En los últimos años, el nombre de Agustín Gómez Arcos ha estado ligado directamente al de su novela estrella, El cordero carnívoro, rescatada por Cabaret Voltaire en 2007. Sin embargo, no hay que olvidar que el Agustín novelista nació bastante tarde, cuando el almeriense ya había cumplido los 40 y tenía tras de sí casi dos décadas de producción dramática. Producción que fue censurada por la dictadura franquista, lo cual le había obligado a exiliarse a Francia, tras ver cómo le retiraban el premio Lope de Vega en 1962.
En esa etapa que comprende desde 1955 hasta 1972, Gómez Arcos escribió diecinueve obras de teatro, de las cuales solo se conservan las diecisiete que componen el volumen que se publica ahora. Esta edición no solo celebra la valentía y agudeza política de un dramaturgo adelantado a su tiempo, sino que también arroja luz sobre su innovadora aproximación a la diversidad de sexo y de género, sobre todo en dos de las obras de su etapa francesa (1968-1972): Adorado Alberto y Pre-papá, ambas escritas en 1968, y que forman parte de este recopilatorio.
Esta semana llega a librerías una novedad muy especial: “Teatro. Obra completa”, de Agustín Gómez Arcos.
Toda su dramaturgia, reunida por primera vez en un solo volumen.
«Yo cuando escribo teatro hago la guerra», dijo.
Vais a ver que era cierto.
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— Editorial Cabaret Voltaire (@Edit_Cabaret) September 16, 2024
Tras exiliarse primero en Londres y después en París con su amigo Antonio Duque, Agustín recupera la inspiración para retomar la escritura, y da forma a una obra que, aún hoy, resulta fresca e innovadora. Si en Madrid escribía sobre la censura y criticaba al régimen y a la Iglesia con un tono pesimista y derrotado, en París se libera de su nube gris y da un golpe sobre la mesa para hacer de sus textos una herramienta optimista de crítica social. A este momento pertenece su obra Adorado Alberto.
Podríamos decir que Alberto es travesti, en tanto que es una persona que se viste con prendas socialmente asignadas a otro género; o persona trans, ya que, en él, el género sentido y el asignado parecen no coincidir en su cuerpo; o hermafrodita, pues se le describe con tetas y pene; o persona andrógina, con cuyos rasgos el autor busca desconcertar al público; o de género fluido, queer, no binario… Alberto toma hormonas, usa perfume, maquillaje y un bigote falso. ¿Es un hombre? ¿Es una mujer? “Es Alberto, y punto”, parece decir Gómez Arcos.
A pesar de vivir exiliado en París, el protagonista vuelve a España para visitar a su tía, doña Julia, que pretende casarlo con su ahijada. Sin embargo, Alberto prefiere a José-Mari, hermano de esta. Para intentar ‘enderezar’ a su sobrino, doña Julia los manda juntos al fútbol. La falta de espacio en el estadio obliga a que Alberto tenga que sentarse sobre las rodillas de José-Mari durante todo el partido, lo que provoca en este una vigorosa erección de noventa minutos, amén de una confusión sobre su orientación sexual. José-Mari vuelve a casa solo, mientras que Alberto se queda con los jugadores en el vestuario.
Finalmente, los intentos de su tía se ven frustrados una y otra vez. La libertad de Alberto parece ser más grande que cualquier intento de hacerle encajar dentro de un patrón heteronormativo, y que termina con la pedida de mano de Alberto y José-Mari, mientras doña Julia ladra de frustración por no haber podido salirse con la suya.
La libertad creativa lleva a Gómez Arcos a escribir en poco tiempo otra obra, Pre-papá. El protagonista, John Ferguson, acude con su mujer al médico, ya que hace tres meses que él tiene mareos, náuseas y falta de sueño. Allí descubre algo insospechado: está embarazado. Tras ser abandonado por su esposa, e increpado por su vecina ultracatólica que trabaja como espía para Dios, John se deja ayudar por la profesora Kedrova, personificación del progreso, que le propone a John la posibilidad de enviarle al espacio. Allí podrá criar a su bebé de manera totalmente libre, sin restricciones morales. Será el primero de una raza de nuevos hombres. Un punto y aparte. Un empezar de cero.
Inauguraría un nuevo mundo donde los hombres pueden quedarse embarazados, donde no existe la religión, ni la censura, ni las estructuras sociales. La profesora tan solo le pide una cosa a cambio: que le enseñe al bebé todo lo contrario de lo que ha aprendido en este planeta.
Estas dos obras son el ejemplo perfecto de la subversión que impregna gran parte de la producción dramática de Gómez Arcos, y que, sin duda, influyó en las catorce novelas que redactó desde 1974 hasta su muerte en 1998 por complicaciones relacionadas con el VIH/sida.
A lo largo de toda su vida, el autor cuestionó y desmanteló las construcciones tradicionales de lo masculino y lo femenino, creando personajes que escapaban a las rígidas categorías binarias, aun sin saber que lo estaba haciendo en ese momento. En sus textos, los cuerpos y las sexualidades se presentan como territorios de resistencia y liberación, a menudo enfrentándose a las estructuras de poder opresivas que buscan suprimir lo diferente.
Es motivo de celebración, pues, que Cabaret Voltaire haya recopilado en un acto de justicia histórica la práctica totalidad de la dramaturgia gomezarquiana, que rescata del olvido algunas obras de gran calidad y vigencia. Este volumen no solo ofrece un corpus literario esencial, sino que también permite revisar y reinterpretar la obra de un autor que fue pionero en la representación de la diversidad sexual y de género en el teatro.