Han pasado casi veinte años desde la primera vez que Daniel Sánchez Arévalo pasó por el Festival de Málaga para presentar AzulOscuroCasiNegro, la película con la que ganó el Goya a Mejor dirección novel. Dos décadas después, el cineasta ha vuelto a contar con Marta Etura, protagonista de su ópera prima, para hacer Pipiolos, un cortometraje que compite en la sección oficial del festival de cine.
El corto cuenta la historia de Pilar e Isabel, y Mario y Jaime. Dos madres. Dos hijos. Una nueva unidad familiar. Una nueva normalidad. Al menos eso es lo que esperan Pilar e Isabel que ocurra durante la semana de vacaciones en una casa rural, que sus respectivos hijos de 13 años, logren entender su relación, su amor, y que puedan conectar y aceptarse como lo que van a tener que ser: hermanos. Pero claro, hay muchas maneras de conectar y aceptarse…
El cortometraje ha logrado el Roel de Oro de la Semana de Cine de Medina del Campo y está protagonizado por Marta Etura y Nur Levy, además de los actores noveles Diego García e Iker Ruiz. En pleno Festival de Málaga, hemos podido hablar con el director sobre esta historia de amor y diversidad. «En mi generación estábamos mucho más condicionados en torno a lo que te tiene que gustar, cómo tienes que ser, y siento que ahora los chavales se pueden permitir la experimentación, el probar y descubrir quiénes son con total libertad. Al final, la sexualidad es algo demasiado amplio como para acotarlo a una cosa u otra, y los jóvenes tienen sus cabezas menos condicionadas a los prejuicios sociales», explica.
Sánchez Arévalo fue uno de los encargados de escribir el famoso guion de Farmacia de guardia donde aparecía un personaje gay, el primero en hacerlo en la televisión española, y por el que recibió el premio Triángulo Rosa del COGAM: «Es muy impactante pensar que hace veintipico años era una cosa sorprendente que hubiera un personaje homosexual en una serie. Eso es también un reflejo de nuestra sociedad y, menos mal, ahora es algo de lo más natural. De hecho, nos parecería raro que no hubiera ningún personaje del colectivo, porque no se acercaría a la realidad… Para mí, lo más importante es que ahora un personaje puede ser gay, lesbiana, bisexual, trans… y su trama no tiene por qué ir sobre eso. Es una cualidad más del personaje pero tiene otras inquietudes. Además, siempre que he intentado meter a personajes LGTBIQ+ en mis historias, desde AzulOscuroCasiNegro a Las últimas de la fila, me ha gustado poder representar, de alguna manera, los cambios sociales con cada uno de ellos».
El corto representa una nueva unidad familiar, que nace cuando dos mujeres separadas se conocen y se enamoran. Mientras tanto, sus hijos empiezan a conocerse mutuamente y también a sí mismos. Un viaje que atraviesa varias generaciones y la manera en la que cada una de ellas se enfrenta al despertar emocional: «Me gustaría que si alguien ve Pipiolos se pueda plantear, durante un momento, su vida. Gente joven que se está descubriendo a sí misma y gente adulta que, quizá, su vida no es como creía y piensa que algo está fallando, o que está reprimiendo ciertos sentimientos, y que esta historia les pueda ayudar a tomar decisiones«.
