Coger un vuelo es siempre una aventura. Por lo que te depara nada más aterrizar, por lo que dejas atrás y, también, por lo que vives a bordo. Porque la experiencia de sobrevolar las nubes siempre es una aventura, e Iberia Express está hecha para aventureros. Por eso, para acompañarte en tu trayecto, lo hacen de la manera más confortable posible. ¿Y qué sería de una aventura si no te deja un buen sabor de boca? La aerolínea ha perfeccionado su servicio gastronómico a bordo y te tiene preparado un menú digno de cualquier estrella Michelin.
En la clase Business, con la que ya cuentas con acceso a las salas VIP, fast track y embarque prioritario, puedes degustar una propuesta gastronómica que va desde la merluza en salsa vizcaína con patata asada al romero y pimiento de Guernica, hasta el solomillo de ternera con ñoquis en salsa de trufa y calabacín salteado. Sin olvidarnos de su salmón ahumado con eneldo, crema de queso y rabanito, acompañado de una ensaladilla rusa con pimiento del piquillo y cebollino. Y entre sus postres encontramos algunos tan deliciosos como la pannacotta de frambuesa o la clásica tarta de queso vasca.
Pero no todo queda en la cabina Business. En Turista, la propuesta también evoluciona. La Gastroteca Express ha incorporado nuevos productos que refuerzan la conexión entre origen, sabor y autenticidad. Como el mollete de panceta ibérica con queso Arzúa Ulloa, que mezcla tradición y sabor gallego. O su clásico bocadillo mediterráneo con pan de cristal y el bocadillo de paleta de cebo ibérico, que sigue siendo una de las opciones favoritas.
Homenaje Canario
Otra de las novedades de la Gastroteca Express más celebradas tiene sabor isleño. Su croissant roll con pavo braseado, queso majorero y mojo picón es toda una declaración de intenciones. Un homenaje a las islas que también cuenta con una cookie de plátano de Canarias, chocolate y dulce de leche. Un pequeño guiño a uno de los destinos clave de la aerolínea, un lugar donde el sabor es parte del paisaje.
