Explica Inés Hernand que si se dedica al multitasking es porque es hija de una era «de precariedad extrema». Cada curro es todo un viaje para ella, y además viaja mucho por trabajo. ¿Qué más puede pedir? Es hora de descubrirlo.
Si algo le gusta a Inés Hernand, infatigable comunicadora, es habitar los espacios que celebran la diversidad y la pluralidad, y por eso nos repitió en numerosas ocasiones durante las horas que estuvo protagonizando este reportaje que no podía estar más feliz de aparecer por fin en Shangay (“que también celebra el petardeo, otra cosa que me encanta y que tiene que estar presente en la vida, porque representa la distensión”).
Se siente muy vinculada desde hace décadas al colectivo LGTBIQ+, “porque se sabe mirar en esquinas donde la gente no suele hacerlo”. Fue en el colegio cuando empezó a hacer amistades especiales que después comprobaría que formaban parte de la comunidad. “De una forma absolutamente orgánica ya estaba ahí, en esas disidencias”, recuerda, “con las lesbianas jugando al fútbol y con los maricones haciéndome una trenza. Suena a tópico, pero es que así es como comenzó todo”.
Cuando sus amigues comenzaron a salir del armario y comprobó las reacciones tan duras e innecesarias que generaba ese hecho, ya empezó a adoptar otra actitud, porque sabemos bien cómo reacciona Hernand ante las desigualdades sociales. “He desarrollado un interés político dentro de lo queer”, afirma. “Hay que seguir reivindicando cosas dentro del colectivo, del que me siento parte. Porque su lucha siempre me ha interesado, y por cómo han acogido siempre a las mujeres. Ha habido siempre un hermanamiento que nos ha llevado a ayudarnos y a protegernos mutuamente”.
SHANGAY ⇒ Inés Hernand, siempre reivindicativa…
INÉS HERNAND ⇒ Hija, claro. Si una tiene siempre un micro, tiene que aprovecharlo. Y no solo para cantar “Abre tu mente y descubrirás” [gran guiño a Merche]. Lo reivindicativo se suele asociar a lo woke, a historias elevadas y elitistas, y no. Parto de que hablamos de humanidad. Si yo no me meto en tu vida como persona consumidora de carne ultraprocesada, no lo hagas tú en la de quien se identifica como no binaria, por ejemplo. Las conversaciones tienen que ser abiertas y llegar a todo el mundo.
“He desarrollado un interés político dentro de lo queer”
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas el hate que provocas en redes?
INÉS HERNAND ⇒ Depende de desde dónde me llegue. Cuando es de gente de tu propia cuerda, alucinas, resulta más doloroso. Si nos resulta fácil criticar a personas que queremos, ¿cómo no nos va a costar hacerlo con gente que no conocemos de nada? En esta era de las redes sociales, hay que reivindicar el derecho a pausa. Que estés en un espacio público no te convierte en un objeto; no hay que deshumanizar a la gente. Y me apena que ese hate pueda resultar disuasorio para otras personas que quieran dedicarse a la comunicación en general o a trasladar mensajes en particular. Por eso creo que hay revolverse e impedir que te afecte. Porque, cariño, en esta sociedad capitalista tengo que trabajar igual que tú. Así que invito a la gente a reflexionar antes de hablar. Aunque a veces yo tampoco lo hago…
SHANGAY ⇒ ¿Te agota estar tan expuesta?
INÉS HERNAND ⇒ Tengo 32 años, y no soy como esas it girls que causan furor con 20 años en su entorno. El público que me reconoce, y arrastro, es respetuoso y cariñoso. Me siento agradecida, ya está. Vivo con normalidad y tranquilidad, y no tengo nada que ocultar. Creo que soy buena amiga y buena pareja.
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SHANGAY ⇒ ¿Qué significa para ti ser una comunicadora cada vez más polivalente?
INÉS HERNAND ⇒ Significa trabajar [risas], soy una workaholic. Pertenecemos a un gremio en el que tienes que trazar muchas líneas de trabajo, porque desconoces cómo será el medio plazo. A día de hoy no tengo miedo a la escasez, pero la realidad es que los proyectos arrancan y acaban. Soy mi propia empresa, y tengo que ir ampliando conceptos. MasterChef me vino muy bien porque se me ofreció en un momento en el que tenía la posibilidad de hacerlo, y lo vi como una buena oportunidad para darle la vuelta al relato del programa. Llegué con mucha naturalidad y me fui muy contenta, porque además derribé bastantes estereotipos. Ahora mismo, en este momento tan crítico a nivel global, hay que abogar por tender puentes, en general. También llevo pinchando (vamos, poniendo una canción detrás de otra) desde 2018, y estoy encantada de que eso también me funcione. Porque si me siguen llamando para hacerlo, por algo será.
