Cinco años hemos tenido que esperar para tener entre nuestras manos Mayhem, el nuevo álbum de Lady Gaga. Tras los discos de versiones Love For Sale –con Tony Bennett– y Harlequin, el CD que salió junto a la fallida Joker 2, la cantante regresa con un nuevo trabajo de estudio con el que ha vuelto a captar el interés del público general gracias a los éxitos de Die With A Smile y Abracadabra.
De momento, Mayhem se posiciona como su disco mejor valorado por la crítica; en medios prestigiosos como Pitchfork le han otorgado un 8 de nota y en Metacritic cuenta con un 85 sobre 100. Y en parte puede que sea por la gran cantidad de referencias por las que está compuesto el disco. Unas influencias que enriquecen el trabajo de la neoyorquina y que hacen de este álbum su trabajo más maduro, donde ha conseguido dar unidad a todos los referentes que le han influido durante su carrera.

Portada de Mayhem, el nuevo álbum de Lady Gaga.
No es de extrañar que uno de los más fuertes, y más representados a lo largo de toda su trayectoria, sea David Bowie. Desde que la cantante apareció en la escena musical con Just Dance y el rayo pintado en el ojo hasta cuando se encargó de hacer su póstumo homenaje en los Grammy de 2016, Gaga ha referenciado al británico en toda su música. Por eso, este Mayhem suena más Bowie que nunca. Una clara muestra de ello es la canción Killah, donde usa un sample de la guitarra de su tema Fame, que tiene un sonido que recuerda a aquella época setentera y ochentera, y en la que canta de una forma similar a Bowie.
Asimismo, la influencia de Prince y los sonidos del funk, del synth pop y del soft rock sobrevuelan sobre muchas de las canciones del disco, donde conviven varios estilos musicales y que hacen justicia a ese «caos» del que habla la cantante en relación al disco. Aunque si hay que destacar otra gran influencia es, por supuesto, la de Michael Jackson. La también actriz siempre se ha mostrado como una fan absoluta del rey del pop, de hecho cuenta con una colección millonaria de algunas de sus prendas más icónicas. Y aunque musicalmente nunca ha coqueteado con su estilo, sí lo ha hecho con su forma de bailar o vestir. Pero, por fin, se ha dejado llevar en Shadow Of A Men, uno de los mejores temas del álbum y que recuerda mucho a Jackson.
En Abracadabra, su último éxito, hay claras influencias del Spellbound de Siouxsie and the Banshees, que también inspiró el famoso baile de Jenna Ortega en Miércoles que se hizo tan viral junto a la canción Bloody Mary de la propia Gaga, y que parece que mucho ha tenido que ver para la composición, estilo y concepto de Mayhem. The Beast también tiene aromas ochenteros por el uso de la caja de ritmos 808, y Don’t Call Tonight cuenta con un puente que recuerda mucho a la banda Daft Punk, los cuales también son unos expertos en esto de los homenajes y las referencias.
El sonido de los 90 y principios de los 2000 también serpentea entre las melodías del álbum. Perfect Celebrity podría ser un tema, más pop, de la banda Evanescence; Garden Of Eden suena a Britney Spears y su Do Somethin’; y el inicio de Zombieboy nos lleva directamente al Hollaback Girl de Gwen Stefani. Incluso Taylor Swift parece manifestarse en How Bad Do U Want Me, un tema que ha encantado a los swifties por recordar al sonido de 1989; algunos incluso dicen reconocer la voz de la cantante entre los coros de la canción, aunque es algo que no está confirmado.
Aunque si hay una gran influencia en este disco es, sin duda, la propia Gaga. Durante sus anteriores seis álbumes, la compositora ha dado pinceladas de este funk neoyorquino y pop ochentero que tanto le gusta hacer desde que tenía el pelo oscuro, se presentaba como Stefani y tocaba por los clubs más recónditos de Nueva York. Un sonido que defendía con fervor sobre los escenarios en conciertos como el que ofreció en 2007 en el festival Lollapalooza, cuando nadie la conocía. Mayhem suena a Disco Heaven y Summerboy de The Fame, a Bad Kids y The Queen de Born This Way, e incluso a algunos de sus temas descartados que circulan por Internet, como Private Audition, Fashion, Dirty Ice Cream y Retro Dance Freak, a los que hace homenaje.
Es posible que Mayhem sea el disco donde Gaga se muestra más honesta haciendo lo que más le gusta, y donde da un paso como música y compositora. Una versión más madura y mejorada de Stefani, algo que es muy significativo por el pelo oscuro que marca esta nueva era. La violencia, el caos y el desorden caracterizan este álbum, donde la artista mete todas sus influencias en una coctelera para ofrecer una versión mejorada de sí misma. Su versión más auténtica, para bien y para mal.