Asegura Juan Carlos Ahijón que hay muchos Balis en Bali, y él ha ido descubriéndolos junto a su chico desde que se instalaron allí hace un año. Nos dice que disfrutan muchísimo viajando por la isla y empapándose de sus distintos ambientes.
Incluido el LGTBIQ+, porque sí hay locales y propuestas dirigidos a las personas del colectivo. De hecho, entre los dos decidieron crear una agencia de consultoría para que el turista LGTBIQ+ conozca todas las referencias nada más llegar.
La vida te da sorpresas, y el madrileño Juan Carlos Ahijón es de los que saben sacarles el máximo partido. Solo así se explica que lleve ya un año viviendo con su chico en Bali, “siendo Madrid la ciudad que más amo en el mundo”, apunta.
Tras trabajar durante veinte años para multinacionales, ocupando puestos directivos, en 2022, cuando cumplió los 45, decidió emprender una nueva aventura. “Monté mi propio proyecto de consultoría de retail, creación de marcas y marca personal, Convenientmadrid. Y se abrió una nueva posibilidad que nunca antes me había planteado: la de poder trabajar desde cualquier parte del mundo. Se lo planteé a mi chico, porque era una oportunidad singular, para ver si le apetecía probar otra manera de vivir. Como él se dedica a lo mismo que yo y también tenía abierta esa posibilidad de seguir trabajando online, nos lanzamos a la aventura”.
Antes, Juan Carlos decidió aprender indonesio a través de la embajada, para que el choque fuese menor. Y la llegada a Bali se la tomaron con bastante calma, para conocer la isla en condiciones. “Los primeros dos meses estuvimos alojándonos en sitios muy especiales, sin mirar presupuesto, y recorriéndola entera”, cuenta Juan Carlos, “para decidir dónde querríamos vivir”.
Asegura que fue una especie de luna de miel, que es algo que suele experimentar la mayoría de las personas que la visitan. Aunque tiene fecha de caducidad, según confiesa. “Es entonces cuando realmente llega el shock cultural. Porque te das cuenta de que estás en la otra punta del mundo, lejos de tu gente y en un país con unas costumbres muy distintas a las tuyas”.
Con el tiempo, fue descubriendo que había mayor variedad de opciones desde el punto de vista experiencial de las que en un principio pensaba. También a nivel LGTBIQ+, que quizá no son tan fáciles de controlar. Así surgió un nuevo proyecto en el que se embarcó mano a mano con su chico, y decidieron crear un servicio de Travel Consultancy, Madeofbaliclub, para organizar viajes y garantizar una experiencia perfecta en ‘la isla de los dioses’.
En base a la suya propia, Juan Carlos Ahijón nos cuenta que en ningún momento ha sentido rechazo por su orientación sexual. Siente que tiene que ver con la manera de vivir la religión en la isla. “Si bien Indonesia es un país de mayoría musulmana, Bali es un reducto en donde se practica un hinduismo específico, el balinés”, explica. “Al tener mucho de budista, se tiende ante todo a respetar al otro”.
Sí existe una norma no escrita que está de lo más arraigada, y que según Juan Carlos afecta a todas las personas, sean o no LGTBIQ+: “Las muestras de afecto en público no están bien vistas en general, se valora mucho la discreción. Igual que ellos actúan así, es lo que esperan de los visitantes, a los que, eso sí, reciben con los brazos abiertos”.
Si en Madrid colaboró seis años con COGAM para canalizar sus inquietudes activistas, en Bali decidió involucrarse, muy poco después de llegar, con la labor de Volunteers Programs Forever. Una ONG centrada en proyectos de ayuda a la educación, empleo y vivienda a la que se incorporó como Director Estratégico.
Tras un confinamiento muy duro, que en Bali resultó especialmente trágico por su duración, esta ONG se vio sin recursos y, a día de hoy, desarrolla a través de su web métodos para recaudar fondos –como la venta de artesanía– con los que poder seguir autofinanciándose. “Es una labor muy gratificante para mí, que me permite desarrollar a la vez mi voluntad filantrópica y mi experiencia en gestión de marca”, concluye feliz Juan Carlos Ahijón.
Nuestro protagonista, Juan Carlos Ahijón, nos cuenta cuáles son los cinco lugares que no puedes dejar de visitar en Bali.
SEMINYAK
“Una de las zonas de ocio LGTBIQ+ más importantes, con locales como Mixwell y Bali Joe, en donde puedes disfrutar casi cualquier día de curradísimos espectáculos drag”.
THE YOGA BARN
“Desde que vivo en Bali me he enganchado al yoga, y este es el mejor sitio para practicarlo, gracias a su amplia oferta. Se disfruta en un ambiente mágico donde también hay riquísimas propuestas de restauración.
MONKEY FOREST
“Uno de esos epicentros turísticos que no hay que dejar de visitar. Alberga tres templos hindúes y es reserva natural del macaco balinés de cola larga. Allí viven más de 1.500 monos, es muy pintoresco”.
LAPUTA VILLA
“Es una villa con las vistas más impresionantes que puedas imaginar. Un lugar en el que siento que hay que alojarse al menos una vez en la vida, porque es espectacular”.
SINGLE FIN
“Organizan fiestas muy divertidas todos los domingos, y el ambiente es realmente chulo. Además, siempre hay muchos surferos australianos muy guapos”.
Así nos descubre Bali Juan Carlos Ahijón Bali, una isla de enormes contrastes, dependiendo del lugar que se visite. Igual que hay lugares idílicos de lujo exquisito, los hay realmente encantadores en su esencia más humilde. Y él los disfruta todos por igual.