Susi Sánchez: "Me resulta novelesca la etiqueta de ‘gran dama’, solo intento ser cada vez mejor persona"

Susi Sánchez es una de nuestras grandes intérpretes, y en 2024 volvió al trabajo con energías renovadas. Repasamos con ella un año inolvidable para una actriz que es todo un icono LGTBIQ+.

Susi Sánchez, uno de los personajes destacados de 2024 en nuestro Anuario. Foto: Miguel Ángel Fernández
Susi Sánchez, uno de los personajes destacados de 2024 en nuestro Anuario. Foto: Miguel Ángel Fernández
Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

9 enero, 2025
Se lee en 11 minutos

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Es una de nuestras grandes actrices, una realidad tan feliz como indiscutible a estas alturas. Con un currículum tan extenso como diverso, a sus 69 años, Susi Sánchez puede presumir de seguir trabajando mucho tanto en cine como en televisión –más adelante explica por qué lleva tiempo sin subirse a las tablas–.

Si venía de un triunfal 2023 en el que ganó su segundo Goya, como actriz secundaria, por su inolvidable personaje en Cinco lobitos, de Alauda Ruiz de Azúa (el primero lo logró como protagonista por La enfermedad del domingo, dirigida en 2018 por Ramón Salazar), en 2024 Susi Sánchez estrenó Reinas, de la peruana Klaudia Reinicke. Una madre más que añadir a la larga lista que ha interpretado en la ficción.

Un trabajo que marcó un antes y un después en su vida, porque tras él decidió tomarse un descanso laboral. “Llevaba dos años sintiendo que debía hacerlo. Porque entras en una rueda agotadora. Y fíjate que lo dice una actriz de mi edad que no se puede quejar en absoluto, porque hay muchas compañeras que a partir de los 35 empiezan a ver cómo cada vez les ofrecen menos proyectos. Yo soy claramente una excepción”. El hecho de que se la tenga siempre muy presente tiene que ver, por ejemplo, con sus trabajos como secundaria para Pedro Almodóvar.

Susi Sánchez

Entre las películas del manchego en las que ha trabajado están La piel que habito (2011), Julieta (2016) y Dolor y gloria (2019). Muchos fans de las nuevas generaciones que se enganchan a su cine, se familiarizan con el rostro de la actriz valenciana. «Es lo bueno de la permanencia del cine frente a la volatilidad del teatro, se queda ahí toda la vida, dejas una huella para siempre”, dice.

Ha retomado su actividad con vigor, y entre los proyectos que tiene por estrenar en este 2025 están la película También esto pasará, de María Ripoll, y dos series, Legado, creada por Carlos Montero, y protagonizada por, entre otros, Jose Coronado, Belén Cuesta y Diego Martín, y Los sin nombre, dirigida por Pau Freixas, en cuyo reparto están Miren Ibarguren, Rodrigo de la Serna y Milena Smit.

Asegura que sigue sin importarle si los personajes que le ofrecen son de mayor o menor extensión. “Tampoco me van a estar llamando para protagonistas todo el tiempo. No hay tantos personajes así para mujeres de mi edad; para hombres, igual sí. Y eso que ahora se escriben más gracias a que hay más mujeres guionistas y directoras. Mientras el personaje cuente algo que me resulta interesante, yo encantada de hacerlo”.

SHANGAY ⇒ ¿Ha sido 2024 un buen año para ti?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Sí, a todos los niveles. En lo colectivo, siento que no hemos bajado la guardia, y eso es importantísimo. Hay cada vez más gente con voces concretas que dice hacia dónde debemos ir todos. La igualdad, en todos los sentidos, está aún lejos, pero está cada vez más latente la necesidad de un cambio, y si hasta ahora era muy fácil mirar hacia otro lado, ahora ya no.

«Que sea lesbiana no quiere decir que esto deba condicionar los personajes que hago»

SHANGAY ⇒ Ya era hora, ¿no?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Por supuesto. Cuando empezó el #MeToo empezó a moverse el tema aquí también, y ya me preguntaban mucho por ello. Hay mujeres, se dediquen a lo que se dediquen, que si no han denunciado acoso en algún momento es porque no se han dado cuenta de que lo sufrían, porque entraba dentro de la normalidad: que el jefe te diera un cachete en el culo, que te dijera «niña, ven para acá»… Antes, este tipo de gesto se tomaba casi como algo cariñoso. Es fuerte, ¿no? Por suerte, la visión de la mujer ha cambiado, y es una maravilla. Porque ante todo pedimos el respeto para otra persona que es igual que las demás.

