Javier Bellot: “Vivía como una folclórica exhibicionista de día y un monje de noche”

El polifacético comunicador Javier Bellot celebra la 2ª edición de sus memorias, 'Hijo, quiero que me ayudes a ser como tú', y nos cuenta por qué es tan especial este libro para él.

Javier Bellot nos habla de su nuevo libro y su trayectoria. Foto: Miguel Ángel Fernández
Javier Bellot nos habla de su nuevo libro y su trayectoria. Foto: Miguel Ángel Fernández
2 abril, 2024
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Javier Bellot es de esos hombres a los que les sería prácticamente imposible resumir su currículo en una sola cara. Antes de licenciarse en Ciencias de la Información ya frecuentaba la radio desde los dieciséis; ha trabajado como actor radiofónico, guionista, jefe de prensa en Columbia, director de comunicación de Azabache en la Expo 92, en 12 ediciones del Festival de Málaga, de más de 60 conocidísimos largometrajes y un larguísimo etcétera. Y tuvo tiempo de conciliar todos estos trabajos como responsable de relaciones públicas en la noche madrileña.

A día de hoy, compagina su trabajo como comunicador con el de coaching. De hecho, Los Javis no dudaron en incluir en Paquita Salas el personaje de Javiera Bellot, claramente inspirado en él. Su primer libro, Llámame, le supo a poco, y ahora sorprende con otro mucho más íntimo, Hijo, quiero que me ayudes a ser como tú, unas divertidas memorias que celebran el encuentro postrero entre un padre enfermo y un hijo fascinado por la farándula y las bambalinas.

Javier Bellot fotografiado por Miguel Ángel Fernández para Shangay

 

El ritmo de la historia no puede ser más adictivo. Este libro ensambla la historia de Javier al enfrentarse a la muerte inminente de su padre con decenas de anécdotas de su vida entre bambalinas con personajes de la talla de Sara Montiel, Carmen Sevilla, Victoria Abril, Penélope Cruz, Pedro Almodóvar o Antonio Banderas. Tiene una misión: que su padre aprenda a ser como él antes de ‘irse’.

Bellot estructura el libro a partir de los 22 arcanos mayores que componen la baraja de tarot. No pasemos por alto su especial gusto por Joseph Campbell, reputado mitólogo, historiador y experto en religión comparada al que Javier dedica parte de su obra. Uno de los conceptos que Campbell introduce en su libro más conocido, El héroe de las mil caras, es el del ‘monomito’. Esta idea sugiere un patrón que se repite en mitos e historias de diferentes culturas a través de lo que se conoce como “el viaje del héroe”.

Cuando le preguntamos a Javier por su signo, se define como un cáncer muy cáncer. Y se describe: “Muy protector, muy maternal; yo no he tenido novios, sino recogidos”, dice entre risas. He sido siempre de relaciones largas. Ahora es cuando estoy más ‘efímero”.

Javier Bellot fotografiado por Miguel Ángel Fernández para Shangay

SHANGAY ⇒ ¿Cuándo sentiste la llamada del mundo del espectáculo?
JAVIER BELLOT ⇒ A los 16 años. Como mi madre y yo tenemos insomnio, escuchábamos la radio. Una noche llamé a CS y buen viaje y hablé con Diego Martín, que era el director del programa. Le dije que yo quería ser como él; que me gustaría hacer radio de noche y que pensaba estudiar para trabajar y servir, de alguna manera, a la gente que no duerme. Al día siguiente fui al programa. Después me llevó a tomar una copa a Bocaccio, se abrieron las cortinas rojas y vi allí a Sara Montiel, a Concha Velasco… Y pensé: “Esto es lo que quiero ser”.

SHANGAY  ⇒ Tu padre es el eje principal del libro. El título lo dice todo: Hijo, quiero que me ayudes a ser como tú. ¿Lo consiguió?
JAVIER BELLOT ⇒ Murió tranquilo y feliz. Es lo más importante que me han dicho nunca. Que tu padre, tres meses antes de morir, se plante en la puerta de la cocina y te diga: “Hijo, quiero que me ayudes a ser como tú”. Se me cayó el alma a los pies. Le dije que tenía clase y que no podía. Me fui llorando y estuve una semana fatal. Cuando murió mi madre me quedé con un señor de 86 años en plenas facultades. Y todo lo que no me había preguntado en cuarenta años, me lo preguntaba entonces. Pensé: “¿No has tenido tiempo?”.

