Cuando recientemente viajamos con Pastora Soler a Torremolinos para realizar el reportaje de portada de nuestra más reciente edición Voyager, nos dio tiempo de hablar largo y tendido sobre la carrera de la sevillana.
Celebra Pastora Soler 30 años de carrera, y lógicamente, ha querido tirar la casa por la ventana. Está inmersa en la gira Rosas y Espinas, con la que se está recorriendo España, y ha publicado nuevo disco, el recopilatorio 30.
Este lanzamiento –que tiene edición física en tres CDs– incluye todos su grandes éxitos, además de un tema inédito y regrabaciones de algunos de sus temas más populares. En Torremolinos nos adelantó una primicia sobre la que tuvimos tenido que guardar silencio un tiempo.
Porque al preguntarle si Corazón congelado (el tema que supuso el primer gran flechazo para su público LGTBIQ+) la canta en sus actuales conciertos, llegó la bomba. «Por supuesto que la canto», nos dijo. «Y en breve voy a sacar una nueva versión con Camela«. ¡¿Qué?! Pues sí, lo dijo con una enorme sonrisa en la cara, consciente de que había acertado con la colaboración. «Ha quedado chulísima», nos avanzó en aquel momento.
Ya ha publicado Corazón congelado 3.0, cuyo vídeo ha dirigido Fran Granada, y no es ningún secreto esta versión de una canción que considera muy especial. «Me sorprendió mucho su éxito cuando la publiqué», recuerda. «No quería quedarme solo en la copla; buscaba salir de ahí. Dámelo ya fue la primera canción con la que abrí el camino hacia otra dirección en la que me sentía cómoda. Y ya el éxito llegó con Corazón congelado. Que, además, fue sintonía de la Vuelta Ciclista a España de 2001, con lo cual su ubicuidad fue tremenda.
Ella, claro, encantada de que esa nueva dirección pop fuese tan bien recibida. «Venía de cantar copla, un género denso y musicalmente difícil, y pasé a algo fácil, fresco, sin nada que ver. Que tuviera tanto éxito me hizo ver que iba en el buen camino para hacerme mi propio sonido«, dice. Porque tenía claro que lo que quería era diversificarse. «No buscaba interpretar solo ese tipo de canciones a partir de ese momento, también quería continuar cantando grandes baladas. Es maravilloso que la gente la recuerde con tanto cariño».
Cuando el pasado verano llegó la fiebre viral que invitaba a ligar en Mercadona, de repente, Corazón congelado se convirtió en su banda sonora, y Pastora flipó. «Me empezaron a llamar de los medios, y decían que yo había sido la precursora de ese fenómeno«. Y es que, efectivamente, la canción habla de un amor que surge en un supermercado. «Aunque en aquel momento, a mucha gente se le escapó eso, muchos me preguntaban, porque no entendían de qué iba la canción«, recuerda entre risas. «¡Sabía que esto iba a acabar pasando!». ¿Acaso está inspirada en hechos reales? «No, no, para nada».