Con tan solo 18 años, Russell Tovey (Being Human) salió del armario en un Reino Unido marcado por el sida y las leyes homófobas de Margaret Thatcher. Ahora, casi treinta años después, las cosas son mucho más fáciles para las nuevas generaciones, y el actor lo celebra. En una entrevista para i paper, Tovey ha confesado que se alegra de que la “generación Heartstopper”, como él la denomina, no tenga que pasar por lo que vivió él.
“¡Qué suerte tienen! ¡Es maravilloso!”, comentó Russell Tovey antes de hablar sobre sus primeros años fuera del armario. “La sección 28 me jodió», dijo en referencia a las políticas homófobas de Thatcher. “Crecí y me di cuenta de que me gustaban los hombres mientras ocurría la crisis del sida . Confundía constantemente el sexo y la muerte. Que haya una generación que ni siquiera relaciona la muerte con el sexo me deja fascinado”.
Sin embargo, para Tovey es muy importante que se escriban historias como la película de su amigo Andrew Haighs, All of us strangers, que reflejen lo difícil que era ser gay en otros tiempos: “No podemos olvidarnos de aquella época. Es demasiado importante. Ahora es historia, pero ¿quién dice que no vaya a volver a ocurrir?”.
Hace unos días, el actor firmó una carta abierta junto a otros profesionales para denunciar la decisión del Tribunal Supremo británico de excluir a las mujeres trans de la definición «legal» de mujer. Durante la entrevista, Tovey volvió a criticar la sentencia y explicó que la oleada de transfobia actual le recuerda a la homofobia que experimentó en sus propias carnes.
“Derek Jarman dijo a finales de los 80 que si esperas lo suficiente, el mundo se mueve en círculos. Había una homofobia flagrante en el Gobierno. Era horrible. Luego tuvimos este gran momento de apertura. Y ahora la transfobia es horrible. Ningún sentimiento es finito. El mundo sigue girando. Ahora tienes que esperar que vuelva a dar la vuelta”, dijo sin mucha esperanza y visiblemente afectado. “Es jodidamente horrible ahora mismo. Simplemente, es horrible”.