Chenoa: "Estoy muy contenta de seguir siendo yo a todos los niveles, sin mucho artificio"

Chenoa es una de las protagonistas de nuestro Anuario 2024, y en este reportaje exclusivo repasa lo vivido en un año que nunca olvidará.

Chenoa repasa en exclusiva su increíble 2024. Foto: Miguel Ángel Fernández
Chenoa repasa en exclusiva su increíble 2024. Foto: Miguel Ángel Fernández
Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

30 diciembre, 2024
Se lee en 11 minutos

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Chenoa ha vivido un 2024 de ensueño a nivel profesional, y se nota lo contenta que está de todo lo que ha vivido. «Tengo mucha plancha a la hora de recordar, porque no he parado«, dice con una gran sonrisa. Lo comenzó participando en El desafío («hacía mucho que no iba como concursante a un programa, y me resultó duro, pero aprendí a enfrentarme de nuevo a mis miedos y me vino bien«) y después vino una nueva temporada de Tu cara me suena («mi buque insignia»). A partir de ahí, no duda: «Me vine arriba».

Aunque, en realidad, Chenoa se vino arriba antes, cuando repasamos fechas. Porque cuando le propusieron ser presentadora de Operación Triunfo en su regreso a televisión, en Prime Video, no lo dudó. Y hay que ver las alegrías que le dio su estreno como presentadora en el talent show que la vio nacer como artista de masas en 2001. «Tenía sentido en un aspecto tanto profesional como personal», dice. «Hay proyectos que no te van a dar mucho dinero pero que te apetece hacer, y otros que no te llenan tanto en lo personal, pero que sabes que te vienen bien a nivel profesional. Este lo tenía todo, no me lo podía creer cuando me lo ofrecieron. Durante tres mes no tuve vida».

Chenoa

Al echar la vista atrás, le viene a la mente una fecha concreta, muy señalada: el 31 de diciembre de 2023. «Esa noche me vi en una habitación de hotel de Tarrasa, sola, con un plato de uvas. Muy duro. Intenté gestionarlo de la manera más positiva posible, para no darme pena a mí misma. ¿Quién me habría dicho que un 1 de enero me levantaría para ir a presentar en directo una gala de OT?». Le valió totalmente la pena esa Nochevieja solitaria, lo deja muy claro. Y comienza a enumerar más alegrías que le ha dado 2024: «He vuelto a doblar películas [Amigos imaginarios], hice un cameo en En fin y participé en su banda sonora, he grabado dúos con David de María [Relatividad] y Ana Guerra [Me quiero más a mí], he dado muchos conciertos, actué en el Brava [Festival, en Madrid]…».

Después llegarían dos noticias que le han hecho especial ilusión: la nominación a los Premios Iris como mejor presentadora y el anuncio de que en 2025 se pondrá al frente del concurso semana The Floor en La 1. «El broche de oro lo ha puesto mi nuevo single, La línea del tiempo«, remata.

SHANGAY ⇒ No es casual que hayas decidido lanzar en la recta final del año La línea del tiempo, ¿verdad?
CHENOA ⇒ No lo es. Me llegó de mi oficina sin nombre si nombre ni apellido, no sabía quién la había escrito. El pellizco fue instantáneo, a la primera escucha, me enamoré de ella, me desbloqueó todo, lloré… Esa canción tenía que ser mía. Descubro que es de Julia Medina, a la que solo conocía de oídas, Y cuando empezamos a grabar Tu cara me suena, resulta que era concursante… Nada es casual. Es de las mejores canciones que he hecho. Y me va a costar cantarla en vivo sin llorar, para mí es complicado gestionar lo que siento cuando la hago.

SHANGAY ⇒ Estamos acostumbrados a verte interpretar canciones mostrándote intensa, pero no tantas sintiéndote tan vulnerable…
CHENOA ⇒ Bueno, también hay intensidad en el drama. Hacía mucho que no me mostraba así, es verdad, y el público que lo pedía. Es una canción que he hecho para mí ante todo, pero se la debía a quienes siguen mi carrera también. Es una canción que me ha invitado a echar la vista atrás, algo que también sucedió en OT.

«Esta tía lleva 23 años de carrera, vale que me caiga mal una temporada, pero ¿23 años?»

SHANGAY ⇒ ¿Ha sido un año más de sanación o de celebración?
CHENOA ⇒ Ha sido un año de ponerle nombre a todo lo que sientes. Muchas veces tenemos sensaciones que no tenemos bien etiquetadas, y está bien hacerlo, así gestionas mejor las emociones. Es bueno pararte a veces a pensar lo que sientes, que es lo que propone esta canción. Es muy terapéutica. En un momento en que en el mercado musical predomina la música de fiesta, bailable, está bien que se dé más espacio a las baladas.

