El gobierno municipal de Santa Cruz de Bezana (Cantabria), compuesto por el PP y Vox, han decidido retirar la película de Disney Lightyear de la programación de su cine de verano. Al parecer, a ambos partidos políticos les molesta una escena en la que dos personajes femeninos se dan un beso. Algo por lo que ya hubo controversia durante el estreno de la película, que sufrió el boicot de varios grupos religiosos.
Esa decisión, además de las retiradas de las banderas LGTBIQ+ de las instituciones, ha provocado una manifestación pacífica y de lo más curiosa en el municipio.
Cerca de 200 personas se han reunido delante del Ayuntamiento de Bezana para celebrar el amor libre y la diversidad. Una manifestación festiva, cargada de banderas arcoíris y en la que los asistentes se han besado con personas de su mismo sexo para protestar contra el gobierno municipal.
Cantando el célebre bolero Bésame mucho al ritmo de una batucada, los asistentes han aprovechado el pleno municipal para manifestarse con una «lluvia de besos».
Cuando Vox llegó al gobierno el pasado 28 de mayo, empezó a tomar varias medidas que desde la oposición tacharon como «censura». La decisión de retirar la película infantil por una breve escena en la que dos mujeres se besan hizo estallar la polémica en las redes sociales y en el resto de partidos políticos del municipio. Sara Gómez, concejala de Equo en Miengo (localidad cercana a Bezana), ha celebrado la protesta: «Que sepan que, aunque estén dentro de las instituciones, no podrán hacer lo que quieran: tenemos la obligación de responder».
Por su parte, la alcaldesa Carmen Pérez Tejedor ha tachado el conflicto de «polémica ficticia» y ha asegurado que «no hay problemas de convivencia» en el municipio. «Lo he dicho en más de una ocasión y lo vuelvo a repetir: estoy aquí por y para todos los vecinos y colectivos», ha asegurado. Sin embargo, el cambio de programación sigue adelante y los vecinos de Bezana no podrán ver Lightyear en su cine de verano.
A la concentración se han unido diferentes colectivos LGTBIQ+ y feministas, además de otros vecinos que han acudido con carteles de El beso de Klimt o con fotogramas de la «polémica» escena de la película.