Desde que llegó a la presidencia, Donald Trump ha iniciado una campaña de políticas en contra del colectivo LGTBIQ+, y en especial, de las personas trans. Ayer, 18 de junio, los derechos trans sufrieron un nuevo ataque, aunque esta vez no procedía de la Casa Blanca. El Tribunal Supremo firmó un fallo en el que respalda la ley estatal de Tennessee que prohíbe el acceso de los menores trans a bloqueadores de pubertad y terapias hormonales.
El estado de Tennessee aprobó dicha ley en marzo de 2023, bajo el pretexto de proteger a los menores del estado, así como la integridad y la ética de la profesión médica. El año pasado, un grupo de familias con hijes trans demandaron al estado de Tennessee, y sin embargo, el Tribunal Supremo ha avalado ley con seis votos a favor y tres en contra.
“La disposición del Tribunal a actuar de este modo causa un daño irreparable a la Cláusula de Igual Protección y abre la puerta a que los legisladores incurran en discriminación ocultando clasificaciones sexuales evidentes a plena vista. Además, autoriza, sin reparo alguno, un daño incalculable a los niños trans y a los padres y familias que los aman», argumentó Sonia Sotomayor, una de las tres magistradas liberales que votaron en contra.
Sin embargo, el presidente del Tribunal Supremo estadounidense, el conservador John Roberts, asegura que la ley no viola la cláusula de protección igualitaria de la Constitución, que exige que el Gobierno trate por igual a las personas en situaciones similares. Además, alegó que falta conocimiento sobre los efectos de estos tratamientos. Para el fiscal general de Tennessee, Jonathan Skrmetti, la prohibición supone «una victoria en la defensa de los niños estadounidenses».
La sentencia sienta precedentes para otros estados
El fallo del Tribunal Supremo no solo afecta al estado de Tennessee, ya que actualmente más de veinte estados cuentan con leyes similares que bloquean el acceso a estos tratamientos a los menores trans. Según el Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), hay alrededor de 300.000 personas de entre 13 y 17 años y 1,3 millones de adultos que se identifican como trans en Estados Unidos.