Descubre los destinos más seductores del verano en algunos de los mejores Paradores de España

Temas: Cádiz, Gran Canaria, La Palma, Vacaciones, Viajes LGTBIQ+

Piscinas que miran al mar y refugios en paraísos que regalan sugerentes puestas de sol. Te traemos una selección de alojamientos refrescantes en los que poder perderse por rutas salvajes y poco transitadas. Los alojamientos ideales en entornos tan íntimos como paradisíacos, para construir momentos únicos.

Sin duda, las mejores opciones para desconectar este verano a través de 5 Paradores de ensueño que invitan a tener las mejores vacaciones del año:

A 1.560 metros de altitud, en pleno corazón de la isla de Gran Canaria, se levanta este refugio desde el que puedes admirar el paisaje cultural del Risco Caído y los espacios sagrados de sus montañas. Alojarse en Cruz de Tejeda es toda una experiencia gracias a sus vistas, que son puro espectáculo.

El Parador se encuentra en Cruz de Tejeda, declarado uno de los Pueblos Más Bonitos de España. Su arquitectura tradicional canaria, asentada sobre la ladera de un cráter, invita a un grato paseo en el que disfrutar de sus típicas fachadas blancas y sus balcones de madera. El preámbulo perfecto para visitar la Cruz que da nombre al Parador y marca el centro geográfico de la isla. Las opciones son infinitas para una experiencia inolvidable. No dejes de visitar las dunas de Maspalomas, un paraíso de sol y mar, con un bosque de palmeras y una laguna, imprescindible para el turismo LGTBIQ+. Tampoco puedes perderte de Las Palmas de Gran Canaria rincones históricos como la Casa de Colón o La Catedral de Santa Ana, y barrios con mucho encanto como Vegueta o Triana.

En lo más alto de un acantilado se encuentra el Parador de Aiguablava, un edificio que reabrió sus puertas en 2020 con un aspecto más vanguardista. Sus seis plantas y sus 78 habitaciones han sido totalmente rediseñadas y redecoradas inspirándose en la arquitectura mediterránea. En las zonas exteriores encontrarás un solárium, terrazas y una piscina de temporada que cuenta con unas inmejorables vistas al mar. No hay nada más tentador que darse un chapuzón mientras se disfruta de la panorámica y del fresco olor de los pinos que rodean el Parador, o descansar en el nuevo spa con vistas a la cala de Aiguablava.

Un lugar realmente inspirador. Y no sólo por el magnífico entorno, también por la extensa colección de arte que cuelga de sus paredes. El Parador de Aiguablava exhibe una parte de la destacada obra contemporánea catalana presente en la colección artística de Paradores, que incluye a autores como José Beulas, Antoni Tàpies y Joan Miró, entre otros. El arte convive con el paisaje y la luz de Aiguablava. Una magnífica zona que invita a bañarse en sus increíbles calas, como la que da nombre al hotel (sin duda, una de las más paradisíacas de la Costa Brava). Obligatorio acercarse al pueblo de Calella de Palafrugel y visitar el faro de Sant Sebastià y las vistas panorámicas que regala del Mediterráneo.

El Parador ideal para los amantes del diseño. Una joya vanguardista que marida a la perfección con la solera de Cádiz, la ciudad más antigua de occidente. Fundada en el 1.100 a.C. por los fenicios, puesta al servicio del Imperio Romano y más tarde tomada por los musulmanes, Cádiz es experta en seducir desde cualquiera de sus facetas: como ciudad colonial, como metrópoli cercana, con sus encantadores barrios como el Pópulo o Santa María, como opción cultural o como alternativa gastronómica con su popular pescaíto frito.

Una ciudad que enamora y que no duda en ceder parte de su atractivo protagonismo al Parador. Edificio moderno que, ubicado a pocos metros de la playa de Caleta, prácticamente se baña en el Atlántico. Y precisamente, si hay algo que enamora a primera vista son sus magníficas vistas al océano desde muchas de sus estancias: desde su increíble piscina, casi con vocación de infinity pool, hasta su restaurante. Las habitaciones también brindan al huésped una inmensa ventana al mar, que invita a dejarse llevar por la seductora atmósfera del lugar. Un enclave único, perfecto para recorrer el litoral y disfrutar de sus parajes marítimos y rendirte a los servicios que ofrece el Parador, como el spa o su magnífica gastronomía.

Bañado por el Mediterráneo, el Parador de Mojácar es el lugar perfecto para quienes buscan perderse por playas salvajes y disfrutar del microclima que brinda este paraíso del sureste español. A media hora del paraje volcánico de acantilados mejor conservado de Europa, el Parque Natural del Cabo de Gata, todo un paraíso de recónditas calas de agua cristalina, y aderezado en su interior por molinos, aljibes y fortalezas. La zona te llevará a descubrir sus maravillas naturales y a disfrutar del encanto moruno del pueblo de Mojácar. Un racimo de pintorescas casas blancas a los pies de Sierra Cabrera, que atesora rincones únicos como su fuente histórica, sus miradores (el del Castillo o de la Plaza Nueva), así como la Plaza del Parterre, la Puerta de la Ciudad o la iglesia de Santa María.

Ya en el Parador, además de contar con solárium, sauna o sala de tratamientos, dispone también de unas agradables pistas de pádel en las que, por su cercanía, se respira la brisa del mar. El sitio perfecto para rendir un homenaje al cuerpo y mente y también al estómago. En su restaurante, con sus imprescindibles vistas al Mediterráneo, disfrutarás de exquisitos pescados, mariscos y guisos típicos marineros en una carta que también refleja en su oferta la cocina tradicional alpujarreña.

En un entorno de naturaleza salvaje se levanta este sugerente balcón al Atlántico construido con los elementos de la arquitectura típica canaria. Desde su espectacular piscina podrás darte un refrescante baño mientras contemplas la inmensidad del océano. En sus jardines descubrirás más de 70 especies, muchas de ellas cargadas del exotismo típico de su autoctonía. Y en su restaurante, podrás adentrarte en la honesta y sencilla cocina tradicional canaria, con pescados como el cherne, el medregal o el rabil, además de las típicas papas y mojos o una buena carne de cabrito o conejo. Toda una experiencia culinaria en la que no pueden faltar las frutas tropicales y el vino palmero.

La isla está repleta de rincones en los que perderse: acantilados, bosques de laurisilva, paisajes volcánicos como el creado recientemente por la erupción del Tajogaite en 2021. Su diversidad de ecosistemas lo han convertido en Reserva Mundial de la Biosfera. Una isla para recorrer de punta a punta, sin olvidar los grandes imprescindibles, como el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y el Roque de los Muchachos, y descansar al caer el sol, del espléndido atardecer que te ofrece el Parador desde su piscina o su jardín.