'Próximo', la historia de dos hombres en busca del amor, vuelve a Madrid

Temas: Claudio Tolcachir, Teatro

Desde su estreno en Buenos Aires, en 2017, Próximo no ha parado de cosechar grandes críticas.

Este emotivo texto que indaga sobre la identidad, la soledad, nuestro miedo a mostrarnos y el cambio de paradigma en las relaciones, presenta en escena a Mario, un chico argentino que vive en Australia, y a Elías, un joven actor español que está en Madrid.

 

La Sala Mirador presenta Próximo nuevamente en Madrid, interpretada, como siempre, por Lautaro Perotti y Santi Marín.

Los dos protagonistas van desarrollando una historia de amor marcada por la lejanía física, y poco a poco cada uno se convertirá en lo único que el otro tiene en el mundo, pero siempre lejos, sin tocarse.

Según Claudio Tolcachir, la obra nace del instante cuando la comunicación se corta, se rompe la falsa sensación de ocupar el mismo espacio y la soledad lo inunda todo. Pero también es la construcción de un vínculo aceptando esa distancia, construyendo sobre ella. La experiencia de estar lejos de todo, de vivir las emociones más intensas sin cuerpo presente: nacimientos, muertes, amor, sexo.

Tras su estreno en Madrid en 2017 en el Teatro de La Abadía (dentro de la programación del Festival de Otoño), publicamos la siguiente crítica, que aquí recuperamos.

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El teatro contemporáneo en español está de moda, y autores y directores argentinos consagrados como Claudio Tolcachir siguen despertando emoción en nuestras salas. Esta vez lo hace con Próximo, una deliciosa pieza en la que se tocan grandes temas de actualidad, como emigración, desapego o desigualdad, a la vez que se investiga en la huida de la soledad y en nuevas formas de entender el amor.

El planteamiento es simple. Pablo (Lautaro Perotti), un argentino que malvive en Australia, y Elías (Santi Marín), un actor de éxito madrileño, ambos sin relaciones íntimas, utilizan las redes sociales para volver a creer en el amor.

La forma en que se presenta Próximo es un tanto desconcertante, ya que en la escenografía de Sofía Vicini se mezcla una fría carretera de cómic con objetos cotidianos, que ayudan en esta larga interacción teatral por Skype.

Todos hemos vivido relaciones a larga distancia e Internet hace que todas se asemejen, pero a la vez son tan individuales que no hay referencias para definir esta nueva sociedad privada. Los actores usan todos sus recursos en un difícil duelo donde se comparte espacio, pero nunca se cruza una mirada.

Perotti encarna con maestría al amoroso chaval que se aventura en un mundo al que no pertenece, mientras que Santi Marín se mueve en un límite más frío, donde el éxito no impide que la soledad le abrume. Bravo a este canto a la globalización de la pasión, donde la valentía de Tolcachir descubre partes íntimas del ser humano poco acostumbradas a ser observadas. ⭐⭐⭐⭐⭐