Como cada mes de marzo, en Shangay celebramos el Día del Padre junto a padres e hijos que dan buena fe de la rica diversidad de familias que conviven hoy en día en nuestro país. En esta ocasión, hemos pasado la tarde en el Parque de El Retiro de Madrid junto a Ángel (@alarroca_), de 39 años, y su hijo de 2 años, que suelen celebrar este día con total normalidad. “Nosotros celebramos el Día del Padre de una manera bastante tradicional, salimos a comer, nos vamos a algún pueblo de las afueras de Madrid… Lo que haría cualquier familia, una cosa bastante corriente”, nos cuenta.
«Para superar la LGTBIQfobia, solo hay que dar más información. El ser humano teme lo que no conoce»
Nada más encontrarnos con ellos, nos queda clara la complicidad que hay entre ambos, y es que Ángel lleva años preparándose para ser el padrazo que es hoy. “Siempre supe que quería ser padre”, explica. “Ya con 16 o 17 años se lo decía a todo el mundo, es algo de lo que no tenía ninguna duda. Eso me ha facilitado mucho la paternidad, porque tenía claro lo que quería hacer, cómo quería educar a mi hijo, qué valores quería transmitirle… En el fondo, es como si lo llevase ensayando toda mi vida, por lo menos en mi cabeza”.

Ángel pasea con su silla Joolz Aer+
Con la voluntad y el ensayo de la paternidad en marcha, Ángel buscó la vía para llegar a serlo, que finalmente fue la adopción, “pero no lo tenía del todo claro. No tenía mucha idea de cómo funcionaba, como la mayoría de personas que no saben de adopción hasta que no se meten en el proceso. Dio la casualidad de que una amiga me avisó de que la adopción nacional estaba abierta, porque es un proceso que se abre y se cierra, me apunté y tuve suerte”. Se sabe afortunado porque su proceso de adopción, que puede alargarse durante varios años, duró apenas unos meses. “Fue bastante fácil y rápido. La adopción en Madrid funciona como sorteo, y a mí me tocó un expediente bajito, me tocó la lotería y fui de los primeros con los que empezaron”, nos dice emocionado. Y es que es una fecha que siempre quedará grabada en su memoria: “Aún recuerdo el día en que me pusieron a mi peque en brazos… Lloré de la alegría porque sentí que estaba cumpliendo el sueño de mi vida”.
Ángel optó por la adopción para tener a su hijo, pero no tiene nada en contra de otras alternativas que hay para ser padre. “No me gusta juzgar lo que hace la gente, qué tipo de familia tienen o cómo forman sus familias. Y en absoluto me voy a meter jamás con lo que hace una mujer con su cuerpo. Por eso me parece que lo que hay que hacer es respetar a todas las familias, se hace mucho daño cuando se habla de ‘niños comprados’ porque a los padres que han optado por la gestación subrogada les da igual, pero esos mensajes llegan a los niños y les hacen daño. Hay que tener mucho cuidado con las palabras que se utilizan, y discrepar siempre que queramos, pero con respeto”, denuncia.

Ángel pasea con su silla Joolz Aer+
También pone el foco en la LGTBIQfobia que, aún a día de hoy, sigue manifestándose en la sociedad. “El único lugar en el que he recibido comentarios dañinos y homófobos ha sido en las redes sociales. A mi edad es algo que ya no me afecta, que alguien me diga que mi hijo va a ser gay por tener un padre gay, o que necesita un padre y una madre. Son comentarios que me dan pena porque esa gente vive con una mentalidad del siglo pasado, y estoy orgulloso de decir que ya no me afecta nada de eso”, nos cuenta. Y a pesar de estos episodios, “creo que en España hay muchísima tolerancia. Y para superar la LGTBIQfobia, solo hay que dar más información. El ser humano teme lo que no conoce, todo se resume en eso”, sentencia.
Es precisamente en las redes sociales donde Ángel desarrolla una de sus facetas como creador de contenido, un escaparate donde tenía claro que no iba a mostrar la identidad de su pequeño. “La imagen personal de cada uno es privada. Yo decidí no mostrar la imagen ni el nombre de mi hijo en redes sociales porque él no me ha dado permiso. Tu hijo no es de tu propiedad, es un ser humano que el día de mañana decidirá si quiere exponerse o no, pero no lo voy a hacer yo de una manera prematura”, nos explica firme.

Ángel pasea con su silla Joolz Aer+
Ángel siempre tuvo claro que quería compartir su vida con su hijo, pero hay padres a los que les asaltan las dudas cuando se plantean comenzar un proceso de adopción como el que él llevó a cabo hace unos años. Para todos ellos solo tiene palabras de ánimo, porque sabe que les espera la mejor recompensa posible, así que les aconseja “que den el paso, y que no tengan miedo”.

Ángel pasea con su silla Joolz Aer+ plegada
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