella fue la última vez que hablamos. Estaba claro que el roto de Julio había encontrado su descosido, y que yo había sido simplemente un parche para él…
Poemas y relatos cortos escritos por el escritor y docente Juan Carlos Prieto Martínez
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ILUSTRACIÓN: David Rivas