Como dice el refrán, más vale tarde que nunca. El papa Francisco se reunió con activistas LGTBIQ+ en el Vaticano el pasado sábado para escuchar las vivencias y necesidades de las personas trans.
El encuentro tuvo lugar en la casa de huéspedes donde vive el papa, y contó con la presencia de una hermana católica que trabaja con personas LGTBIQ+, un médico estadounidense que ayuda a dirigir una clínica que proporciona atención hormonal para la transición de género en adultos, y Michael Sennett, activista y hombre trans. Este último asegura que le habló al pontífice sobre “la alegría que me da la terapia de reemplazo hormonal y las cirugías que he tenido que me hacen sentir cómodo en mi cuerpo” y lo importante que es para él ser una persona transgénero católica.
La reunión, que no aparecía en la agenda oficial del Vaticano, ha tenido lugar seis meses después de que la oficina doctrinal del Vaticano rechazara la atención de afirmación de género para personas trans argumentando que “corre el riesgo de amenazar la dignidad única que la persona ha recibido desde el momento de la concepción”. Desde el colectivo LGTBIQ+ se criticó que no se había buscado la opinión de personas trans sobre sus experiencias antes de rechazar la atención de afirmación de género.
Según Cynthia Herrick, endocrinóloga de una clínica de San Luis (EE UU), el papa se mostró muy receptivo en la reunión y “escuchó con mucha empatía. También compartió que siempre quiere centrarse en la persona, en su bienestar”. Al pontífice se le ha atribuido el mérito de llevar a la Iglesia católica a adoptar un enfoque más amable hacia el colectivo LGTBIQ+, y ha permitido a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo. Aunque, a principios de este año, les dijo a los obispos italianos en una asamblea de la Conferencia Episcopal Italiana, celebrada a puerta cerrada, que “había mucho mariconeo en ciertos seminarios”. El Vaticano tuvo que salir a pedir perdón por estas palabras, tras las numerosas críticas que estaba recibiendo.
New Ways Ministry, grupo estadounidense de católicos LGTBIQ+ y organizador del encuentro, ha destacado que “el mensaje realmente es que necesitamos escuchar las experiencias de las personas transgénero”. Además, para ellos esta reunión “significa que la Iglesia está avanzando, que la Iglesia se está uniendo a la era moderna”. Este grupo ha sido objeto de críticas durante décadas por parte del Vaticano y de funcionarios católicos estadounidenses.
El papa Francisco ha estado manteniendo correspondencia con esta organización y ya había recibido a algunos de sus miembros el año pasado, lo que reafirma su interés por dialogar con el colectivo LGTBIQ+.