SHANGAY ⇒ «Si me juzgas, tú te equivocas», cantas. ¿Es importante que lo sigas verbalizando?
CHENOA ⇒ Sí, y es una pesadez. No solamente tengo que trabajar entendiéndote a ti y por qué me ves como me ves sino que también tengo que hacerlo para que veas que no soy como tú crees. No puedo estar constantemente diciéndote lo que es verdad y lo que es mentira. Hostia, esta tía lleva 23 años de carrera; vale que me caiga mal una temporada, pero ¿23 años? Houston, tenemos un problema [risas]. Ya es porque te gusta tenerme de saco de boxeo.

SHANGAY ⇒ ¿No te molesta?
CHENOA ⇒ No. Estoy enfocada en otra cosa. He aprendido a rodearme de gente con la que me entiendo, y también con la que puedo hablar, aunque no pensemos igual. Lo que me importa es la capacidad de diálogo. Más ahora, que hay tantas ventanas en la que opinar, y todo el mundo es ‘todólogo’. Así que es una unpopular opinion decir «oye, que tú no sabes de esto o de lo otro». Dedícate a lo tuyo, que yo no me meto en tu trabajo.

Chenoa

SHANGAY ⇒ ¿Ha habido este año muchos momentos de, como cantas, «cayendo de boca, volviéndome loca»?
CHENOA ⇒ He buscado el volverme loca y caerme de boca, lo sigo buscando. Cuando dejas de caerte algo va mal, no eres humano. Tienes que sabes lo que duele una rodilla cuando te estampas en el suelo; así es como vas a ir con cuidado y vas a esforzarte por evitar que vuelva a pasar. La empatía se logra desde el yo, es muy egoísta. Y yo soy empática.

«Sigo escuchando a quienes me dicen qué he hecho bien y qué no, y sigo con ganas de curiosear»

SHANGAY ⇒ ¿Cuándo te has caído de boca en los últimos tiempos?
CHENOA ⇒ Muchas veces, pero ninguna ha sido grave; ya no las vivo con la misma intensidad como cuando te caes o te enamoras por primera vez. Levantarte cuesta menos, ya tienes una musculatura formada, el cuádriceps responde mejor [risas], y sanas antes. Eso te lo da la edad y la veteranía.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo has gestionado tu repunte de popularidad este año?
CHENOA ⇒ ¿Me ves muy diferente? No, ¿verdad? Esa es la clave. Estoy muy contenta de seguir siendo yo a todos los niveles. Sigo con esa misma naturalidad, tan peligrosa hoy día. Intento seguir yendo sin mucho artificio; eso a veces me juega a favor y otras en contra, pero lo tengo asumido. Sigo escuchando a quienes me dicen qué he hecho bien y qué no; sigo con ganas de curiosear constantemente para que todo quede bonito. Hacerte un refresh de vez en cuando siempre está bien. Y me rodeo de gente muy joven; me encanta la generación de artistas que viene, por eso me llevo tan bien con los peques de OT, que son chiquititos, ¡me los como! Me encanta que les vaya bien, que reivindiquen cómo son, y vivirlo con ellos.

SHANGAY ⇒ OT ha sido un escaparate de visibilidad para el colectivo LGTBIQ+ muy potente…
CHENOA ⇒ ¡Madre mía! Ha sido maravilloso. Para mí era todo natural, y no me sorprendió nada. Ver a Kiki, Violeta, Juanjo, Martin… Por eso un día me solté y dije «¡viva el amor!». Como veía el 24 horas, era una fan más. Martin fluía más, pero como veía que a Juanjo le costaba todo más, que era más suyo, le respetaba, y nunca quise forzarle a nada; de hecho, me proponían preguntas a las que yo decía que no. Y sigo hablando con ellos, a ver qué tal todo.

SHANGAY ⇒ ¿Te sientes un poco mami con ellos?
CHENOA ⇒ Sí, son como mis hijos. Siempre he querido protegerles de alguna manera, sin manejar su libertad. A veces se me iba la olla de verlos tan monos y cariñosos, pero solo lo justo.

Chenoa

SHANGAY ⇒ ¿Se ha convertido la televisión en una adicción para ti?
CHENOA ⇒ Sí, sí. Doy gracias por la tele, me ha respondido en muchos aspectos a veces mejor que la música.

SHANGAY ⇒ Para desgracia de algunos de tus fans…
CHENOA ⇒ Bueno, no puedo estar pendiente siempre de lo que quiere el público, porque si no, igual no desarrollaría facetas que me dan oportunidades. En la tele me manejo, lo disfruto, trabajo duro y soy muy responsable, y la respuesta es muy chula. Que me hayan nominado a los Premios Iris [como mejor presentadora] es muchísimo. En la música nunca me he sentido ni nominada ni ganadora.