Susi Sánchez

SHANGAY ⇒ Tú, como persona LGTBIQ+, podías sufrir en algunos momentos una doble discriminación…
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Claro. Hay machirulos por ahí que no soportan que haya mujeres homosexuales, incluso llegan a vernos como competencia [risas]. A mí me cuesta cada vez menos mostrarme con naturalidad; el otro día iba al teatro con mi pareja y lo hicimos de la mano, y al salir la llevaba cogida del hombro. No soy yo muy exhibicionista en ese sentido, pero tampoco me escondo. Recuerdo que hace años, trabajando en París con El público de Lorca, veía por la calle o en el metro parejas de chicos y chicas que se besaban, y pensaba «¿cuándo veremos eso en España?». Pues desde hace un tiempo se ve, y es necesario que siga siendo así.

«Los artistas debemos denunciar las situaciones terribles que vemos en el mundo»

SHANGAY ⇒ Nunca has ocultado tu orientación sexual, algo que es de agradecer…
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Tampoco he sido abanderada de nada. He vivido mi sexualidad con naturalidad, punto. Mi trabajo es una cosa, y mi orientación sexual otra, aunque todo vaya en un pack. Que sea lesbiana no quiere decir que esto tenga que condicionar los personajes que haga, no iba a interpretar siempre a mujeres lesbianas. De hecho, creo que solo he tenido un personaje lésbico, en una TV movie de Juan Carlos Claver, Electroshock (2006), que rodé con Carme Elías, y que contaba la vida de dos maestras lesbianas en los últimos años del franquismo, basada en una historia real.

SHANGAY ⇒ ¿Por qué decidiste parar de trabajar en 2023?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Ya llevaba dos años sintiendo que debía hacerlo. Porque entras en una rueda agotadora. Y fíjate que lo dice una actriz de mi edad que no se puede quejar en absoluto, porque hay muchas compañeras que ven como a partir de los 35 empiezan a ver cómo cada vez les ofrecen menos proyectos. Yo soy claramente una excepción. Pero llegó un momento en que me di cuenta de que no podía decir que sí a todo solo porque piensas «no me puedo permitir rechazar un trabajo». Porque me puse enferma, aunque por suerte no fue nada grave. Entonces decidí no trabajar, ni siquiera a nivel de la Academia de Cine [ejerce actualmente como vicepresidenta segunda]. ¡Es que le cogí tirria al trabajo! Como cuando te inflas de pasteles, por mucho que te gusten…

Susi Sánchez

SHANGAY ⇒ ¿Eres consciente del cariño que te tiene la gente?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Sí, y muchas veces me pregunto el porqué. Con lo siesa que soy, eso es que no me conocen bien [risas]. Mejor que sea así, claro. Igual que mucha gente te trata con la reverencia propia de las grandes damas de la interpretación, y da la sensación que no te crees en absoluto etiquetas como esa… No, no, eso me resulta muy novelesco. No me siento gran cosa, solo soy un ser humano corriente que lo único que intenta es ser feliz haciendo lo que le gusta, y ser cada vez mejor persona.

SHANGAY ⇒ ¿Por qué te gustan tan poco las alfombras rojas?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Me dan muchísimo pudor. Además, tengo que hacer un gran esfuerzo cuando estoy en una para no pensar en el estado del mundo. Allí todos de gala, exhibiendo lujo y glamour, cuando en ese mismo instante están muriendo cientos, miles de personas en todo el mundo de una manera completamente injusta. Por eso no me gustan. Los artistas tenemos voz para pronunciarnos y hay que aprovecharlo para denunciar ese tipo de situaciones, y no solo las puntuales del momento. Hay compañeras y compañeros a los que les encanta hacer las alfombras, fotos, promoción… Yo es lo que peor llevo, aunque sé que es necesario.

«Muchas veces me pregunto porqué me tiene tanto cariño la gente, con lo siesa que soy»

SHANGAY ⇒ ¿Cómo viviste campañas tan fuertes como las que te llevaron a ganar dos Goyas?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Intentando no desconectarme de mí misma, y de lo que verdad quería contar en las entrevistas. Esas las llevé muy bien porque eran películas maravillosas, no me costaba nada hablar de ellas, al contrario. Esos tutes me sirvieron para quitarme el miedo a las entrevistas, porque me generaba pánico esa sensación de examen constante, me remitía al colegio de monjas. Y es que a veces digo muchas tonterías, no siempre estoy lúcida.

