Con Yo quisiera, Alice Wonder se ha convertido en una de las participantes más llamativas, por diferente, de esta edición 2023. Y una de las favoritas inmediatas a ganarlo. Precisamente porque, de primeras, la suya es una de las propuestas menos eurovisivas.
«Es muy raro todo», dice sonriendo Alice Wonder. Porque está viviendo una experiencia totalmente nueva para ella, e inesperada. «Son tantos años de ver a artistas viviendo esto y, de repente, eres tú la que está ahí; es fuerte«.
En un Benidorm Fest con más visibilidad LGTBIQ+ que nunca, Alice Wonder aporta con Yo quisiera su grano de visibilidad no binaria. Le preguntamos nada más empezar qué pronombres prefiere, y dice que los femeninos son los que suele usar. «En realidad, me siento cómoda con todos los pronombres, puedes utilizar los que quieras. Me gusta dejar esa libertad, para que, según me veas, me digas de una forma u otra».
SHANGAY ⇒ ¿Qué has aprendido sobre ti misma en lo que llevas vivido de esta experiencia?
ALICE WONDER ⇒ Que tengo más fuelle del que creía. Creo que es algo que le pasa a cualquier persona mínimamente exigente, que tendemos a hundirnos un poco. Últimamente, me sorprende mi capacidad de aguante. He trabajado mucho hasta ahora, y entre medias me pegué un tortazo con la bici que casi me quedé en el sitio. Pues aquí estoy, de frente, aprendiendo mucho de todo lo que veo a mi alrededor.
«Estoy preparade para ir a Eurovisión, y a la vez no»
SHANGAY ⇒ ¿Alguna vez te visualizaste metida en un lío como este?
ALICE WONDER ⇒ Nunca. Sí había pensado en dar un clic diferente a mi música, hacer algo transgresor, entre lo más indie y el pop. Soñaba con algo grande, pero nunca con que tuviera tintes eurovisivos [risas]. Pues esto es lo que la vida ha querido para mí.
SHANGAY ⇒ ¿Has llegado a soñar algún día que vas a Eurovisión?
ALICE WONDER ⇒ No. Pero recuerdo, siendo pequeña, con cuatro o cinco años, un día en el sofá con el mando de la televisión, me puse a cantar con los ojos cerrados y tuve una visión: me vi ante un público inmenso, que se perdía en el horizonte. Fue una sensación superintensa, como un déjà vu. Y ni siquiera soñaba con dedicarme a la música. No sé, siento que estoy preparade para algo así. Y a la vez no, es raro.
SHANGAY ⇒ Leí hace poco un tuit que decía «Alice Wonder tiene mirada de ganadora de Eurovisión»…
ALICE WONDER ⇒ [Risas] La ensayo todas las mañanas cuando me miro en el espejo por la mañana, como Zoolander pero para Eurovisión.
SHANGAY ⇒ Menudo susto con tu caída de la bicicleta…
ALICE WONDER ⇒ Ya ves. Perdí el conocimiento, el labio abierto por la mitad, llena de sangre entera… Unos amigos habían soñado días antes que me moría, así que cuando me vi en la ambulancia pensé «pues ya estaría, me voy a otro planeta». Me preguntaron a qué me dedicaba, ahí medio yonqui en la camilla, y lo único que acerté a decirles fue «Benidorm Fest». Claro, me toqué el labio, que me ardía, y pensé que no iba a poder cantar, y también se me abrió un dedo, y temí que no pudiera tocar la guitarra tampoco. La verdad es que me lo tomé en plan zen, como si me hubiesen dado unos días de vacaciones, pero menuda jodienda.
«Es guay ver que ahora me consideren cool y me halaguen por ser diferente»
SHANGAY ⇒ ¿Cómo te tomas que se te considere una de «las raras» de este Benidorm Fest?
ALICE WONDER ⇒ Me hace gracia. Con la de marrones que me he comido en la vida por ser diferente desde pequeña, es guay ver que ahora me halagan por serlo y me consideran cool.
SHANGAY ⇒ Este año, además, contribuyes a visibilizar la diversidad como artista no binarie…
ALICE WONDER ⇒ Total, me encanta que tanto el Benidorm Fest como Eurovisión sean tan queer. Creo que voy a despistar bastante con mi género. Antes, cuando llevaba el pelo largo, físicamente era más chica y la gente me trataba como una, me rebelaba sintiéndome más chico. Y ahora que todo el mundo da por hecho que soy un chico, de pronto me pongo una falda.
Estoy todo el rato en el límite; o me siento chica lesbiana o chico gay; cada día, una cosa. Y me parece que la gente, sin terminar de entenderlo, lo entiende y lo asimila rápido cuando me conoce. Anda que no he ligado yo con gais ni nada [risas]. Ahora mismo ya tengo mi parcelilla de amor cubierta, pero me llevo a cuatro maromos conmigo que seguro que estarán felices de abrirse al amor benidormiano.
SHANGAY ⇒ ¿Te llamó la atención que Yo quisiera chocara tanto y la vez se convirtiese de inmediato en una de las favoritas?
ALICE WONDER ⇒ Realmente, de esas cosas me entero porque me las decís vosotros [risas]. Estoy feliz porque es una canción muy importante para mí, que hice en un momento crucial. Si viese mucho hate con una canción que significa tanto para mí sería difícil remontar. Aunque no me derrumbaría, es verdad que sería un shock. Que guste tanto me da energía de cara al show.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué es tan importante para ti?
ALICE WONDER ⇒ Nació de una improvisación, en un momento el año pasado que necesitaba soltar. Después de enterarme de una cosa bastante potente, de esas cosas que al tenerlas en tu entorno te cae como una pedrada en el estómago. Me puse al piano y la letra fue fluyendo: «Yo quisiera parar el tiempo y volver atrás»…, a cuando no sabía eso todavía y mi vida era más liviana. Pero el mundo tiene muchas artistas, y el ser humano, grandes oscuridades y también virtudes; y nadie me ha enseñado a gestionar todo eso. ¿Que qué fue lo que pasó? Bueno, desgracias humanas…
FOTOS: GRADY DRUMMOND
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