Corría el año 2006 cuando un joven Mika saltaba a la fama con Grace Kelly. Después de que la prensa especulase sobre su sexualidad durante años, en 2012 salió del armario. Ahora, a sus 39, el cantante británico-libanés nacionalizado estadounidense habla sin tapujos sobre la homofobia a la que tuvo que hacer frente en los inicios de su carrera.
“Nos encantaría poner esta canción, pero es un poco demasiado gay” es uno de los comentarios que más recibía, según le contó a The i paper en una entrevista reciente. “Creo que no serían capaces de salirse con la suya con algunos de estos comentarios y artículos hoy en día. Me acusaron de ser descarado, pero creo que era homofobia descarada”, añadió.
“La industria no era en lugar más amable para hacerte estar a gusto con tu propia identidad o sexualidad en aquel entonces”, comentó. Antes de salir del armario públicamente, fueron muchos los periodistas que intentaron forzarle a hacerlo. En una entrevista para Pink News, el artista confesó que por aquel entonces ni siquiera su madre sabía que era gay: “¿Por qué se lo diría a un periodista que no conozco cuando no había salido del armario con mi madre?”.
“Mirando atrás, me presionaron mucho para que me etiquetase a mí mismo. Solía sentirme mal, pero ahora me he dado cuenta de que, en realidad, los periodistas que me presionaron tanto son los que deberían sentirse mal”, añadió. En 2012 Mika salió del armario en la revista Instinct: “Si me preguntas si soy gay, te diré que sí. Si me preguntas si las canciones que canto son sobre una relación con un hombre, te diré que sí». Desde entonces, el artista no ha tenido problema en hablar sobre su orientación sexual y el colectivo LGTBIQ+.