Hace poco más de una semana, saltaba la noticia de que siete diócesis habían sido denunciadas por la Asociación Española contra las Terapias de Conversión ante el Ministerio de igualdad por realizar y/o acoger eventos en los que se promocionaba el control de la reversión de la orientación sexual de las personas LGTBIQ+. Y, para sorpresa de muchos, el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha salido a defender a estas diócesis –entre ellas, la de Valencia– y estas prácticas.
No es la primera vez que Munilla se pronuncia a favor de este tipo de prácticas prohibidas en España a través su cuenta de X (antes Twitter). En esta ocasión ha comenzado diciendo que “lo que llaman ‘terapia de conversión’, en realidad, no existe”, y ha añadido que “es tan solo un ‘constructo ideológico’ del marxismo para impedir a la Iglesia acompañar pastoralmente a las personas con inclinaciones homosexuales, ayudándoles a vivir la virtud de la castidad”.
Además, al obispo le parece irónico que “quienes defienden la libertad para cambiarse de sexo –hormonas y cirugías incluidas– prohíban a los homosexuales solicitar libremente lo que ellos califican como ‘terapia de conversión”, y asegura que estas denuncias son “una demostración palmaria de que no creen en la libertad, de la que tanto alardeaban. Es una prueba más de la falta de libertad religiosa que estamos padeciendo”.
Lo que llaman «terapia de conversión», en realidad, no existe. Es tan solo un «constructo ideológico» del marxismo para impedir a la Iglesia acompañar pastoralmente a las personas con inclinaciones homosexuales, ayudándoles a vivir la virtud de la castidad…
Por otra parte,… pic.twitter.com/B3Cu6pPIle— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) January 14, 2025
Como las terapias de conversión están prohibidas en España, se emplean otros términos. Se venden como iniciativas pastorales que buscan acompañar y atender a católicos con tendencias homosexuales a vivir bajo las normas de la Iglesia. O como charlas llevadas a cabo por personas que mantenían un estilo de vida homosexual y que, por distintos motivos, un día deciden abandonarlo para vivir bajo el techo de Dios.