Simba y Scar nos cuentan por qué 'El rey león, el musical' cumple 13 años reinando en la Gran Vía

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Hace trece años, la sabana africana se abrió paso en la Gran Vía de Madrid y llenó uno de sus teatros principales de leones, jirafas, monos, hienas, búfalos y aves. También llegó la magia, la ilusión y la música. Una música que cada vez que suena, desde aquél 1994 que se estrenó su película, nos hace emocionar generación tras generación. El rey león sigue siendo una de las historias más conocidas de todo el mundo, y su musical es una prueba de su éxito. Más de 112 millones de espectadores en todo el mundo, 70 premios internacionales y 27 países donde ya se ha representado. Y parte de su triunfo es gracias a un elenco de artistas que se suben al escenario día tras día para hacernos vibrar. Como Agustín Argüello y Pitu Manubens, con los que hablamos para conocer todos los entresijos del musical rey de Madrid.

A pesar de sus trece años en cartel, las ganas por seguir haciendo disfrutar no desaparecen para Simba y Scar, dos de las figuras clave de este musical: “Para nosotros los inicios de temporada siempre son bonitos. Estamos más tranquilos, más seguros de lo que hacemos, con más control. Pero a la vez se suma una energía nueva de los compañeros que se incorporan, del público que nunca ha visto antes el musical, de los detalles que se van incorporando con cada función. Son cositas que nos hacen sentir que cada día es un estreno”, nos cuenta Manubens, que encarna al malvado león Scar.

Ambos llevan varios años en la obra, y eso requiere una rutina muy disciplinada para poder mantener la cabeza, el cuerpo y la voz listos para rugir cada tarde en el escenario. “Ser actor de musical requiere un esfuerzo físico muy grande. No podemos fallar, ni permitir que los problemas del día a día afecten a la interpretación. Aunque también nos ayuda a desahogarnos porque, cuando terminamos la función, da igual lo que haya pasado antes que siempre salimos del teatro con una sonrisa”, confiesa Argüello.

“Siempre digo que los actores de musicales somos como los atletas de élite. Es un trabajo muy exigente que requiere mucha disciplina, muchas horas de trabajo, una alimentación concreta, unas horas de descanso obligatorias… Y además, seguir tomando clases de canto, danza e interpretación. Hay mucho trabajo detrás, desde todo el equipo técnico hasta el musical, pasando por el elenco, vestuario, maquillaje… Y es muy emocionante ver cómo el público lo recompensa año tras año llenando las butacas y regalándonos su aplauso y alegría”, explica Manubens.

Hay algo especial en este tipo de musicales que conecta con todos los públicos. Desde los más pequeños hasta los más mayores, generación tras generación, su historia llega a cualquier persona. Durante el tiempo que dura el espectáculo, el teatro se convierte en un espacio mágico, un lugar seguro donde nos sentimos protegidos de cualquier problema del exterior. Algo que tiene mucha conexión con el público LGTBIQ+, que siempre ha encontrado en los musicales ese lugar donde sentirse libre.

“Siento que el teatro musical, y el arte en general, crea un ambiente donde puedes ser quien quieras ser sin que nadie te juzgue. Todos te quieren ver hacer lo que siempre has soñado y todos, alguna vez, hemos soñado con formar parte de esto. Aunque cantes mal, aunque bailes mal, alguna vez, en nuestra imaginación, hemos sido David Bowie o Madonna. Para nosotros es todo un orgullo poder ofrecer un poco de esa ilusión a todas las personas, para que se sientan libres de soñar y de ser quienes siempre han querido”, dice Agustín Argüello.

“Afortunadamente, estamos rodeados de gente del colectivo LGTBIQ+, y todo aquel al que le pueda seguir molestando es un ignorante. Imagino que hay algo en la sensibilidad, en la forma de entender el arte muy especial para las personas de la comunidad. La cultura da la bienvenida a todos, sin importar quiénes sean, e imagino que el teatro musical, en este caso, es un refugio para ellos. Mientras fuera la vida es más difícil, hay hostilidad e intolerancia, aquí puedes encontrarte totalmente libre de expresarte como quieras”, dice Manubens.

“Para nosotros es un honor que cada año, la empresa se involucre en el Orgullo LGTBIQ+ con camisetas y acciones, tanto de El rey león como de Aladdín, y espero que siga siendo así porque aquí siempre serás bienvenido”, concluye el catalán. Porque para cumplir trece años hay que tener algo más que un show espectacular: hay que saber transmitir los valores de una historia como El rey león. Un lugar seguro donde todos podemos ser el rey.