El VIH continúa siendo uno de los mayores desafíos de salud pública existentes en el mundo. Los avances médicos actuales ofrecen a las personas con la infección la oportunidad de controlar y cronificar el VIH, tener un envejecimiento saludable y, con ello, una mejor calidad de vida a largo plazo e, incluso, eliminar el riesgo de transmisión cuando mantienen una carga viral indetectable. Sin embargo, a pesar de estos logros, el estigma y la falta de diagnóstico temprano persisten como barreras críticas en la lucha contra esta enfermedad.
El principio «Indetectable = Intransmisible» (I=I) se ha convertido en un hito en la prevención del VIH. Este concepto, avalado por numerosos estudios científicos, sostiene que las personas con VIH que mantienen una carga viral indetectable gracias a los tratamientos antirretrovirales no transmiten el virus a sus parejas sexuales.
La investigación empezó a arrojar luz sobre este fenómeno en 2008, cuando se observó una tasa de transmisión cero en parejas serodiscordantes donde la persona con VIH seguía un tratamiento efectivo. Desde entonces, estudios como HPTN052, PARTNER y Opposites Attract, realizados tanto en parejas heterosexuales como en hombres que tienen sexo con hombres, han confirmado que las personas con VIH que mantienen una carga viral indetectable no transmiten el virus, incluso sin el uso de preservativo.
Cuando el VIH es indetectable en sangre durante al menos seis meses, el riesgo de transmisión desaparece, una realidad que no solo transforma la vida de quienes viven con VIH, sino que también refuerza los esfuerzos globales en la lucha contra la epidemia. Pero, además, I=I permite reducir el estigma asociado al VIH, y promueve una mayor aceptación y visibilidad en la sociedad, y se ha consolidado como un mensaje clave para desmitificar el VIH y empoderar a quienes viven con él.
Rompiendo barreras: combatiendo el estigma y la discriminación
Sin embargo, el éxito médico no se refleja siempre del mismo modo en lo social, ya que el estigma y la discriminación en torno al VIH persisten. Aunque el tratamiento permite a las personas vivir sin riesgo de transmisión, muchas aún se enfrentan a prejuicios en sus comunidades y, en ocasiones, en su entorno laboral o familiar. Este estigma puede manifestarse en formas de discriminación explícita o en auto estigmatización, donde las propias personas internalizan el rechazo social, generando aislamiento, culpabilidad e incluso depresión.
Combatir el estigma exige de esfuerzos informativos y educativos en toda la sociedad. La desinformación, como el desconocimiento sobre las vías reales de transmisión, alimenta actitudes discriminatorias que podrían erradicarse mediante la educación y el uso de un lenguaje inclusivo y adecuado. En este punto, es vital crear espacios donde se comparta información clara y veraz sobre el VIH como, por ejemplo, en la plataforma eresVIHda.es, web recomendada para todas las personas, con VIH o no.
La clave está en el conocimiento
«Indetectable = Intransmisible» destaca que una persona con VIH en tratamiento y con carga viral indetectable no transmite el virus. Una afirmación que busca desmitificar ideas erróneas y reducir el temor al diagnóstico, alentando a más personas a hacerse la prueba y acceder al tratamiento. La colaboración entre entidades públicas y privadas, junto a la labor de los medios de comunicación, puede marcar una gran diferencia en la eliminación de barreras sociales.
Pero, aunque los avances médicos han transformado la vida de quienes viven con el VIH, la sociedad sigue afrontando el reto de reducir el estigma y fomentar una cultura inclusiva. La clave para erradicar la discriminación y garantizar una vida digna para todas las personas con VIH radica en una combinación de educación, prevención y respeto a los derechos humanos.
MÁS INFORMACIÓN EN ERESVIHDA.ES