Tras su aparición en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos 2024 de París, la DJ LGTBIQ+ y activista Barbara Butch recibió una avalancha de comentarios violentos por su actuación junto con la de otras drags y artistas queer.
Los espectadores más conservadores consideraron que se trataba de una burla hacia la obra La última cena de Leonardo da Vinci, a pesar de que la ceremonia se describió como un tributo a una ancestral fiesta griega. En realidad, la representación escénica se inspiró en La fiesta de los dioses de Jan Harmensz van Bijilert, donde Barbara Butch ocupaba el lugar del dios romano Dionisio, y no el lugar de Jesucristo como muchos pensaban.
Este malentendido llevó a que la DJ queer fuera objeto de tremendos ataques en las redes sociales, hasta tal punto en el que se vio obligada a presentar una denuncia debido a la violencia de los comentarios.
A pesar de todo, Barbara ha desafiado a todo aquel que la insultó, la acosó y la amenazó de muerte y ha reaparecido de nuevo a punto de que comiencen en París los Juegos Olímpicos.
El pasado 25 de agosto, durante la 20ª edición del festival de música rock en Seine, en Saint-Cloud, portó la antorcha con la llama paralímpica junto con la escritora Marjane Satrapi. “Elegí no tener miedo de existir en un espacio público” expresaba la DJ momentos antes de subir al escenario con la antorcha y añadía: “Sé que represento a Francia de la misma manera que cualquier otra persona”. Su presencia significa aún más representación para las personas LGTBIQ+ tanto en los Juegos Olímpicos como en los Paralímpicos, que comienzan este 28 de agosto.
Quel honneur d’accueillir la flamme paralympique 🔥
Définitivement l’un des moments forts de cette 20ème édition 🏅 #RES24🙏 Hélios Latchoumanaya, Barbara Butch, Marjane Satrapi
📹 @studio_volume pic.twitter.com/UQNvjFIv8c
— Rock en Seine ~ MERCI ♥️ (@rockenseine) August 27, 2024
Butch también se ha pronunciado sobre el hate recibido y ha afirmado que la justicia hará su trabajo y después abordarán el tema a nivel internacional.
Los portadores de esta antorcha paralímpica son exatletas paralímpicos, jóvenes paraatletas, voluntarios de federaciones paralímpicas, personas que dedican sus vidas a ayudar a otras personas con discapacidades y otras que trabajan en el sector sin ánimo de lucro para ayudar a los cuidadores, entre otros. Casi un millar de personas han portado la llama paralímpica, dividida en 12 antorchas y que ha visitado un total de 50 ciudades francesas.