En el último año, más de 512 personas acudieron a los centros de atención a la drogodependencia para pedir ayuda. En todos esos casos, sus problemas estaban vinculados con el chemsex. En 2017, el Ayuntamiento de Madrid declaró la práctica como un problema de salud pública, y la realidad es que el problema afecta, en muchos de los casos, al colectivo LGTBIQ+.
Ahora, desde Más Madrid en la Asamblea de Madrid, quieren poner soluciones a esta pandemia silenciosa que afecta a tantas personas con un programa transversal a nivel local, autonómico y estatal para intentar solucionarlo.
«La práctica conocida como chemsex ha crecido exponencialmente en los últimos años hasta convertirse en una de las principales preocupaciones en el seno del colectivo LGTBI», han explicado en un comunicado las diputadas de la Asamblea de Madrid Jimena González y Marta Carmona. «El miedo a una nueva estigmatización como la que vivió el colectivo LGTBI durante la epidemia del VIH sobrevuela las pocas y tímidas acciones que se han emprendido hasta ahora para proteger a las personas de las consecuencias más negativas de estas prácticas. Mientras tanto, se están perdiendo vidas y se están arruinando otras».
Desde el partido proponen realizar un estudio epidemiológico para valorar el alcance y prevalencia del fenómeno del chemsex abordando la extensión de las complicaciones físicas y psicosociales derivadas de su práctica: impulsar la formación de profesionales sanitarios en la cultura LGTBI+ y las implicaciones sanitarias del chemsex, desarrollar programas de tratamiento y rehabilitación para personas con uso problemático de esta práctica, y drogas en la red de salud mental y adicciones, entre otras medidas propuestas.
El CHEMSEX ha crecido un 602% en Madrid.
Presentamos un plan integral por la salud sexual del colectivo LGTBI:
▶️ Estudio epidemiológico
▶️ Formación de profesionales
▶️ Programas de tratamiento
▶️ Campañas de concienciación
▶️ Combatir el estigma
▶️ Apoyo a los colectivos pic.twitter.com/u3SuN9CHjv— Más Madrid (@MasMadrid__) October 4, 2023
«Lamentablemente, a causa de los errores cometidos en los años 80 y 90 ya sabemos qué ocurre cuando la comunidad científica y las instituciones se ponen de lado ante una crisis de salud pública que comienza en torno a un colectivo, como el LGTBIQ: tiene que ser el propio colectivo el que dé la voz de alarma, como está sucediendo actualmente», ha añadido Marta Carmona. Y explica que deben ser las instituciones las que aborden estos problemas para poner soluciones y desarrollar planes que solucionen causas como el chemsex: «Necesitamos estudiar la dimensión del problema, qué colectivos vulnerables se están viendo más afectados, y necesitamos dar una atención profesional integral, que respete la diversidad sexoafectiva y evitar la estigmatización, garantizando la equidad y un acompañamiento respetuoso y digno«.
Según datos del Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, hasta 512 pacientes acudieron a diversos centros de drogodependencia con problemas vinculados al chemsex, y se ha multiplicado por diez la cifra de 2017. Según la organización Stop Sida y su informe Homosalud 2021, en Madrid el chemsex lo practican un 9% de los hombres que tienen sexo con hombres.