Víctor Sandoval: "He sentido más plumofobia dentro del colectivo que fuera"

Temas: Benidorm Fest, Eurovisión, Homofobia, LGTBIfobia, Los Javis, Pluma, Reality, Sálvame, Soy una pringada, Talent show, Televisión, Yurena

Es innegable que Víctor Sandoval tiene una capacidad absolutamente espectacular para reinventarse televisivamente. El colaborador lleva toda una vida delante de las cámaras, regalando momentismos inolvidables que oscilan entre los dramas y las comedias. Tras su participación en Bake Off: Famosos al horno, admite haberse reencontrado con una forma de comunicar más cercana a aquella que le hizo brillar a principios de los 2000 en Mamma Mia y que apuesta por un humor más puro, que huye de la desfachatez y del criticar por criticar.

Con una burbuja vital repleta de anécdotas, hablamos de un poco de todo con este particular rey del glam catódico: desde su geometría polisentimental hasta su lucha por no escapar de la fiesta en el infierno de los prejuicios y la plumofobia. Víctor Sandoval no mira la vida pasar, porque para Víctor Sandoval pasar de puntillas no es una opción, ya que su filosofía de vida es, como canta su adorada Alaska, celebrar siempre el Más es más.

SHANGAY ⇒ ¿Qué ha significado para ti Bake Off?
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ Con mi paso por Bake Off me he reencontrado con la televisión tradicional, clásica. La que hace reír, la que entretiene. Con la que siempre te vas con una sonrisa, aunque haya habido conflictos, porque hasta los conflictos suelen ser muy divertidos. Para mí, si no hay drama, no hay comedia.

«No me va la gente superficial»

SHANGAY ⇒ Tus compañeros de Bake Off han alabado tu entrega y desparpajo, pero también han criticado tu incontinencia verbal…
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ Han dicho cosas maravillosas de mí, como que soy un maestro del entretenimiento, pero también que no callo. Es que, si callo, no soy yo. Creo que tengo que aprender dónde y cuándo debo callarme, porque me pierde la boca, nunca mejor dicho. Siempre, en todos los sentidos, tanto a nivel laboral como personal. Tengo que controlarla más.

SHANGAY ⇒ ¿Eres así de intenso siempre?
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ Yo, como no vivo conmigo porque estoy dentro de mí, no sé si soy tan intenso como dicen los demás. Yo conmigo no tengo conflicto, los demás conmigo, algunos….

SHANGAY ⇒ En tu paso por el programa hemos presenciado tu relación de amor-odio con Cristina Tárrega e Isabel Gemio…
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ No he tenido relaciones de amor-odio con nadie, aunque dicen que con Cristina Tárrega sí. Yo me consideraba amigo de Cristina, pero he visto que su manera de ser no va con la mía. No me va la gente superficial. Me gusta saber lo que hay, ir de frente.
Isabel Gemio ha sido mi descubrimiento. Mucha gente me había hablado mal de ella. Pero, por otra parte, tenemos otros amigos en común, que me hablaban maravillas de Isabel. Por ejemplo, Marc Raymi, que fue mi jefe en Pachá y me ha defendido en todos los debates, me decía que Isabel era como su hermana. Ahora que la he conocido, he visto que Marc tenía razón: es una persona estupenda, y ya va a ser como Alaska: de mi lado no se va.

SHANGAY ⇒ Sin embargo, con Yurena sólo ha habido amor…
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ A Yurena la quiero muchísimo. He estado con ella en Supervivientes, hemos convivido en el palafito, hemos dormido y comido de todo juntos… He compartido tantas vivencias con ella que es como de mi familia. Es que he convivido con ella más que, a lo mejor, con mi propio hermano. Son ya 25 años de relación, así que le tengo un cariño enorme.

SHANGAY ⇒ ¿Es cierto que fuiste su descubridor?
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ Vamos, que te lo diga ella directamente. Pero sí, la conocí en el año 2000 en la puerta de la sala Mau Mau, en el Eurobuilding. Paco Porras nos había invitado a la presentación de su libro, y cuando llegamos nos encontramos a una señora muy rara, con mucha laca en el pelo, junto a otra señora más bajita que resultó ser su madre. Estaban montando un escándalo y gritando «¡Tengo papeles, tengo papeles!», rodeadas de cámaras. Nos interesamos por la historia, pasamos dentro con ella, la grabamos y nos cantó No cambié. Al día siguiente le mandamos una cámara a su casa, donde ella y su madre nos cantaron de nuevo el tema en el sofá. Le hicimos un videoclip y la incorporamos directamente al programa. Yurena es un producto de Mamma Mia, más que de Crónicas marcianas o de Telecinco.

