Corría el año 1977 cuando la transfobia en Tenerife obligó a una joven Carla Antonelli, de tan solo 18 años, a marcharse de su isla natal. Ahora, casi cincuenta años después, el Cabildo de Tenerife le ha entregado la Medalla de Oro de la isla de Tenerife por su labor como activista LGTBIQ+.
“Hoy es un día muy especial, en el que rendimos homenaje a una mujer cuya trayectoria ha sido esencial en la lucha por los derechos humanos, la igualdad y la dignidad de las personas”, dijo la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, al inicio del acto, que tuvo lugar el pasado viernes 9 de mayo. Y afirmó que gracias a su labor, “Tenerife es un lugar más justo, más libre y más inclusivo».
La presidenta puso en valor la valentía de Antonelli por haber hecho un camino «lleno de desafíos”… “Has visibilizado su lucha y trabajado para que nuestros hijos e hijas puedan crecer en una sociedad más libre, comprensiva y, en definitiva, más humana. La Medalla de Oro de la isla de Tenerife que hoy te entregamos es una muestra del profundo respeto y admiración que sentimos por ti”, concluyó.

Carla Antonelli para el anuario de Shangay de 2022.
Carla Antonelli agradeció “el cariño y el abrazo de la isla que me vio nacer, huir y regresar finalmente”. Quiso dedicarle el premio a las «vidas, anónimas o conocidas, que me empujaron desde abajo para que yo pudiera trepar el basalto caliente del volcán que al final ha sido mi vida”.
“Hablo de las Marcelas, Aroas o Donas que durante el tardofranquismo habitamos las noches porque la luz del día era ilegal para nosotras. Hablo de quienes sufrieron en Tefía por peligrosas sociales, de quienes irrumpieron con sus lentejuelas en el destape democrático de Barcelona y Madrid. Hablo de las historias marchitas por la pandemia del sida y de quienes pelearon por los derechos civiles que conquistamos con el cambio de siglo. Y es que mi generación atravesó muchos mundos en pocas décadas. Las suficientes para saber cómo duelen los porrazos en los calabozos franquistas y para reconocer el olor de ese odio primitivo que hoy regresa con fuerza”, añadió.
La activista terminó su discurso agradeciendo, que en estos “tiempos oscuros”, el Cabildo de Tenerife realizaran “el acto de valentía de este reconocimiento en estos momentos”. “No volveremos a habitar los márgenes porque derrotaremos las sombras. Como diría la poeta chicharrera Ana María Fagundo: al final, vence la luz”.