Durante la denominada «semana del arte» en Madrid, el artista multidisciplinar Charlie Smits lleva a cabo una intervención artística en las calles de la ciudad, y que no te extrañe tropezarte con alguna de sus propuestas cuando pasees por el centro.
Bajo el lema «El arte no es un privilegio», esta acción de Charlie Smits busca cuestionar la exclusividad y el elitismo presentes en el sistema artístico actual, e invita a reflexionar.

Foto: Miguel Ángel Fernández
El objetivo principal de esta iniciativa es invitar también a los transeúntes a dialogar sobre las barreras que limitan el acceso al arte. A través de preguntas directas, pretende generar conciencia sobre la disparidad existente entre quienes pueden permitirse la entrada a galerías y museos, ya sea para exponer o visitar, y aquellos que quedan excluidos de estas experiencias culturales.
Esta intervención callejera, situada en puntos claves de la cultura artística, es una invitación abierta a cuestionar y democratizar la experiencia artística. «No pretendo cambiar nada de inmediato, sino lanzar un mensaje y plantear preguntas que considero importantes al visitar cualquier exposición», ha declarado el artista.
Ver galería
Smits busca fomentar una reflexión colectiva sobre si el arte pertenece realmente a todos o está destinado solo a una élite económica y social. Y esta acción es una nueva muestra de su inquietud como creador, que siempre busca vías diferentes de expresión artística. En una reciente entrevista con Shangay, declaraba: «Lo más guay que puedes hacer es utilizar todos los canales posibles para tu movida: de la animación a la escultura, pasando por la moda”.
Su apuesta por democratizar la experiencia artística es más que evidente estos días en el centro de Madrid, y en una de las obras con que ha intervenido el centro de la ciudad plantea directamente todas estas preguntas: «¿El acceso a la cultura lo dictamina el dinero? ¿Quién decide qué es arte y quién lo disfruta? ¿Es el arte una herramienta para todos o el lujo de unos pocos? ¿Es justo el negocio que hacen las galerías a través de los artistas? ¿Cómo podemos democratizar el acceso al arte cuando la exclusividad es la norma?». Invita a la reflexión, sin duda.