SHANGAY ⇒ ¿Tienes miedo al examen también cuando trabajas?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Lo tuve, y mucho, en un momento de mi trayectoria como actriz. Hacia sobre todo teatro en ese momento. Sentía pánico escénico, hasta el punto de llegar a plantearme si tendría que dejar de serlo. Empecé a tirar del hilo, para intentar averiguar de dónde me venía, y lo logré: era una especie de mandato familiar, que lo tenía incrustado. Esas cosas que se te quedan de los padres. En este caso, de mi padre, al que adoraba, pero que no quería actriz, fue lo único que me prohibió en toda mi vida. Lo respeté hasta los 21 años, que en aquella época marcaban la mayoría de edad, y fue cuando entré a la escuela de arte dramático, necesitando su bendición… Con el tiempo, necesité hacer una especie de juego psicomágico, y funcionó, nunca más tuve miedo. Siempre he combinado mi vida profesional con terapia; si no lo hubiera hecho, a estas alturas estaría loca o muerta. Me ha ayudado muchísimo como actriz a la hora de enfrentarme a los personajes y entenderlos. Y también me ayuda mucho a no tener miedo preparar muy bien el trabajo; si sé bien el camino a recorrer, no estoy atenta a los nervios ni al miedo al juicio ajeno.

Susi Sánchez

SHANGAY ⇒ ¿Cómo recuerdas el rodaje de una película tan especial como Loli Tormenta, la última dirigida por Agustí Villaronga antes de morir?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Fue durísimo. Estaba ya muy enfermo, y no pudimos ensayar antes de rodarla, solo se hizo ese trabajo con los niños que participaban, que no tenían ninguna experiencia. Me dijo «es la primera vez que hago una película sin ensayar con la protagonista». Pues tiramos adelante con lo que teníamos. Hicimos todos un sobreesfuerzo descomunal en pro del arte. Es una película inacabada con la que no se hizo nada, ni se presentó en la Academia ni se tuvo en cuenta en los Goya. Básicamente, se tiró a la basura, y creo que se lo merecía, estando firmada por un director que siempre hizo películas extraordinarias. Encima, cuando empezó la promoción, acababa de regresar de Perú de rodar Reinas, y llegué enferma y no pude estar.

SHANGAY ⇒ A día de hoy, ¿te da igual si el personaje que te ofrecen es protagonista o secundario?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ ¡Hombre, claro! Además, tampoco me van a estar llamando para protagonistas todo el tiempo. No hay tantos personajes así para mujeres de mi edad; para hombres, igual sí. Y eso que ahora se escriben más gracias a que hay más mujeres guionistas y directoras. Mientras el personaje cuente algo que me resulte interesante, yo encantada de hacerlo.

«Me cuesta cada vez menos mostrarme con naturalidad con mi pareja»

SHANGAY ⇒ ¿Cuándo volveremos a verte en teatro?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ ¿Sabes que estoy enfadada con el teatro? Y eso que me siguen ofreciendo proyectos. Pero es que antes podíamos vivir solo haciendo el teatro, porque aunque estuvieses un mes haciendo temporada en Madrid, se hacían giras de meses con bolos. Para una obra necesito antes de llegar a los ensayos mínimo un mes y medio para hacer un trabajo de investigación y llegar preparada. Lo que te paga un teatro nacional por el periodo de ensayos te da para pagar los taxis de ida y vuelta, y claro, de las funciones el estado se queda la mitad de lo que gano, que me parece bien, porque hay que pagar impuestos. Total, que para hacer teatro yo tengo que poner dinero. Siento que el maltrato con los actores es animal. Quiero que se sepa. Y si no hubiera tantos actores que dicen «si no lo haces tú, lo hago yo», las cosas serían distintas, y verías cómo subían los sueldos y mejoraban las condiciones para todas y todos.

SHANGAY ⇒ ¿Lo echas de menos?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ Claro. Es mi cuna, mi familia, mi casa, es mi lugar de experimentación, desfogue y entrenamiento, donde todo está por descubrir. Pero no sé cuándo volveré a actuar en teatro. Lo que me gustaría también es dirigir, y alguna cosa hay por ahí…

Susi Sánchez

SHANGAY ⇒ ¿Algún otro sueño a la vista?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ No. Cada personaje que decido hacer lo disfruto muchísimo, y me sirve para aprender. A ver, hay muchos personajes célebres que me hubiera encantado hacer, pero con mi edad ya no tantos. Lo importante es que me sigo divirtiendo con mi trabajo.

SHANGAY ⇒ ¿Tienes muy presente la edad?
SUSI SÁNCHEZ ⇒ No mucho. Debería hacerlo más, para cuidarme más. Sigo teniendo el mismo espíritu que cuando empecé, pero claro, los achaques están ahí. Es que voy a cumplir 70 años en marzo… Tengo un tiempo limitado para hacer todas las cosas que me gustaría. Y ganas de jubilarme, también, para ver cómo es la vida sin el trabajo. Hay otras muchas cosas por ahí que me gustaría conocer y disfrutar.

FOTOS: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ

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