Telmo Irureta en el escenario del CDN: "La vida se lleva mejor con un poco de humor"

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Nadie dijo que esta vida fuera fácil. Conforme más crecemos, más palos recibimos y más peso sentimos sobre nuestros hombros. El mundo es cada día un lugar menos amable y eso afecta, de una manera u otra, a nuestra salud mental. La ansiedad, la depresión y la soledad nos azotan con fuerza, y solo hay una manera de enfrentarse a ellas: con un sonrisa.

Con esa filosofía de vida, Mireia Gabilondo ha escrito y dirigido Sabes que las flores de plástico nunca han vivido, ¿verdad?, una comedia muy trágica sobre las enfermedades mentales y las terapias psicológicas. El guipuzcoano Telmo Irureta es uno de sus protagonistas, y hemos hablado con él en los camerinos del María Guerrero. Durante nuestra conversación hay algo que no desaparece en ningún momento de su rostro: su sonrisa.

“Esta obra es como la vida misma. La gente se ríe, llora, lo pasa bien, puede que incluso se aburra y se enfade… El público siente un montón de emociones durante la función y eso es lo que más me gusta de ella, que es un reflejo de la vida”, nos cuenta el actor. “Mireia y yo nos conocíamos y ya habíamos trabajado juntos otras veces, por lo que me he sentido como en casa. Hemos formado una familia muy bonita sobre el escenario y creo que eso se transmite al espectador. El texto es estupendo porque refleja una realidad muy dura de una manera muy amable, que consigue sacarte una sonrisa y una lágrima a la vez. No me gusta cuando las cosas se tratan con victimismo y pena, el mundo ya es demasiado oscuro. La vida se lleva mejor con un poco de humor”, asegura.

El actor saltó a la fama en 2022 gracias a la película La consagración de la primavera, con la que ganó un Goya por su interpretación. Tras su victoria, salió públicamente del armario como homosexual, algo que defiende con orgullo. “Lo que más me gusta del teatro, y de la cultura en general, es que te hace sentir acompañado. Da igual quién seas o cómo seas, no hay discriminación y se convierte en un espacio seguro para muchas personas que fuera se pueden sentir solas o tristes. A mí el arte me ha ayudado mucho cuando lo he pasado mal, y me ha hecho sentir mejor. Por ejemplo, en esta obra mi discapacidad no es algo sobre lo que gire la trama del personaje, es un rasgo más de él y no define para nada quién soy. Y eso me gusta, porque si alguna persona se siente mal con algo de su vida o una parte de su cuerpo y ve esta obra, puede pensar lo mismo y sentirse bien. Este tipo de cosas no definen quiénes somos”.

La obra lleva ya varias semanas en el teatro y ha conseguido cautivar al público cada tarde. El actor nos confiesa que la gente sale emocionada de cada función e incluso se acercan a agradecerles lo que hacen con sus conmovedoras interpretaciones y a felicitarles por la entrañable historia que cuentan, que consigue llegar a sus corazones.