SHANGAY ⇒ ¿Sigues molesto con Los Javis por que no hayan contado contigo para Superstar, la serie sobre Yurena y el ‘tamarismo’?
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ No. Ya hablé con Los Javis y, si no mintieron, dijeron públicamente que Paquita Salas iba a volver y que yo tendría un personaje. ¿Que es una mentira piadosa? No lo sé. Lo que realmente me molesta es que la serie se venda como una docuserie cuando no lo es. Sí, está basado en la vida de Yurena, van a fusilar su personaje, pero lo que van a contar no es lo que ocurrió.

«A mí no se me tiene en cuenta como referente LGTBIQ+»

SHANGAY ⇒ Fuiste una de las pocas caras LGTBIQ+ visibles de la tele de los 90, pero aun así cuesta que se te reconozca como un referente del colectivo…
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ A mí no se me tiene en cuenta como referente de la televisión ni como referente de nada. De hecho, mira, tengo 58 años, vi el nacimiento de vuestra revista y esta es la primera vez que salgo en Shangay. A mí nunca se me ha invitado a una carroza de ningún Pride. Conmigo nunca se cuenta. ¿Por qué? Pues quizá porque pocas puertas podía abrir cuando ya había abierto todas las de mi vida. Yo no he salido de ningún armario y siempre he mostrado mi pluma como algo natural. Tampoco puedo ocultarla. No es que exagere mi pluma, es que nací así. Que se rían de mí no me molesta, lo que quiero es que la gente se ría, me da igual que sea de mí o conmigo. Quiero hacer feliz a la gente, no que llore. Mi peor etapa fue aquella en la que había gente que padecía por ver que yo lo estaba pasando mal; ahora sólo quiero hacer felices a los espectadores.

SHANGAY ⇒ ¿Has sufrido mucha homofobia y/o plumofobia?
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ La plumofobia y la homofobia la sigo viviendo por mi condición de ser, tal vez, “el típico mariquita de chiste”. No es algo que me importe. Sí que me molesta que se me considere un mal referente, y que cuando un homosexual me ve no quiera ser como yo porque tengo pluma y eso es motivo de burla. Tenemos que asumir que la pluma es normal y que no pasa nada por tenerla. Es raro, porque yo he sentido más plumofobia dentro del colectivo que fuera. De hecho, curiosamente, le gusto más a la gente heterosexual a que la homosexual.

SHANGAY ⇒ ¿Te han pedido alguna vez que rebajaras tu pluma?
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ Sí, en Telemadrid. «Tú haz lo que puedas y ya te iremos diciendo que la bajes», me llegaron a proponer. También Ana Rosa (Quintana), cuando estaba en Antena 3, me dijo que me atara las manos. Pero igual es que le molestaban porque soy muy gestual, No creo que fuera por la pluma, porque ella ya tenía entonces un edredón de plumas en la redacción, es que éramos todos gais…

«Me volvería a casar… si enfermo otra vez»

SHANGAY ⇒ ¿Y has recibido proposiciones indecentes por parte de algún directivo?
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ En la época de Olé Olé se iba a formar un grupo infantil, y en Hispavox Moncho Ferrer se fijó en mí y me dijo que quedara con un productor por si le encajaba mi perfil. La reunión fue en un coche, él me puso la mano en la pierna y yo se la aparté, me la volvió a poner en la pierna, y se la volví a quitar, me abrió la puerta y me dijo: «Nunca llegarás a nada». Si eso es una proposición indecente, es lo único que me ha pasado. El resto, nada. Debo de ser horroroso.

SHANGAY ⇒ De telonero de Fangoria a presentarte al Benidorm Fest 2025… ¿Se viene vuelta a la música?
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ Yo no soy cantante, soy pegamoide. Nuestra religión debe ser vivir de lo que nos gusta, de nuestros hobbies. Debemos hacer lo que sintamos. Así lo hago yo. Cuando me apetece cantar, canto; y cuando no, no. Cuando me apetece actuar, actúo; y cuando no, no. Cuando me apetece hablar, hablo; y cuando no… ¡también! Yo siempre sacaré música.

