Del 29 de noviembre al 5 de diciembre se celebra la campaña Rainbow Laces de Stonewall para fomentar la inclusión del colectivo LGTBIQ+ en el ámbito futbolístico. Durante esta semana, la Premier League se viste con los colores del arcoíris y decora los banderines, balones, brazaletes de capitán y cordones de los jugadores. Además, los partidos de las jornadas 13 y 14 tienen un carácter benéfico.
Uno de los gestos fundamentales de esta campaña es que los capitanes de los equipos luzcan brazaletes con la bandera arcoíris para mostrar su apoyo a la igualdad. Sin embargo, el capitán de Ipswich Town, Sam Morsy, se ha negado a llevarlo alegando “creencias religiosas”.
El capitán es internacional egipcio nacido en Gran Bretaña, es musulmán practicante y no lució el brazalete durante el partido contra el Nottingham Forest jugado el 30 de noviembre. Fue el único de los veinte capitanes de la liga inglesa que no lo llevó.
En un comunicado, el club informó de que “respetaban” la decisión de su jugador de no llevar dicho brazalete y añadieron: “Apoyamos con orgullo la campaña Rainbow Laces de la Premier League y al colectivo LGTBIQ+ en la promoción de la igualdad y la aceptación”. Quisieron recordar que, durante la campaña de este año, los miembros de los primeros equipos –tanto femenino como masculino– visitaron la sesión semanal de fútbol LGTBIQ+ de la fundación del propio club e hicieron una promesa conjunta de solidaridad e inclusión con el Nottingham Forest antes del juego.
La actual vicepresidenta, miembro del comité ejecutivo de la UEFA y excapitana de Gales, Laura McAllister, dijo en una entrevista a la BBC que la decisión de Morsy era “decepcionante, aunque muchos otros capitanes están defendiendo la igualdad de derechos”. “Creo que tiene que haber un elemento de elección individual, pero estoy realmente decepcionada porque un capitán representa al equipo, y al club, y a todos los seguidores de ese club […] y eso incluirá a muchas personas LGTBIQ+”, añadió.
Aunque Sam Morsy haya sido el único que no se puso el brazalete, no ha sido el único jugador que ha suscitado polémica. Marc Guéhi, capitán del Crystal Palace, lució el brazalete arcoíris pero pueso una frase en él que casi le cuesta una sanción.
“I love Jesus” (“Amo a Jesús”) fue lo que escribió en su brazalete antes del partido contra el Newcastle United disputado el sábado 30 de noviembre. Por este gesto, la Asociación del Fútbol (FA) podría haber acusado al jugador por incumplimiento del reglamento sobre contenido religioso, pero simplemente se les ha recordado al jugador y al equipo sus responsabilidades y que se podrían enfrentar a acciones legales.
La política de la FA permite los lemas e iniciativas que promuevan el fútbol, el respeto y la integridad, pero no “lemas, declaraciones o imágenes políticas, religiosas o personales”. En caso de que se cometa cualquier infracción, “el jugador y/o el equipo serán sancionados por el organizador de la competición, la asociación nacional de fútbol o la FIFA”.