Todos hemos soñado alguna vez con lámparas mágicas capaces de cumplir todos nuestros deseos, alfombras voladoras con las que sobrevolar los paisajes más asombrosos y un mundo ideal en el que la vida sea más fácil, libre y diversa. Y aunque parezca que todo esto es producto de una fantasía o un cuento con final feliz, existe un sitio en el que es realidad: la ciudad de Ágrabah. Y no hace falta irse hasta el desierto para encontrarla, la tienes en la mismísima Gran Vía de Madrid, concretamente en el Teatro Coliseum, donde cada noche Aladdín, el musical llena de canciones y color los rincones del teatro con su magia.
Ferran Fabá y David Comrie son la magnética pareja protagonista del musical. Aladdín y el Genio, respectivamente, son dos de los personajes más carismáticos y queridos de toda la franquicia Disney, y no es de extrañar que ambos actores hayan conectado tan bien sobre el escenario como demuestran entre bambalinas. Hemos podido hablar con ellos para que nos desvelen todos los secretos de uno de los musicales más impresionantes que hay ahora mismo en cartel.
Además, Fabá se estrena como el nuevo Aladdín y no se puede sentir más arropado por sus compañeros de elenco. “Estoy cumpliendo un sueño. Era algo que necesitaba, tenía ganas de un cambio pero no aparecía la oportunidad, y cuando llegó esto… no podía creerme que fuera realidad. Es un proyecto alucinante”, confiesa el actor barcelonés. “Es que este musical es muy especial. Es un espectáculo que conecta con todo el mundo. Es una historia que llega y emociona a todos. Yo, por ejemplo, me siento muy querido por el público. El Genio es uno de los personajes más famosos de Disney, y es todo un honor poder ser él. La gente le ama, y todo ese amor me llega en la calle cuando alguien me reconoce y en los aplausos de cada noche. Es una responsabilidad muy grande y muy bonita”, nos cuenta el panameño David Comrie.
Y es que, tras su estreno a principios de los años 90, la película Aladdín se convirtió en un éxito instantáneo. Recaudó quinientos millones de dólares y se alzó con dos premios Oscar. Su música se ha quedado en nuestra memoria colectiva generación tras generación, y seguimos soñando con las aventuras del joven ladrón gracias a su versión en formato musical. Sus vestuarios llenos de color, sus míticas canciones, su juego de luces y un impresionante escenario consiguen llevarte al mismísimo Oriente Medio sin salir de la capital. “Es un musical lleno de vida y, para mí, es lo más bonito que podemos hacer: transmitir alegría y positivismo a la gente. Poder ver las sonrisas y las caras de felicidad hace que cada función merezca la pena. Este tipo de obras hacen del mundo un lugar más bonito”, explica Ferran Fabá.
“Recuerdo que cuando estaba trabajando en El rey león, un padre se me acercó al salir del teatro y me dio las gracias. Yo le pregunté por qué y me explicó que, gracias al musical y a la muerte de Mufasa [el personaje que interpretaba en la obra], le pudo explicar a su hijo el fallecimiento de su abuelo, y pudo entender que era algo positivo… El teatro tiene ese poder, y la magia de Disney hace que cosas como esta sean posibles”, asegura Comrie.
Para muchas personas, el teatro musical es un refugio donde poder soñar y sentirse a salvo de la hostilidad que habita en el mundo en el que vivimos. Gran parte de la comunidad LGTBIQ+ encuentra en el arte y la cultura un lugar seguro entre butacas y telones rojos, algo que llega a los propios actores, que son conscientes. “Hay algo que me encanta de interpretar al Genio, y es que es un personaje que no está definido, que juega con el género y lo mismo puede vestirse de hombre que de mujer. No tiene sexualidad, no sabemos qué le gusta y fluye completamente libre sobre el escenario. Y es muy bonito ver que todos esos matices, toda esa libertad, llega hasta el público y por eso es tan querido, porque es un personaje sin complejos”, explica Comrie.
“El hecho de poder interpretar a cualquier personaje nos ayuda a entender los matices y descubrir lo distinto de cada uno, y sirve mucho para que puedas plantearte cosas que antes no hacías. La cultura nos permite ser más abiertos de mente y sin prejuicios”, dice Fabá.
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Formar parte de un espectáculo de estas magnitudes requiere mucha preparación. Pero a pesar de todos los esfuerzos, físicos y mentales, que supone un proyecto así, es todo un sueño para cualquier actor de teatro musical. “Aladdín me ha dado la oportunidad de creer en mí. He descubierto todo lo que puedo hacer sobre el escenario y que ni siquiera sabía que podía hacer. El número musical de Un genio genial son casi diez minutos de no parar de cantar, bailar, cambios de vestuario, escenografía… Es una auténtica locura y jamás pensé que podría hacerlo, pero de repente, mira, lo hago ocho veces por semana”, dice Comrie entre risas. “Interpretar al Genio me ha sacado de un caparazón, ahora creo en mí mismo, tengo más autoestima y me ha dado la energía que me hacía falta. Ahora me siento Naomi Campbell caminando por la calle”.
Desde que la producción se estrenase en 2011 y pasara por Broadway, el West End, Japón y Australia, se ha considerado como uno de los mejores musicales de todos los tiempos, y ya lo han disfrutado millones de espectadores en todo el mundo. Un sorprendente viaje repleto de sueños, intrigas y amistad, que tanto nos emocionó de pequeños y que vuelve a hacerlo con esta majestuosa producción que ya se ha consolidado en la Gran Vía madrileña. Ferran Fabá y David Comrie son los protagonistas de este imponente musical que triunfa, una temporada más, en el Teatro Coliseum de la capital. Una experiencia inolvidable en la que tus deseos se harán realidad con tan solo frotar la lámpara mágica.
FOTOS: SALVA MUSTÉ
ESTILISMO: MARÍA JOSÉ CASTILLO
MAQUILLAJE Y PELO: ÁLVARO SANPER PARA NARS Y I.C.O.N. SPAIN
VÍDEO: PABLO CARRASCO DE JUANAS