Eduardo Navarrete: "No soy un sex symbol, pero ahora tengo más seguridad en mí y estoy ligando muchísimo"

Temas: Cirugía, Diseñador, Eduardo Navarrete, Maestros de la costura, Moda

Siempre que Eduardo Navarrete cruza las puertas de Shangay, un pequeño huracán revoluciona la redacción. Él es así. Contagia su buena energía con besos, abrazos, anécdotas y mucho humor.

Pero en esta ocasión, más allá de esa inconfundible aura de buen rollo, el diseñador se muestra algo nervioso. Quizá sea porque este reportaje es muy importante para él, no solo por ser el absoluto protagonista de nuestra portada. “Shangay es casa, es familia, y me encanta. Es algo que me hace mucha ilusión”, nos cuenta agradecido.

También por lo que esta entrevista significa. “Con esta portada quiero contar mi liberación, dejando atrás los complejos, y hablar del gran cambio que ha dado mi vida. Yo antes sentía que lo tenía todo, pero me faltaba sentirme bien conmigo mismo”, confiesa.

Con este antes y después, Navarrete se refiere a su paso por las manos del cirujano plástico Miguel Fernández Calderón que, tal y como dice nuestro entrevistado, “me ha cambiado la vida”.

Fue hace casi un año cuando el alicantino acudió al director médico de Sculpture Clinic para someterse a una cirugía de contorno corporal. “Me he hecho de todo, como si me hubieran puesto otro cuerpo”, bromea. “Tengo una liposucción con marcación abdominal, transferencia de grasa de la cara interna de los muslos, el abdomen y la espalda, que me pusieron en la zona superior del pecho, el culo, bíceps, tríceps, hombros…”.

Intervenciones cuyos resultados se pueden apreciar solo con mirar sus fotos, y que han provocado un punto de inflexión en su vida. “Ahora me quiero yo. Antes me quería por lo que genero, por lo bien que me va, por mi trabajo, mis amigos… Pero ahora me quiero yo mismo. Estoy tranquilo, mi vida ha cambiado”, explica. “Esto no lo contaba antes, pero yo tenía un complejo muy grande. A mí me ha llamado Amenábar en verano para ir la piscina de su casa, y yo, hasta que no caía el sol, no iba. Me daba vergüenza, no me iba a quedar en bañador, no me sentía bien… Y esto me ha cambiado la vida”, nos cuenta con total sinceridad.

No obstante, Eduardo deja claro que “esto no es apología de la cirugía estética. Hay otros métodos para superar esos complejos. Yo fui al psicólogo antes de operarme, pero un día estaba llorando delante de la terapeuta y me di cuenta de que realmente lo que yo necesitaba era esto”, explica.

No todo ha sido a golpe de bisturí. El que fuera concursante de Maestros de la costura ha puesto de su parte con cambios de hábitos en su día a día. “En el momento en que te vas a crossfit un domingo, tu vida ha cambiado”, nos cuenta entre risas. “Sí he empezado a hacer otro tipo de cosas, estoy saliendo menos, comiendo mejor… Estoy dentro de otra dinámica, he empezado de cero”.

Este punto y aparte ha repercutido en muchos aspectos de su vida, “hasta para ligar”, deja caer. Y, evidentemente, nos pica la curiosidad… “Toda esa poca vergüenza que yo tengo a la hora de hablar con alguien, ahora la tengo también para ligar. Y estoy ligando muchísimo… No quiero decir que yo sea un sex symbol, para nada, pero ha cambiado la manera en la que me enfrento a la otra persona, porque tengo más seguridad en mí”, nos cuenta.

A pesar de este éxito con los hombres, nuestro protagonista está en un punto de su vida en el que no quiere pareja. “No quiero novio, no quiero nada, porque me siento pleno. Tengo mi trabajo, mis amigas, entro, salgo, me voy de viaje. Hay veces, algún domingo por la tarde, que pienso que sí me gustaría estar con alguien. Pero es que no, cojo, me voy a casa de algún amigo y ya está. Estoy disfrutando de la soledad”, dice con rotundidad, aunque con ciertos matices. “A lo mejor mañana conozco a alguien… Yo he dicho que no quiero novio, no que esté cerrado al amor, que no es lo mismo”, rectifica.

Y además, nos cuenta que, respecto a este tema, tiene una asignatura pendiente. “Tengo que aprender a querer bien, porque yo he sido muy celoso, muy acaparador, he sido horrible… Y ahora que me quiero, creo que voy a poder querer de otra manera”, dice con total honestidad.

No todas las novedades que trae Eduardo Navarrete se pueden observar en sus posados para este reportaje. El diseñador también está a punto de sacar su nueva colección dentro de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. “La voy a presentar en la pista de patinaje Rolling, que es algo que no se había hecho antes, con todos los modelos patinando, hasta yo voy a patinar. Además, la pista tiene un rollo ochentero chulísimo. Y estará mi Terremoto [de Alcorcón] cerrando el desfile con un vestido que va a ser la caña”, nos adelanta.

Un desfile que seguro nos remite al verano, y no solo porque predominarán los trajes de baño. “La colección está inspirada en Torrevieja. Yo soy de allí, me he bañado en sus playas, allí he veraneado con mi familia… Tiene elementos característicos de la ciudad, hasta sombrillas de toda la vida. Hemos hecho vestidos y piezas desmontando esas sombrillas con flecos como las que tenía mi madre en la piscina. Es muy divertido”, nos explica.

Una ciudad a la que regresará, como muy tarde, a finales de abril, para celebrar la segunda edición del evento de moda Torrevieja Weekend, que vuelve tras el éxito del año pasado. “Vamos a hacerlo aún más grande, con un enfoque muy guay, y llevaré al diseñador Maison Mesa”, cuenta orgulloso.

Estos son solo algunos de los proyectos que tiene entre manos Navarrete, y pruebas evidentes de su ascenso en el mundo de la moda, “y en el star system en general”, añade. “A mí lo que más me gusta es que me digan diseñador… Eso era algo que me daba miedo porque, como me gusta la farándula de la televisión, pensaba que iría a un programa y solo me conocerían por eso. Porque la tele me gusta, pero estoy ahí por ser diseñador, y que la gente me reconozca por mi trabajo me hace muy feliz”, confiesa.

Y nos explica también cómo ha logrado ese equilibrio entre su participación en diferentes realities, su carrera en las pasarelas y la gestión de su agencia de comunicación 15 segundos. “Si solo saliera en la tele, igual mi imagen sería diferente. Pero yo no paro de hacer desfiles y colecciones. Primero, porque me gusta y, segundo, porque me va bien. Compagino todo, y puedo hacerlo gracias a un equipo estupendo con el que trabajo cada día”, nos cuenta.

Si miramos hacia el mañana, Eduardo Navarrete quiere quedarse como está: “No pido nada. Mentiría si digo que quiero más serenidad, porque en mi mundo no puede haber serenidad, no sería yo”. Eso sí, “yo me voy a volver a operar, no sé de qué, pero en cuanto pueda, algo me haré”.