Adrián Sáez, en 'Generación selfi': "La danza no debería pertenecer solo a un grupo de personas, debe ser de todos"

Este bailarín forma parte de la compañía Laumar, con la que está de gira por España con '#TAGME', una pieza de danza contemporánea que invita a la reflexión del público a través del baile.

El bailarín Adrián Sáez en 'Generación Selfi'.
El bailarín Adrián Sáez en 'Generación Selfi'.
David Pallarés

David Pallarés

Con siete años vi a Madonna besarse con Britney Spears en la tele y desde entonces mi vida cambió.

6 mayo, 2025
Se lee en 4 minutos

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En medio del gran apagón que paralizó a toda España, Adrián Sáez se encontraba de camino a nuestra redacción para hacer esta entrevista. Un contexto apocalíptico que no fue ningún impedimento para que el bailarín pudiera llegar sano y salvo, y nos sacara de la oscuridad gracias a su luz. Porque sí, el madrileño es pura luz, y lo demuestra cada vez que se sube a un escenario.

Hemos hablado con él para conocer un poco más a fondo su trayectoria en el mundo de la danza, donde ha podido formar su propia compañía Laumar, junto a Lorena Moreno, con la que está actuando en diferentes puntos de España con la pieza #TAGME. La próxima fecha será este 7 de mayo en el Festival de Danza Contemporánea de Ciudad Real.


CONEXIÓN

El bailarín Adrián Sáez en 'Generación Selfi'.

«Siempre me he sentido muy conectado con la danza, aunque no era consciente. Desde pequeño me gustaba montar con mi hermano pequeñas actuaciones para la familia, hacíamos papelitos como si fueran entradas y les hacíamos un show. Mi madre se fijaba mucho en eso y me quiso apuntar a clases de baile desde que tenía cinco años».

«Fue algo también muy sanador para ella, que siempre ha sido una apasionada de la danza, pero sus padres no la dejaban bailar. Por eso siempre me ha apoyado a muerte, porque, de alguna manera, estoy cumpliendo el sueño de los dos«.


SIN PREJUICIOS

El bailarín Adrián Sáez en 'Generación Selfi'.

«En el colegio nadie sabía que yo bailaba, lo ocultaba porque era el único chico que lo hacía y siempre ha existido esa asociación de que si eres bailarín eres maricón. Los chicos tenían que jugar al fútbol y yo no era de esos, era el rarito. Pero nunca me planteé dejarlo, ni por los comentarios que me pudieran soltar ni por nada de eso. Me hacía tan feliz bailar que compensaba cualquier otra cosa, y tener el apoyo incondicional de mi familia también me daba fuerza para seguir bailando».

«Gracias a la danza, he encontrado mi forma de expresión y mi libertad. A mí, por ejemplo, me interesa mucho la danza contemporánea, y es justamente por esa libertad que ofrece al cuerpo: ahí los roles de género se difuminan, y rompe con todo lo establecido respecto al movimiento».


MENTE Y CUERPO

El bailarín Adrián Sáez en 'Generación Selfi'.

«Aún así, quise estudiar una alternativa al baile por si esto no funcionaba, y decidí hacer Psicología. Durante cuatro años me dedicaba por las mañanas a formarme profesionalmente en danza y por las tardes a ir a la universidad. Siento que la psicología y el baile van muy de la mano, y están súper presentes en mis propias creaciones, aunque sea de forma inconsciente».

«Además, desde 2018 estoy colaborando con la Fundación Psico Ballet de Maite León, que trabaja las artes escénicas con personas con discapacidad. La verdad es que mi formación me ha ayudado mucho a entender mejor a la gente que me rodea y a tener más herramientas para trabajar con la diversidad».


REFUGIO

El bailarín Adrián Sáez en 'Generación Selfi'.

«Me da pena ver el mundo de la danza como esa esfera elitista en la que se ha convertido. Mucha gente siente vergüenza de bailar en público, cuando no hay mejor forma de expresión y conexión que esa. El baile debería ser un refugio y estar al servicio de todo el mundo, y no ser un código súper rígido en el que parece que si no haces tales movimientos no sabes bailar».

«Claro que, si te quieres dedicar a ello, te tienes que formar, pero la danza no debería pertenecer solo a un grupo de personas, debe pertenecernos a todos«.


EN MOVIMIENTO

El bailarín Adrián Sáez en 'Generación Selfi'.

«La realidad del mundo de la danza es que es muy precario y hay muy poco trabajo. Eso desmotiva mucho, sobre todo a la hora de pensar en un futuro. Ahora mismo me puedo permitir estar en diez trabajos a la vez para poder vivir, pero no sé si cuando tenga 40 años mi cuerpo va a poder soportar toda esa carga y estar todo el día de aquí para allá. Es un ritmo de vida que te acaba quemando, sobre todo porque vives siempre con incertidumbre de no saber qué pasará mañana y se pasa mal los meses en los que no tienes nada».

«Tenemos la obligación, como país, de cuidar más nuestra cultura. La danza es el arte escénico más olvidado, porque el público está menos acostumbrado a ver un espectáculo de danza; los programadores lo saben y prefieren programar una comedia, que vende más. Tenemos que empezar a movilizarnos y, desde las instituciones hasta la gente que compra las entradas, darle más valor al baile«.

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