Félix Gómez: "Estamos en un momento en el que cada uno sale del armario cuando quiere, no hay por qué dar explicaciones"

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Nos encontramos con el actor Félix Gómez en uno de los hoteles más particulares, interesantes y sofisticados de la capital, el nuevo UMusic Hotel Madrid, que además de estar repleto de atractivos detalles, elementos musicales y todo tipo de comodidades, alberga en su interior el histórico Teatro Albéniz, donde actualmente se representan algunos de los mejores espectáculos de la ciudad.

Este increíble espacio es testigo de nuestro reportaje con el actor sevillano que, a pesar de disfrutar de cada uno de los rincones del hotel, nos confiesa que “no soy especialmente quisquilloso con los hoteles, busco que sean cómodos, limpios… Y que tengan un buen desayuno”, cuenta entre risas. “Yo me despierto con ganas de desayunar mucho, así tengo energías para pasar el día”, nos dice Gómez.

Probablemente, estos días necesite de esos buenos desayunos porque se encuentra en una etapa de mucho trabajo, y mucha felicidad. “Estoy en un muy buen momento. Da miedo decirlo en voz alta por si los dioses se enteran y quieren darle la vuelta”, bromea. “Tengo una serenidad que es muy bonita. Yo venía de una época convulsa, de vivir entre España y Estados Unidos, y ahora he vuelto a la calma. Una calma que me hace disfrutar del momento, y de cosas que, a priori, no esperaba”, nos cuenta, haciendo referencia a su incorporación a la nueva temporada de la serie La que se avecina.

“Yo no había hecho ese tipo de comedia y no las tenía todas conmigo de que fuera a saber hacerlo. Era una serie que lleva muchos años, yo llegaba nuevo, y tenía muchas dudas. Pensaba que la iba a cagar, y todo lo contrario. Todo el equipo, y sobre todo mis compañeros, Pablo Chiapella y Carlos Areces, me recibieron con los brazos abiertos, poniéndomelo súper fácil, dándome las claves, apoyándome… Y al final lo he disfrutado un montón”, explica con una sonrisa de oreja a oreja.

En un salto de género, y sin pisar el freno, Félix Gómez también ha estrenado estos últimos meses en TVE la serie Fuerza de paz, un thriller en el que da vida a un militar desplazado a Guinea Ecuatorial. “Es una gran serie, con un repartazo y una producción brutal. Deberíamos estar orgullosos y cuidar ese tipo de producciones”, nos dice, soltando una pullita por el tratamiento que ha recibido la serie por parte de RTVE.

La compañía pública estrenó la ficción al completo en su plataforma digital y, en diciembre, la emitió en abierto en tandas de cuatro capítulos. Una estrategia extraña, que perjudicó que la serie calara en el público. “Así te cargas la serie, porque son capítulos largos, tú no puedes tener al espectador tres horas seguidas… A mí me parece una equivocación, imagino que vendrá de alguna estrategia presupuestaria o cosas así, que tenga sentido. Pero de cara al espectador y al servicio público, no lo tiene”, sentencia. “Creo que se nos está olvidando que RTVE es pública, y tiene que ser un servicio público…”.

Por suerte, son muchas las personas que han disfrutado de Fuerza de paz en la plataforma digital, y han descubierto un thriller en el que también se plasma la realidad del colectivo LGTBIQ+ en las fuerzas armadas. “Aurora –creadora de la serie– tenía muy claro que quería contar esto, que se viera, porque esto existe. En las fuerzas, en la policía, en la guardia civil…, así que vamos a contarlo. Y quería que no le diéramos mayor importancia, es un thriller con una investigación, y mi personaje y el de Alfonso Bassave son una pareja homosexual, ya está. No le damos mayor importancia”, explica, poniendo en evidencia la evolución de la representación del colectivo en la ficción.

“En la serie Herederos, en 2007, mi personaje era bisexual y vivía su sexualidad en el tormento. Ahora la sociedad ha cambiado un montón, y es guay que estemos normalizándolo. Por eso me gustó el personaje de Alfredo en Fuerza de paz, porque es un tío homosexual en el ejército que no se esconde. Ser gay no es el conflicto de su trama”, cuenta orgulloso de su trabajo. “Estamos en un momento en que cada uno lo cuenta cuando quiere, la gente no va dando explicaciones, no hay por qué hacerlo”, dice, y continúa diciendo que, a pesar de estos avances, todavía queda mucho trabajo por hacer respecto a los derechos del colectivo LGTBIQ+ y su visibilización.

Además de estas dos series, el actor tiene pendiente de estreno otra en la cadena pública, La caza: Guadiana; y el rodaje de varias películas. Definitivamente, no para.

No sabemos cómo lo hace para sacar algo de tiempo libre para descansar o hacer algún viaje. “Ahora estoy un poco perezoso de viajar fuera, porque me he comprado una casa en la montaña, que era un sueño que yo tenía, y me retiro allí. El último viaje grande lo hice el año pasado, y fue a Perú, era otro sueño que tenía. Tenía muchas ganas de conocer Machu Picchu, me interesa toda esa unión con la madre tierra, tengo mucha conexión con todo eso. Fue un viaje maravilloso. Ahora tengo viajes pendientes, quiero visitar Escocia, que está cerquita, y me gustaría hacerlo esta primavera, en algún hueco entre rodajes; y Nueva Zelanda, pero aquí quiero ir en su primavera/verano, porque ya fui a Australia en invierno y, aunque es increíble, con el frío parece que cuesta más estar todo el día fuera”, nos explica.

Con mucho trabajo, viajes pendientes y, sobre todo, tal como refleja su sonrisa, mucha serenidad. Así nos despedimos de Félix Gómez.