SHANGAY ⇒ En las redes no paran de pedir que vuelvas a Ni que fuéramos Shhh…
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ Pues ahora que voy a terminar con la promoción de Bake Off, volveré a Ni que fuéramos. La gente piensa que me han echado porque dio la casualidad de que el último día que salí en pantalla tuve un pollo en directo con Antonio Albert. Después desaparecí, pero porque me metí de lleno con la promoción de Bake Off. Me he centrado en ella y no he mezclado temas porque no quería faltar el respeto a nadie… No sé, nunca sé si hago bien o hago mal. Vivo en una duda continua sobre si acierto o no acierto con lo que hago, pero esa es otra cruz mía.

«Mi boda fue aburrida, sin drogas ni alcohol… yo soy excesivo en todo»

SHANGAY ⇒ Menos mal, porque había quien pensaba que te habían cancelado como a Karla Sofía Gascón…
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ ¿Por qué hay que criticar a Karla Sofía Gascón? ¿Por qué no puede pensar lo que le salga del coño? ¿Por qué si es una persona de nuestro colectivo tiene que pensar normativamente como piensa la mayoría de nuestro colectivo? ¿Por qué no puede haber una persona que piense como de Vox? ¿Por qué no? Que no sea mi amiga, pero que piense lo que le dé la gana. Yo no trataré con ella, pero no le voy a corregir ni criticar, es su problema; el problema lo tiene ella con lo que piensa, no lo tengo yo. Me parece muy mal esto de hacer hogueras a las brujas y quemarlas en una plaza pública. Creo que la inquisición no debe volver y no podemos ser ahora nosotros los inquisidores cuando la hemos criticado tanto, cuando hemos recibido palos de la policía mientras hacíamos cruising. Por favor, no volvamos a lo mismo, pero esta vez en redes sociales. No son palos físicos, pero son palos mentales que son peores, porque la salud mental de todo el mundo está muy tocada, la mía la primera.

SHANGAY ⇒ Este 2025 se cumplen 20 años de la aprobación del matrimonio igualitario… ¿Te volverías a casar?
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ Me volvería a casar si enfermo otra vez. Pero procuro no hacerlo, tomo todo tipo de medicación para no caer en esa enfermedad horrorosa que es el amor. Cuando me enamoro dejo de ser yo y ya vivo para y por la otra persona… Y eso no puede ser, hay que vivir para uno mismo, pero es que yo me bloqueo. Para mí no es bueno enamorarme.

SHANGAY ⇒ Tu boda con Nacho Polo en 2016 no fue, ni mucho menos, una boda soñada…
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ No, porque a mí hubiera encantado hacer una boda con todos mis amigos, con mis padres, con mi familia, pero como él no quería y quería algo más íntimo con Norema Salinas de catering, que fuera en casa…, pues fue una celebración con un grupo de amigos muy reducido y muy aburrida. Se fueron todos de allí a las 9 de la noche, no hubo drogas, no hubo alcohol, no hubo nada. A mí me gustan las cosas excesivas. Soy excesivo en todo, pero mi boda no fue excesiva en nada.

«Me encanta un cuarto oscuro»

SHANGAY ⇒ Hablaste con Esty Quesada (Soy una pringada) en Special People Club de tu gusto por los glory holes y el cruising…
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ Me encanta un cuarto oscuro. Soy maricona de barra y de copa, por eso no tengo redes: ni Grindr, ni Tinder, ni Pinder, ni Bender… A mí el «servicio puta» de llegar a una casa, aunque no cobre por ello, no me va. Me gusta el morbo, porque lo que no da morbo es un estorbo. Y a mí no me da morbo que llamen a mi puerta y entren. Es que si no me caliento antes… A mí me calienta más ir a un parque, o donde sea; el morbo de la mirada, de los nervios… ¿Sabes cómo se te pone la adrenalina, cómo se te pone el corazón? Las saunas también me gustan, lo que pasa es que me da más vergüenza por mi cuerpo. Tengo 58 años y ya no tengo el físico de antes. En el cruising no vas desnudo, pero en una sauna sí, y eso me da corte, por eso no voy. Pero me encantaría ir, que me dieran un masaje y luego meterme en una de esas cabinas y espatarrarme… ¡Ay, qué maravilla! Yo es que he vivido una época en la que he disfrutado mucho porque no he tenido tabúes ni he tenido prejuicios de nada.

SHANGAY ⇒ ¿Sigues siendo tan aliado de los morbos nocturnos y del sexo casual en lugares públicos?
VÍCTOR SANDOVAL ⇒ Mi vecino flipa. Me dice: «Siempre sales de noche a pasear el perro». Y, claro, sí que salgo a pasear…, pero a pasear a la perra.