Rubén Santos es una de esas voces que merece la pena escuchar, y Puntos Conectados su pódcast, un espacio fresco y sorprendente donde la historia, la tecnología y la cultura pop se entrelazan en cada episodio con humor, ironía y una mirada queer. El madrileño de 35 años estudió tecnología, doblaje y locución publicitaria, un cóctel que explica tanto su capacidad comunicativa como su pasión por formatos ágiles y libres como el pódcast.
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En Puntos Conectados no hay temas intocables: desde la calefacción hasta el dinero, desde las apps para ligar como Grindr hasta esos términos y condiciones con los que le vendes tu alma a Aitana cuando vas a uno de sus conciertos. Todo puede convertirse en un viaje al pasado que, inevitablemente, refleja quiénes somos en el presente. El suyo no es un póodcast LGTBI “al uso”, pero su perspectiva vital (la de un hombre gay que se sabe parte de una comunidad) está presente en la forma en que conecta ideas, en su manera de narrar y en su ingenio.
Fan declarado de Judith Tiral y oyente habitual de otros formatos del ramo como Estirando el chicle, Special People Club o La Ruina, Rubén también dedica su tiempo al crossfit (consciente de que suena a cliché homosexual, como él mismo bromea), a viajar (con predilección por la isla tailandesa de Ko Tao) y a convivir con una pequeña familia felina que le ha valido el apodo de “La Miau”. Entre risas, reflexiones y conexiones, Rubén nos confiesa que el futuro pasa por contar historias con autenticidad.
SHANGAY ⇒ ¿Qué es y cómo nace Puntos Conectados?
RUBÉN SANTOS ⇒ Es un pódcast donde intento entender cómo hemos cubierto una misma necesidad a lo largo de la historia. Empecé hablando de tecnología, pero en realidad trata de por qué vivimos como vivimos: de dónde viene la calefacción, el dinero, la privacidad, las apps para ligar o los términos y condiciones de un concierto de Aitana. Me gusta tirar del hilo del pasado para ver que, en el fondo, seguimos siendo los mismos. Es como una mezcla entre terapia, clase de historia, chistes absurdos y sonidos divertidos. A esto último me ayudan, y mucho, Fran y Óscar (de OnRide), que se encargan de postproducirme cada episodio y de que los emojis sonoros sean todo lo chorras que necesito. Les quiero mucho, son lo más.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué es importante que las personas LGTBIQ+ ocupemos espacios poco asociados al colectivo, como la tecnología?
RUBÉN SANTOS ⇒ Porque si no estamos, la realidad la cuentan solo unos pocos…, y el mundo es mucho más amplio que eso. Estar presentes en todos los ámbitos rompe la idea de que hay temas reservados. Nuestra presencia demuestra que formamos parte de todo: cultura, política, ciencia y, por supuesto, tecnología. Estamos, vamos a seguir estando y no nos vamos a ir.
SHANGAY ⇒ ¿Qué tiene de queer tu enfoque?
RUBÉN SANTOS ⇒ No quiero ser un referente ni remarcarlo en cada capítulo. El simple hecho de ser gay ya hace que mi forma de mirar y contar tenga esa perspectiva. Se nota en cómo hablo de la comunidad, en cómo me relaciono con la música, en la ironía con la que afronto el capitalismo o en la manera en que conecto pasado y presente. Ser gay no es solo con quién te acuestas, también es una manera de entender (y contar) el mundo. Y ocupar ese espacio ya me parece suficiente.
SHANGAY ⇒ ¿Qué planes profesionales tienes?
RUBÉN SANTOS ⇒ Seguir haciendo crecer Puntos Conectados y otros proyectos, dedicarme a la comunicación y desarrollar mi estilo. Quiero llegar a más gente, explorar colaboraciones y conectar con el sector. Y sobre todo, seguir encontrando historias que nos hagan pensar, emocionarnos y reír. Si además me cae un Ondas o me invitan a los Premios Ídolo, pues mejor que mejor…