¿Estás harto de tener que conformarte con una comedia romántica de Julia Roberts para llorar tranquilo en San Valentín? ¿Harto de que cualquier película LGTBIQ+ de amor acabe en susto o muerte? Normal, nosotros también. Y es que el Día de los Enamorados es siempre una excusa perfecta para ver una película bonita que nos haga sentir felices (o hundirnos más en la miseria). Una buena tarrina de helado, chocolate, pañuelos y manta para pasar una tarde delante del televisor con el romance del siglo. Pero durante muchos años el cine LGTBIQ+ ha retratado al colectivo desde la pena, el dolor y la oscuridad que tantas veces han estado asociados al estigma. Así que basta ya de decirnos que vamos a morir solos o en una cuneta, porque también tenemos derecho a vivir una bonita historia de amor.
Hemos indagado en el universo cinematográfico para encontrar cinco buenas comfort movies que nos dieran un día de San Valentín de lo más especial: romances con final feliz protagonizados por gais y lesbianas. Sigue nuestras recomendaciones y dale una patada a esas tragedias que nos dijeron un día que íbamos a morir solos. ¡Tenemos derecho a creer en el amor!
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Con amor, Simon (2018)
«Soy como tú, y también merezco mi propia historia de amor». Antes del fenómeno Heartstopper, llegó a los cines una película de amor adolescente de lo más cuqui. Basada en la novela de Becky Albertally, Con amor, Simon es una perfecta comedia romántica de descubrimiento, amor de juventud y primeras veces. La película cuenta con mucho humor y sensibilidad la historia de un chico que comienza a preguntarse quién es y a aceptarse a sí mismo en un entorno hostil como es el instituto.
Con amor, Simon es un coming of age que sigue la historia de un joven de 17 años que aún no se atreve a hablar de su homosexualidad y que, poco a poco, empieza una relación vía mail con un compañero que sale del armario, de forma anónima, en un blog de Internet. Nick Robinson y Jennifer Garner protagonizan esta cinta, que fue una de las primeras películas de gran presupuesto en contar una historia así.
But I’m a Cheerleader (1999)
Es todo un clásico del cine lésbico. But I’m a Cheerleader parte de un canon clásico de los 90: una protagonista que forma parte de las animadoras del instituto y es novia del capitán del equipo de fútbol. Hasta aquí todo bastante convencional, hasta que el personaje de Natasha Lyonne (Muñeca rusa, Orange Is The New Black) descubre que no le gustan los besos de su novio. La alerta de que pueda ser lesbiana lleva a su entorno a internarla en un centro de conversión sexual.
La película es una sátira de lo más fresca, divertida e irreverente que marcó a toda una generación queer. Una celebración lésbica que, bajo una estética camp y con aparición de RuPaul incluida, lleva a un grupo de adolescentes homosexuales a explorar su identidad y sus deseos. Un clásico del cine LGTBIQ+ que tuvo que competir con otras comedias románticas de la época como Notting Hill o Diez razones para odiarte.
Beautiful Thing (1996)
Nació como una película para televisión, pero después del éxito que tuvo en su emisión fue llevada a los cines. Beautiful Thing es una tierna historia de iniciación en la que dos adolescentes empiezan a explorar su sexualidad y su primer amor. Lejos de los dramatismos de la época y las temáticas sobre drogas, VIH y ostracismo que protagonizaban las películas LGTBIQ+ de los 90, esta película británica supuso un soplo de aire fresco para los jóvenes gais del momento.
Ambientada en un barrio obrero de Inglaterra, la película sigue la historia de un adolescente que pasa de ir al colegio y se queda en casa viendo la televisión, rodeado de pósters de Madonna. En el apartamento de al lado vive un compañero del instituto que prefiere los deportes, pero que tras una dura pelea con su padre se muda a vivir con él y comparten habitación durante varias noches…, y empiezan a conocerse y descubrirse el uno al otro. Además de unos personajes icónicos, cuenta con banda sonora de Mama Cass Elliot, y está considerada como una de las mejores películas LGTBIQ+ de todos los tiempos.
Mi hermosa lavandería (1985)
El británico Stephen Frears, autor de obras maestras como Las amistades peligrosas, dirigió unos años antes Mi hermosa lavandería. Fue la película que encumbró a Daniel Day-Lewis al estrellato y supuso toda una revolución al estrenarse en pleno gobierno de Margaret Thatcher, e hizo frente a los valores tradicionales y la homofobia de la época.
La historia sigue a Omar, un joven inglés de origen paquistaní que empieza a dirigir la lavandería de su tío con la ayuda de Johnny, un antiguo compañero de clase que no quiere trabajar y se dedica a amenazar a inmigrantes. Su relación de amistad evoluciona a la de dos chicos profundamente enamorados que escandaliza a las familias de ambos. Su guion estuvo nominado al Oscar.
Media hora más contigo (1985)
Fue todo un hito en su momento. Media hora más contigo es la primera historia de lesbianas con un final feliz en el cine. Una película de culto firmada por la directora Donna Deitch que está ambientada en la década de los años 50, al igual que la famosa Carol de Todd Haynes.
La cinta narra el romance entre Vivian y Cay. La primera es una mujer en pleno divorcio que quiere cambiar de vida y alejarse de su marido. Para ello decide mudarse a un rancho de Nevada donde conoce a Cay, una chica lesbiana que trabaja en un casino cercano. Ambas comienzan a pasar tiempo juntas hasta que Vivian vuelve a sentir las ganas de vivir que había perdido en su matrimonio. Su escena de sexo está considerada como una de las mejores escenas eróticas del cine.
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