Un joven busca refugio y asilo político en Europa al ser perseguido por ser homosexual en su país de origen. Sin embargo, nadie quiere creerle. Así arranca Las noches malas de Amir Shrinyan, la obra de teatro de Albert Tola, dirigida por Carlos Rodríguez Alonso. Se estrenará en los Teatros del Canal el 27 de marzo, y se mantendrá en cartelera hasta el 14 de abril.
La obra parte de hechos reales, según explica su autor. Albert Tola conoció historias de refugiados que pedían asilo político por su orientación sexual. Los jóvenes huían de países donde la homosexualidad se castiga con pena de muerte. Una vez en Europa, les dejaban pasar tras someterlos a «entrevistas bastante penosas, que en algunos casos rozan la humillación». El problema era que algunos refugiados fingían ser homosexuales para lograr asilo.
«Uno de los motores del texto fue plantearme cuál es el precio para estar en Europa, cuál es el nivel de renuncia a su propia identidad para poder vivir entre nosotros», explica Tola. En la obra se refleja la diferencia entre la solidaridad y los derechos humanos, por un lado, y las restrictivas normas europeas para cruzar las fronteras, por otro. En Las noches de Amir Shrinyan, el autor juega con la ambigüedad de la condición sexual de su personaje y con que, si todo se tuerce y no le creen, será expulsado de Europa y condenado a cárcel o muerte en su país de origen.
El actor hondureño Tomás Rodado interpreta al protagonista, que atraviesa cualquier gran urbe de nuestro continente, y va descubriendo apetitos ocultos, necesidades, mentiras… Su director, Carlos Rodríguez, habla de cómo el personaje se mueve «en un terreno contradictorio, donde se fusionan la supervivencia, el interés material y la búsqueda de afectos con hombres ambiguos».
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Las noches malas de Amir Shrinyan culmina una trayectoria creativa de seis años de su autor. Hubo un primer estreno de una obra bajo este título, pero que quedaba muy lejos de la que se estrena ahora. Fue fruto del trabajo de Albert Tola con adolescentes inmigrantes del barrio del Raval de Barcelona. En aquel montaje primerizo, decían ante el público textos escritos por ellos mismos. Esa experiencia, así como todos los conocimientos que Tola ha ido adquiriendo sobre el tema, despertó su necesidad de plasmarlo en una obra.
Tras la función del 2 de abril, habrá un encuentro del elenco con el público.