«Me importa un pito el edadismo. Hablar del cuerpo ajeno y de la edad de otros es casposo y feo»

SHANGAY ⇒ ¿Tienes una espinita con eso?
CHENOA ⇒ No. Es lo que toca y punto, no lo siento una deuda pendiente, nadie me debe nada, al contrario. Yo sigo cantando y haciendo conciertos, y me siento muy agradecida, porque aquí sigo. Es verdad que la televisión me da un feedback inmediato y claro; en la música es todo más disperso.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo viviste el anuncio de la nominación de los Iris?
CHENOA ⇒ Me hizo sentir «parece que lo he hecho bien». Trabajo mucho con el síndrome del impostor, y me lo tengo que quitar de encima, aunque me cuesta. Cuando recibí la noticia estaba con mis padres, y, claro, no sabía qué decir, flipé al verme con los compañeros de nominación. Es algo que me ha animado un montón, y que ma da ganas de seguir haciendo programas y probar cosas nuevas. Además, es que hago muchos castings, no se me caen los anillos, y me lo curro desde el minuto cero. Vienen bien para el ego, ponerte a prueba y aceptar que siempre hay gente mejor que tú.

Chenoa

SHANGAY ⇒ Otro momento especial de tu 2024 fue la actuación en el Brava Festival en Madrid…
CHENOA ⇒ Para mí, el momentazo emocional del año. Supuso una comunión con el colectivo; nos echábamos de menos mutuamente. Fue un reencuentro muy especial: éramos muchos pero sentíamos como uno. Me recordó el principio de mi carrera, y es que el colectivo siempre ha estado ahí, y eso me toca mucho.

SHANGAY ⇒ ¿No te esperabas algo así?
CHENOA ⇒ No, porque yo iba de suplente [risas]. Se cayó Nemo, me lo ofrecieron y dije «venga, canto cinco o seis canciones». Fui muy relajada a hacer mis hits. Al llegar, vi que la tendencia de los artistas era que actuaran con bailarines, con mucha coreografía, y claro, yo llegué con mi banda, y mi intención no era posturear, porque yo nunca he hecho eso. Cuando me vi sola, con mi pie de micro y mi sombrero de cowboy pensé «bueno, seguro que las canciones funcionan y a la gente les hace ilusión escucharlas». Cuando vi la entrega absoluta, me rompí. Sé que todavía tengo cosas que demostrar, pero joder, que toda esa gente se acordara de mí me hizo mucha ilusión. Solo podía dar las gracias mientras echaba alguna lágrima. Son muchos años ya de relación con la comunidad LGTBIQ+, y mola mucho que sigamos así.

«En el Brava viví una comunión con el colectivo LGTBIQ+; nos echábamos de menos»

SHANGAY ⇒ ¿Te sorprendió la repercusión tan brutal que tuvo tu respuesta tan emocionada?
CHENOA ⇒ ¡En todos lados! » Se ha roto…». Pues, ¡cómo no! Me duró el efecto rebote como dos semanas… Hay que responder al cariño y al reconocimiento con mucha responsabilidad. Y tenía que dar las gracias porque queréis que siga aquí.

SHANGAY ⇒ ¿Te genera sensación de vértigo todo lo que está por venir?
CHENOA ⇒ Todo me da vértigo.Una asume su responsabilidad para entretener a los demás y tú pasártelo bien con ellos. No es plan que el artista vaya a su bola, tiene que haber un equilibrio. Eso lo vivo en cada concierto, por ejemplo. Hago música para todo el mundo, y me da igual si toco en un sitio grande o uno pequeño.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo ha ido este año de soltería?
CHENOA ⇒ Bien, estoy tranquila. Más que soledad, es una cuestión de paz. Si aparece alguien, genial, y si no, no pasa nada. Si yo me lo paso sola muy bien [risas]. A mi bola estoy mucho más tranquila. Este año me he entregado mucho a mi trabajo, y ha sido muy guay. Lo he abrazado no como una adicción sino como algo que me llena mucho. ¡Hago tantas cosas a la vez! ¿Quién me lo iba a decir a mí a estas alturas de edad y de carrera? Que el año que viene cumplo 50. Y me importa un pito lo del edadismo. Y cuando me opere, igual lo muestro en directo en un TikTok, no pasa nada. ¿Que si me pongo bótox? Me pondré el que me dé la gana… Hablar del cuerpo ajeno y de la edad del otro resulta tan casposo y tan feo. Tengo una edad, por eso trabajo para que mi máquina pueda seguir funcionando al nivel que necesito. Una no se mantiene así por gusto, hay que seguir estando a la altura, y lo llevo guay.

Chenoa

FOTOS: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ
MAQUILLAJE Y PELO: MANU MORENO
VÍDEO: PABLO CARRASCO DE JUANAS

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