SHANGAY ⇒ En el libro recuerdas que Rocío Jurado te dejó de recuerdo una cicatriz en la frente. ¿Cómo te la hizo?
JAVIER BELLOT ⇒ A raíz de unas fotos para el dominical XL Semanal. A ver, Rocío salió mal en una foto de un reportaje que, para mí, iba a ser un reportaje estrella, porque iban a darle seis o siete páginas en un suplemento que, entonces, tenía seis millones de tirada. En una de las fotos se le veía la piel un poco colgando en un brazo,  y como no había Photoshop, no dio tiempo a repetirlas y se publicó así. Me dijo que cómo había permitido que salieran las fotos… Acabamos discutiendo y me tiró el dominical. No me pongo bótox porque quiero mantener la cicatriz.

SHANGAY ⇒ ¿ Y cómo fue tu relación con María Jiménez?
JAVIER BELLOT ⇒ Fui el director de comunicación del disco de Cosas mías, con Joaquín Sabina, y hablé con Alfonso Llopart para hacerla musa del Orgullo ese año. Viví alquilado en el ático de María que tenía en Gran Vía durante cinco años. Cuando iba a salir el disco le puse dos condiciones: una, que no hiciera nada de corazón; vaya, que no vendiera ninguna exclusiva. Y, dos, que no hablara de Pepe Sancho. Me dijo: “No ha nacido quien me diga lo que tengo que hacer”. Y le respondí: “Pues no hacemos nada. Yo te propongo eso, a cambio de conseguir que salgas en la sección de cultura del Telediario de La 2. Así dejarás de ser una petarda y se te verá como historia de España”. Me dijo: “¿Tú vas a hacer que yo salga en La 2? Si salgo en el telediario de La 2, te hago caso y te la como empaná”. Y lo hicimos. Vendió casi un millón de discos. Me lo pasé muy bien con ella, pero era un potro incontrolable.

Javier Bellot fotografiado por Miguel Ángel Fernández para Shangay

SHANGAY ⇒ ¿Cuáles han sido tus mayores retos y tentaciones en este viaje vital?
JAVIER BELLOT ⇒ El mayor reto fui yo mismo. He sido mi mejor amigo y mi peor enemigo. ¿Tentaciones? Todas. Porque había un charco y yo me tiraba. Drogas, sexo, alcohol, indisciplina, amores… Más que amores, enchoches, porque yo siempre he sido de parejas largas. Aunque a mí me encantaba meterme en andurriales y eso era lo que me daba problemas.

“Las personas del colectivo necesitan trabajarse más por dentro y menos por fuera”

SHANGAY ⇒ Dices en el libro: “Todo es amor. El sexo es su manifestación en la Tierra”. ¿Es esta sentencia aplicable a los nuevos tiempos?
JAVIER BELLOT ⇒ Eso era en los ochenta. Ahora ya… Yo necesito enamorarme para echar un polvo, pero es que tengo mucha facilidad para enamorarme. Ahora, me enamoro, echo un polvo y al rato no me acuerdo. Antes había más pavoneo, más romance. Ahora con las redes sociales todo es más de usar y tirar. Casi todos los de mi generación somos amigos porque hemos follado… Era una forma de crear un vínculo.

Portada del libro Hijo, quiero que me ayudes a ser como tú', de Javier Bellot

Javier Bellot admite haber hecho varias veces el periplo del héroe y ha regresado a casa. Cierra su último libro un capítulo titulado como la última carta del tarot, El mundo, que representa la realización personal. Como cantaba ‘La más grande’: “¡Qué no daría yo por empezar de nuevo!”. No le da miedo volver a empezar ni cambiar de tercio, lo ha hecho muchas veces. Admite haber sido siempre “rarito con la lectura”, y haber tenido una estrecha relación con el misticismo que compaginaba con la vida nocturna. “Vivía como la folclórica exhibicionista de día y el monje de noche”, afirma entre risas.

Para terminar la charla, le preguntamos sobre el coaching emocional para personas LGTBIQ+, e invita a reflexionar sobre algunas dinámicas normalizadas: “Vamos a trabajarnos nosotros. Las personas del colectivo necesitan trabajarse más por dentro y menos por fuera”.

FOTOS: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ

EL LIBRO HIJO, QUIERO QUE ME AYUDES A SER COMO TÚ DE JAVIER BELLOT ESTÁ EDITADO POR OCHO Y MEDIO.

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