La noche del 31 de enero de 2025 será recordada por mucho tiempo en Barcelona, ya que fue la noche en que se inauguró Black Box, la nueva propuesta de club gay en el corazón de la ciudad, en la calle Diputació 233. Este espacio promete ser un punto de encuentro imprescindible para el público de la comunidad, y quiere ser un referente para los amantes de la música electrónica más comercial, desde el funky hasta el techno, pasando por el house clásico y actual.
La espera había sido larga, pero finalmente llegó el momento de descubrir lo que Black Box tenía preparado. Desde la medianoche del pasado viernes 31 de enero, los asistentes se reunieron frente a las puertas del club, atraídos por la expectación que se generó y el entusiasmo de redescubrir una sala mítica del Gaixample. La identidad visual del club, con su característico cubo negro y rojo al entrar al local, crea un ambiente electrizante que promete noches inolvidables.
Así pasó el día de su inauguración. La pista de baile se convirtió rápidamente en un torbellino de emociones, con un público que no paró de bailar hasta al final. La música fue la verdadera protagonista de la noche, con los DJs Jobani y Berbel llevando el ritmo con una selección impecable de house y techno, creando una gran experiencia sensorial y energética.
El sonido y una nueva iluminación potenciaron aún más la experiencia, con un ambiente inmersivo que va a dar mucho que hablar. La inauguración de Black Box dejó claro que este no es un club más, sino un espacio que viene a redefinir la noche LGTBIQ+ barcelonesa.
Con una propuesta basada en la excelencia musical y un ambiente exclusivo con sus fiestas temáticas todos los viernes, junto a los DJ sets de los sábados, Black Box promete convertirse en un punto de referencia para los amantes de la electrónica. El éxito rotundo es evidente: la primera noche demostró qué puede esperarse del futuro del club.