Leonardo Hanna Azrak nació en Caracas. Aunque es venezolano, tiene raíces árabes porque sus abuelos, que eran sirios, cruzaron el océano en busca de una vida mejor. Leo tiene 26 años y es el mediano de tres hermanos.
Cuando era pequeño, Leonardo descubrió la gimnasia deportiva gracias a una amiga y, pese a no contar con el apoyo total de sus padres, se dedicó en cuerpo y alma a esta disciplina. No fue fácil ser el único chico de su grupo; sin embargo, trabajó duro para destacar y llegó a fichar por un equipo masculino donde compitió hasta que una lesión en el tobillo derecho puso fin a su carrera.
Con el sueño de ser gimnasta profesional truncado, decidió centrarse en otra de sus pasiones: la arquitectura. Al cumplir los dieciocho vio la oportunidad de mudarse a España y, siguiendo la estela de sus abuelos, comenzó una vida más libre en Madrid. Así, inició sus estudios universitarios y actualmente cursa el último año de la carrera de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid (ETSAM).
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Entre sus aficiones destacan la moda y la danza, que le permiten expresar sentimientos y emociones a través del cuerpo. También le encanta la cocina porque le conecta con su familia; y aunque asegura que su plato estrella son los espaguetis a la boloñesa, en su día a día se decanta por la comida sana, sin procesados ni azúcar. Y es que ser estricto en la dieta es su principal secreto para mantener ese cuerpo apolíneo.
Con las hechuras que gasta (y que exhibe sin pudor en la sesión de moda que ha protagonizado para Shangay) no es difícil entender que haya acabado dedicándose a la moda. Su primera vez como modelo fue a los 17 años en Caracas, donde desfiló para una marca de zapatos. Y aunque Leo disfruta mucho como modelo, en el futuro se ve trabajando como creador y teniendo su propia marca.
Tampoco resulta extraño que Leo no tenga ningún problema en fotografiarse sin ropa. “Como siempre trabajo con mi cuerpo en el gimnasio o bailando, encuentro la desnudez muy natural en su forma más pura, así que no hay nada de malo en estar en una playa nudista o dormir desnudo. Nacimos desnudos”, contó en la revista Yummy.
En este mismo reportaje habla de lo difícil que es ser gay cuando te crías en una familia conservadora y, más aún, de raíces árabes. “Nunca tuve inseguridades sobre lo que sentía, pero me abrumó que mis seres queridos tuvieran miedo. Nunca viví en el armario”, aseguró.
Si quieres conquistarle, toma nota. Leo se considera muy selecto a la hora de elegir pareja y, más allá de lo físico, para conectar con él hay que ser educado, cultivar la mente y tener criterio. “Para mí la sensualidad reside en ser caballeroso, valiente y determinado”.
FOTOS: ADRIÁN NUCELAAR
ESTILISMO: JOSÉ HERRERA
MAQUILLAJE Y PELO: JOEL BRIAND