El Picasso escultor brilla en Málaga

Una extraordinaria exposición en el Museo Picasso Málaga rescata la faceta más desconocida de Picasso, el gran maestro español del siglo XX: la de escultor.

El Picasso escultor brilla en Málaga

Guillermo Espinosa

A mí lo que me tira es el underground.

4 julio, 2023
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Hay tres hechos sintomáticos en la carrera de Picasso como escultor: dilatados en el tiempo, pero muy reveladores.

El primero es que, dentro de una producción dedicada a la pintura, al grabado, el dibujo, la cerámica y la escultura, esta sea siempre la última. Se estima que Picasso realizó unas 4.500 pinturas en su vida. Por el contrario, sus esculturas no superan las 700.

 

Picasso Museo Málaga

«Niño», Cannes, 1960 Bronce con pátina 115 × 98 × 64 cm Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso, Madrid © FABA Foto: Hugard & Vanoverschelde © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2023

La segunda: Picasso tenía 85 años cuando accedió por primera vez a exhibir un conjunto de su obra escultórica, no completo, pero sí lo suficientemente importante, en el Petit Palais de París, aunque después de su muerte se hayan sucedido muchas más.

El tercer hecho es que Picasso apenas se desprendía de sus esculturas. Y realizó muy poca escultura pública. Las mantenía exhibidas en su casa, en su colección privada, y muchos las comparan con miembros hieráticos y silentes de su familia: como si el artista las considerase tales, y así estuvieran dispuestas en sus salones.

Picasso escultura Málaga

«Bañista tendida». Boisgeloup, otoño 1931 Yeso original 26 × 28 × 43 cm Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso, Madrid. Préstamo temporal en el Museo Picasso Málaga © FABA Foto: Éric Baudouin © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2023

Lo que admira y sobrecoge de la escultura de Picasso es su variedad, pero para los investigadores también la realidad de su producción: Picasso esculpió casi toda su vida, desde sus orígenes como pintor realista, pero no lo hizo de forma continuada. Le daba por épocas, y abandonaba la práctica durante décadas.

Entre sus primeros trabajos en arcilla o esculturas realistas, hacia 1901, y la que se considera su primera escultura aproximadamente cubista, Tète de Femme (Fernande), pasaron ocho años. Mantuvo una producción pequeña pero continuada en el cubismo, con piezas que hoy tienen una importancia reveladora, como su Guitarre (1912), hasta 1924 aproximadamente.

Picasso escultura Málaga Shangay

«La dama oferente». Boisgeloup, verano 1933 Bronce, fundido en 1972 o 1973 220 × 122 × 110 cm Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid © Archivo Fotográfico Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2023

Muchas de estas piezas hablan de la misma tesis que esta exposición, comisariada por la experta Carmen Giménez: que Picasso privilegiaba algunos objetos y el cuerpo humano como vía de expresión, y que su investigación sobre la materia y la posibilidad de su desmembración visual o simbólica fue constante.

En los años 30, Picasso esculpió poco, pero lo hizo sobre todo influido por el surrealismo, en esculturas por un lado más ligeras, o en otras que modelan la figuración hacia una visión surreal. A partir de 1942, recuperó la actividad, y en los años 50, ese surrealismo estaba cargado de informalismo y también de reducción de la figuración a la pura geometría.

Picasso Málaga Shangay

«Los bañistas». Cannes, 1956 Bronce Grupo de seis esculturas, medidas variables Musée national Picasso-Paris. Dación Pablo Picasso, 1973 © RMN-Grand Palais (Musée national Picasso-Paris)/Thierry Le Mage © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2023

 

En los 60, Picasso va a retomar materiales, maderas viejas y muebles, pero sobre todo va a descubrir la chapa de metal, que podrá además policromar. Será también cuando se le pidan grandes esculturas para espacios en la ciudad. Algo no cuenta esta expo, sin embargo, pero es evidente: el flujo de influencia mutua que Picasso escultor dio y recibió de sus amigos.

El primero de todos, Julio González, con el que colaboró y del que fue amigo toda la vida. Pero también otros: algo mayores que él, como Gargallo o Brancusi, con el que tuvo trato en sus años de juventud en Paris, o más jóvenes, como Giacometti o Alberto González, a los que conocería durante o después de su participación en el Pabellón de la República española en la Feria Internacional de París en 1937. Allí conoció también a Calder.

Museo Picasso escultura Málaga Shangay

«Sylvette». Vallauris, 1954 Chapa recortada, doblada y pintada por ambas caras 69,9 × 47 × 7,6 cm Fondation Hubert Looser, Zurich © Fondation Hubert Looser, Zurich © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2023

Por cada uno de estos encuentros, se observan rastros discursivos o de aplicación estética y matérica en sus obras. Pero también en las de sus coetáneos: un toma y daca intelectual y estético que lo sitúan efectivamente en una posición privilegiada dentro de la creación escultórica de su momento.

Como un avanzado escultor al que no le gustaba mostrar sus esculturas: quizá pensaba que no era exactamente su oficio, pero está claro que dejó tanta huella en la obra de los demás como recibió nuevas ideas para la suya.

PICASSO ESCULTOR. MATERIA Y CUERPO PUEDE VISITARSE HASTA EL 10 DE SEPTIEMBRE EN EL MUSEO PICASSO MÁLAGA (PALACIO DE BUENAVISTA, C/SAN AGUSTÍN, 8)

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