«Hay que reivindicar el derecho a pausa. Que estés en un espacio público no te convierte en un objeto»
SHANGAY ⇒ Teniendo novio DJ [Guillermo Camacho], te ayudará en esa faceta, ¿no?
INÉS HERNAND ⇒ Hombre, la Guille, claro, ¡el mejor! Es DJ profesional, lo suyo está lejanísimo de lo mío, pero me ayuda muchísimo en todo. ¿Cómo no le voy a llamar la Guille? Es algo que forma parte de nuestro argot. Además, es open minded. Tiene una familia muy diversa, y no le llaman la atención ciertas cosas que forman parte de la normalidad. Pero, claro, desde que me conoce se ha juntado con la mariconería.com.
SHANGAY ⇒ ¿Te dio miedo que participar en MasterChef pudiera restarte credibilidad?
INÉS HERNAND ⇒ Para mucha gente ha sido así. ¿Me consideráis incongruente? Bueno, chicos, soy una persona, y punto. Llevo mi mensaje donde puedo, y tampoco tengo la obligatoriedad de llevar el activismo por bandera todo el rato, también tengo derecho a divertirme a y a comer. No se puede vivir pensando “o digo esto o voy a decepcionar a la gente”. Me dedico al entretenimiento, y puedo participar en debates más o menos serios. También me gusta el drag, que es política, pero tampoco todo el rato. Hay que vivir procurando hacerlo con una coherencia, pero no a disgusto. En cuanto asumes que a la gente no le importas, o como mucho, un minuto, mejor.
SHANGAY ⇒ Lo que te ha pasado cuando comentarios o formas de actuar tuyas han generado una gran polémica en el Benidorm Fest o los Goya…
INÉS HERNAND ⇒ Es que cuando me dan un micro en RTVE Play y me dicen “haz lo tuyo”, pues pasa eso. A mí, toser, pegarme un eructo o decir “no puedo más” me parece rupturista, y eso forma parte del entretenimiento. No entiendo a esos medios, pseudomedios y comunicadores de ultraderecha que se empeñan en que me quede sin trabajo. ¿Pero qué te he hecho yo a ti, amore? Dejad de ser unos cínicos y dejadnos en paz: preocuparos de las corrupción y otras cosas que van fatal. De verdad, soy el menor de los problemas de España.
SHANGAY ⇒ Tu primer viaje de 2025 es a Benidorm, a presentar la nueva edición del Benidorm Fest junto a Paula Vázquez y Ruth Lorenzo…
INÉS HERNAND ⇒ Sí, y me hace muchísima ilusión presentar las galas de la cuarta edición con ellas. Encima, en BeniYork, ¡que me encanta! Me parece que se ha creado un espacio muy lindo para reivindicar el talento español emergente. Como estamos en una era de mucha velocidad, si a los artistas les das un espacio para que se motiven, la oportunidad es muy bonita. Abre las puertas a democratizar esos procesos y seguir retroalimentando una industria que da la sensación de que está copada por cuatro caras. Es una manera de poner en valor el arte que tenemos en España, que no es poco.
«No estoy obligada a llevar el activismo por bandera todo el rato»
SHANGAY ⇒ ¿Viajas más por placer o por trabajo?
INÉS HERNAND ⇒ Mitad y mitad. Cuando se hace un buen trabajo, intento irme después a algún lado por placer. Por ejemplo, en febrero me voy con la Jedet y con mi amiga Andrea [Compton] a Nueva York, a ver la nieve con unos quitafríos en las orejas. Por España viajo muchísimo por trabajo, en los últimos cinco años ha sido una locura; me he visto el país entero, rincones increíbles. Recomiendo muchísimo, atención, Jaca: la tierra que vio nacer a Georgina Rodríguez.
SHANGAY ⇒ ¿Has sido siempre muy viajera?
INÉS HERNAND ⇒ Siempre. Mi primer viaje, con 16 años, fue a Nueva York, me lo pagué trabajando en un Telepizza y en un Foster’s Hollywood. Me pasaba los fines de semana trabajando para poder viajar, porque para mí representa todo lo que está bien: cada viaje es un masajeo al cerebro. Y siempre he sido muy básica, de ir en plan mochilera e incluso de viajar sola. Recordando, eso sí, que no hay que hacerlo de forma etnocentrista, sino respetuosa, never forget.
FOTOS: CARLOS VILLAREJO
ESTILISMO: RAÚL RODRÍGUEZ
MAQUILLAJE Y PELO: ISMAEL BACHILLER PARA BENEFIT SPAIN Y SEBASTIAN PRO ESPAÑA
VÍDEO: PABLO CARRASCO DE JUANAS
LAS SEMIFINALES DEL BENIDORM FEST TENDRÁN LUGAR LOS DÍAS 28 Y 30 DE ENERO, Y LA FINAL, EL 1 DE FEBRERO.